El debut de la 'vicepresidenta': Kamala Harris saca a bailar a Joe Biden

Todas las cadenas de televisión tenían ayer miércoles una ventana abierta en directo a ese colegio de Wilmington, en el estado de Delaware. El despliegue, demasiado modesto, con unos cuantos periodistas presentes y distanciados, como testigos. Como único decorado, las banderas y una especie de atril con dos micrófonos y dos teleprónter para poder girarse a los lados, como si fueran discursos para las dos costas del país.

La entrada de la pareja de campaña delató desde el principio un paso ensayado de los dos, pero demasiado pausado para ser natural. Hubo un momento, en esos metros eternos, en los que llegó a parecer que Joe Biden estaba llevando al altar a la recién nombrada candidata a vicepresidenta de los Estados Unidos. Y es que la pandemia lo complica todo y hasta quitarse la mascarilla y no confundirse, se ha convertido en un reto.

Intentar en menos de una hora salir airoso de todas las expectativas que había puestas en ellos, fue propio de héroes bíblicos. Biden, con el traje perfecto y esa sonrisa de buena (y cansada) persona junto a esa elegancia de hombre demócrata con solera, introdujo el acto leyendo el discurso menos emocionante de la historia de las elecciones norteamericanas.

Predecible hasta en las pausas, habló de la división del país, la economía, la pandemia, las protestas raciales, pero hasta las referencias a Donald Trump fueron demasiado obvias. Mientras, ella esperaba su turno sentada detrás, siguiendo con atención las palabras del candidato. Pero en vez de su estreno como compañera de papeleta presidencial, Biden se fue convirtiendo cada vez más en el telonero de Kamala Harris. Sólo en el momento en que empezó a hablar de ella, pareció despertar y entonces, empezó el baile.

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Harris es la historia de EEUU

Joe Biden explicó que la elección de su pareja de campaña era la acertada y la persona correcta porque aseguró que la historia de Harris es la historia de Estados Unidos: “Es hija de inmigrantes y ha vivido en persona los desafíos que significa crecer como una mujer negra e indio-estadounidense. Esta mañana, en todo el país, las niñas se han despertado, especialmente las niñas negras y morenas que se sienten ignoradas y subestimadas en sus comunidades, pero hoy, hoy, tal vez se estén viendo a sí mismas por primera vez de una nueva forma como presidentas y vicepresidentas".

El candidato demócrata también afirmó que escogió a Kamala Harris porque es inteligente, fuerte, tiene experiencia y es una luchadora de la columna vertebral de este país: la clase media», añadió. En ese sentido, Biden expresó que ella "sabe cómo gobernar, sabe cómo tomar decisiones difíciles".

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Tras hablar de la amistad de su hijo, Beau Biden, (fallecido en 2015 de un tumor cerebral) con la entonces fiscal general Harris, se intercambiaron miradas de complicidad recordando la época en que ambos, trabajaban juntos. Este fue el único momento del candidato demócrata que sonó algo real; y de esa manera, le dijo con cierta credibilidad: “Bienvenida a la familia”. Justo después, el señores y señoras de rigor, seguido del “les presento a la candidata a vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris”. Sin haber terminado, ella estaba ya levantada como si se le hubieran dormido las piernas y tuviera que activar de golpe a toda una nación.

La fiscal, la senadora, la hija y la esposa

Tras mencionar lo importante que son sus hijos (en realidad los de su marido, que se deshace en halagos hacia ella en las redes sociales), Kamala Harris habló de cómo sus padres, inmigrantes de Jamaica y de la India, se conocieron mientras protestaban por los derechos civiles en Oakland en la década de 1960.

"Mi madre y mi padre vinieron de lados opuestos del mundo para llegar a Estados Unidos. Una de la India y el otro de Jamaica en busca de una educación de clase mundial. Pero lo que los unió fue el movimiento por los derechos civiles de la década de 1960. Y así fue como se conocieron siendo estudiantes en las calles de Oakland, marchando y gritando por eso que se llama justicia, en una lucha que continúa hoy", relató.

