Volkswagen entregó a trabajadores "subversivos" a la dictadura militar de Brasil

Brasil estuvo dirigido por una dictadura militar durante más de veinte años, entre 1964 y 1985. Una época oscura en el pasado del país más grande de Sudamérica que en los últimos años ha vuelto a ser actualidad por la demanda presentada por antiguos trabajadores de Volkswagen contra la compañía automovilística: les acusaban de haber colaborado con el régimen militar y de haber entregado a sus propios trabajadores a las autoridades.

El gobierno brasileño encargó una investigación que ha revelado que Volkswagen fue una de las muchas empresas que ayudaron en secreto a la dictadura militar. Su trabajo habría consistido en identificar a sindicalistas y presuntos "subversivos", personas que habrían terminado detenidas en manos de los militares y, en muchos casos, torturados.

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Tras esa investigación, antiguos empleados de Volkswagen y sus familias demandaron a la multinacional del motor por una violación de los derechos humanos. Fue en el año 2015 y, ahora, ambas partes han puesto fin a la disputa judicial: Volkswagen pagará 36 millones de reales, casi 5,5 millones de euros, en un histórico acuerdo que recoge la colaboración de la empresa alemana con el régimen militar.

Una disculpa histórica

Hiltrud Werner, jefa de integridad y asuntos legales de Volkswagen, ha asegurado a través de un comunicado que "lamentamos las violaciones que ocurrieron en el pasado. Para Volkswagen es importante lidiar responsablemente con este capítulo negativo en la historia de Brasil y promover la transparencia".

Christopher Kopper es un historiador alemán que trabajó en la investigación para encontrar la relación entre VW y los militares. En declaraciones a la BBC, Kopper señala que es un hecho "históricamente innovador. Será la primera vez que una empresa alemana asume la responsabilidad por violaciones de derechos humanos hacia sus propios trabajadores después del fin del nacionalsocialismo".

El informe realizado por Christopher Kopper no dejaba lugar a dudas: la compañía entregó a los militares a un número desconocido de sus empleados "sin reservas, en un momento en que el uso de la tortura por parte de la policía política ya era conocida tanto por el público brasileño como por el alemán". Y lo hizo durante años.

La propia multinacional reconoce que entregó a sindicalistas y trabajadores díscolos a las autoridades de la dictadura militar

Uno de los casos que sirvió de ejemplo sobre la colaboración de VW con la dictadura brasileña fue el de Lucio Bellentani, un militante comunista detenido y torturado en la propia fábrica de Volkswagen en Sao Paulo en 1972.

Según su testimonio, "estaba en el trabajo cuando dos personas con ametralladoras se me acercaron. Me sujetaron los brazos a la espalda e inmediatamente me esposaron. Tan pronto como llegamos al centro de seguridad de Volkswagen, comenzó la tortura. Me golpearon y abofetearon". Se cree que más de 40.000 personas fueron torturadas durante la dictadura de Brasil.