'Rastreadores de covid': Pesadilla antes de Navidad para los bares y las tiendas

Pesadilla, lucha por la supervivencia, cólera, furia, confusión, caos e ira. Palabras tan calientes que uno se pregunta si demasiado. Vocabulario que parece amarillo, de tabloide sensacionalista. Pero Bloomberg, 'Financial Times', 'Le Monde', 'Wall Street Journal' y 'Corriere della Sera'. La selección de hoy demuestra que el lenguaje templado no sirve para informar sobre este tiempo. La segunda ola del virus está impactando con fuerza en las capas más expuestas de nuestro sistema productivo. Prestemos atención a estos sectores ya desbordados por el malestar. Hagámoslo, porque la historia demuestra que la pequeña burguesía no suele ser ajena a la impugnación del orden establecido.

Pesadilla. “El comercio minorista del Reino Unido afronta una pesadilla navideña con el nuevo confinamiento”. Bloomberg. “Muchos minoristas ya estaban luchando por recuperarse del primer bloqueo y tenían almacenado 'stock' para las promociones del Black Friday y el periodo de vacaciones. Las nuevas restricciones podrían resultar fatales para algunas empresas, sobre todo si se extienden más allá de cuatro semanas, como ya ha sugerido el Gobierno”.

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Representante de un 'lobby' que agrupa más de 600 negocios minoristas y de ocio en Londres: “El mes de noviembre marca el inicio de las ocho semanas doradas previas a la Navidad, un periodo en el que las empresas del West End aseguran un tercio de sus ventas anuales totales”.

Lucha por la supervivencia. “Sufrimiento en los bares, restaurantes y hoteles mientras Francia y Alemania activan sus restricciones, el sector encara una prueba de supervivencia con el segundo confinamiento”. 'Financial Times'. “El segundo cierre del sector en menos de seis meses ha desatado una mezcla de ira, miedo y frustración en las dos economías más grandes de la eurozona”.

Un par de testimonios desde Alemania. Primero: “Para nosotros, esto es una catástrofe. Normalmente, generamos un tercio de nuestros ingresos anuales en los dos últimos meses del año”. Segundo: “El dinero tiene que llegar en las próximas tres o cuatro semanas para evitar insolvencias en serie”.

Cólera. “La cólera del pequeño comercio”. Editorial en 'Le Monde' de hace unos días. “La magnitud de la crisis económica y social, a pesar de las decenas de miles de millones repartidos, está haciendo su trabajo. Los nervios están al límite, el clima social es explosivo. Prueba de ello es la rebelión de algunos comerciantes (...) por considerar su oficio 'no imprescindible'. Su lucha parece limitada, pero es un reflejo de los riesgos de esta época: una arrebato de ira entre los más vulnerables frente a decisiones que son percibidas como injustas y tecnocráticas. La comparación con el movimiento de los 'chalecos amarillos' no es del todo casual. La revuelta de los pequeños comerciantes atestigua el miedo ante la posibilidad de no sobrevivir a esta crisis. Pero, también, del enfado ante la competencia desleal de los hipermercados y las plataformas digitales”.

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Furia. “Furia por los nuevos cierres de covid en Europa y amenaza de incumplimiento. Algunos pequeños negocios se niegan a colaborar”. 'Wall Street Journal'. Frustración entre restauradores, hoteleros, minoristas y otros empresarios mientras se agotan sus reservas financieras. Las restricciones son ahora más quirúrgicas que en primavera, en algunos países llegan con ayudas sustanciales a los afectados. Sin embargo, están generando oposición en todas partes.

Además, "algunos de los partidos de la oposición que apoyaron a sus gobiernos en primavera se preguntan ahora si las nuevas restricciones merecen la pena frente al impacto económico que generan y si podrán levantarse alguna vez para siempre".

Confusión, caos e ira. “Abrumados por la segunda ola: los que resisten y los que bajan la persiana. Comerciantes de rodillas”. 'Corriere della Sera'. Confusión y caos porque el Gobierno italiano no está emitiendo precisamente muestras de determinación.

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Ira porque toda Italia está sufriendo, con la diferencia de que en esta segunda ola el sur está siendo igualmente golpeado por el virus. Las consecuencias inmediatas se están sintiendo, y con fuerza, en la región de Campania. De hecho, Nápoles está siendo foco de revueltas violentas. También las hay pacíficas y, como consecuencia, menos llamativas. El otro día, los comerciantes del sector textil y de la joyería se disfrazaron de fantasmas en varias plazas en medio de la indiferencia general.

El presidente de Confesercenti Campania calcula que en esa región “hay 31.000 negocios de restauración en riesgo de quiebra”. Afortunadamente, resiste en Nápoles la Pasticceria Poppella, aunque solo para pedidos por teléfono. Algo es algo. Crucemos los dedos.