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La candidata demócrata, tras una especie de introducción emocional cuajada de sonrisas amables, recordó varias veces a su madre y la educación que recibió de ellos. Pero sin parpadear, pasó a la acción y dejó claro que ese dedo con el que señala tiene nombre y apellidos y culpó sin paños calientes a Donald Trump de la gravedad de la pandemia en Estados Unidos.

"Este virus ha afectado a casi todos los países, pero hay una razón por la que ha tratado a Estados Unidos peor que a cualquier otra nación avanzada. Su negativa a poner en marcha las pruebas, su cambio en el distanciamiento social y el uso de máscaras, su creencia delirante de que sabe más que los expertos, todo eso es la razón por la que un estadounidense muere de covid-19 cada 80 segundos” dijo.

Seguimos sin un liderazgo o plan real del presidente sobre cómo controlar esta pandemia. No hay ayuda para los gobiernos

Con dureza y colmillo político, aseguró que cuando otras naciones estaban haciendo caso a la ciencia, Trump solo repetía lo que veía en la cadena de televisión FOX: “Mientras otros países aplanaban la curva, él dijo que el virus simplemente desaparecería como un milagro. Entonces, cuando otros países han vuelto a abrir sus negocios, ¿qué hemos hecho nosotros? Hemos tenido que cerrar de nuevo”.

Pidió a Trump y al vicepresidente Mike Pence que "asumieran la responsabilidad" de la gestión pandemia. “Con más de 5 millones de infecciones reportadas y 165.000 personas muertas como consecuencia del covid-19, meses después seguimos sin un liderazgo o plan real del presidente de los Estados Unidos sobre cómo controlar esta pandemia. No hay ayuda real para los gobiernos estatales y locales, que intentan llenar el vacío de liderazgo de la Casa Blanca”.

LA FOTO Y 82 DÍAS PARA LAS ELECCIONES

Tras terminar su intervención, aparecieron en escena la mujer de Joe Biden, Jill, y el marido de la candidata Kamala, el que va a ser según Biden, “el primer cónyuge de una vicepresidenta”.

Las fotos fueron extrañas. No había música, ni abrazos y otra vez, rápidamente, las máscaras negras, signo claro de la estrategia demócrata. Se espera que la próxima semana ambos acepten formalmente su designación como candidatos demócratas a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente.

El siguiente jueves está programado que Biden asuma oficialmente la candidatura y pronuncie su discurso de aceptación durante la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará en una conferencia virtual.

Harris hará lo mismo la noche anterior. Ante la pregunta de CNN sobre si los dos harán actos juntos, Biden dijo antes de retirarse que si la ciencia lo permite les "verán haciendo campaña juntos". Esta es una buena noticia ante una contienda electoral tan complicada como inusual pero predecible en lo que a los demócratas se refiere.

La puesta de largo de ayer fue una firme declaración de intenciones de la línea que van a seguir. Lo que la elección de Kamala Harris dice de Biden, y de su equipo, es que no han sentido la necesidad de buscar más a la que parece, ya tenían elegida desde el principio, a pesar de todas las loterías que hemos hecho.

Con una clara ventaja en casi todos los estados decisivos y a nivel nacional, los demócratas buscan el camino seguro, centrado y previsible en el que la nota desafinada sea Donald Trump.

Quieren que él se siga metiendo en las partituras de los insultos y continúe llamando a Kamala Harris “nasty” (“asquerosa” en inglés) mientras ellos, desde la compostura y el decoro de la política americana tradicional, serán los que lideren esa vuelta a la América unida de “antes”. El debut de la vicepresidenta ha sido el baile al compás de esa evidente táctica electoral. Sin embargo, quedan por delante los días más largos y difíciles de una campaña en la que veremos de todo, y nada será idílico.