Sin coronavirus y con una factura de 3.270 $: un problema más de la sanidad en EEUU

"Empecemos por un análisis de sangre y si es positivo, denme de alta": estas fueron las palabras que un joven estadounidense recién llegado de un viaje a China pronunció en el hospital Jackson Memorial de Miami, en Florida, al que acudió para valorar si tenía o no el coronavirus Covid-19. Osmel Martínez Azcue había estado un mes viajando por el gigante asiático y a su regreso a Estados Unidos se encontró en una situación complicada: comenzó a sentir los síntomas de una gripe. Tal y como él mismo explica al diario 'Miami Herald', en condiciones normales se habría tomado algún medicamento de venta libre para tratar estos síntomas, pero sintió que era su responsabilidad con su familia y el resto de su comunidad hacerse la prueba del Covid-19.

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En el hospital, fue desinfectado antes de entrar, y el personal sanitario le explicó que tendría que realizarse una tomografía computarizada, sin embargo él solicitó una prueba de gripe en primer lugar, entendiendo que la tomografía no entraría en su seguro sanitario y tampoco podría pagarla de su bolsillo. Se hizo la prueba y el resultado fue negativo. Dos semanas después, Azcue recibió una notificación en la que se le informaba de que su compañía de seguros le estaba reclamando un total de 3.270 dólares.

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Según el propio personal del hospital, el paciente solo tenía que abonar 1.400 dólares del total; sin embargo, para que su aseguradora desembolsara el resto del montante el propio Azcue tendría que presentarle documentación adicional para demostrar que, en los últimos tres años, no tenía ninguna condición sanitaria que pudiera tener relación con la presencia de una gripe. La profesora en la Universidad de Georgetown y codirectora del Centro de Reformas de Seguros de Salud, Sabrina Corlette, explicó al citado diario que la actuación del paciente es normal, dado que "cualquiera que tenga síntomas de la gripe busca atención médica". "Si [un paciente] tiene uno de estos 'seguros basura' y sabe que podrían tener que abonar más de lo que puede permitir por buscar esta atención médica, simplemente lo que hará será no ir al médico, y esto plantea un grave problema de salud pública".

Azcue, con un salario anual de unos 55.000 dólares por un puesto de trabajo en una compañía de dispositivos médicos que no ofrece ningún seguro médico, asegura que el seguro privado que costea no siempre había sido tan limitado. Cada mes, abonaba unos 278 dólares en concepto del seguro, que subieron a los 400 cuando le subieron el sueldo a la cantidad citada, por lo que decidió cancelar su plan de seguro el pasado mes de noviembre. Ahora paga 180 euros por un seguro mucho más limitado. Corlette explica que aquí es donde está la diferencia entre los 'planes basura' y los seguros completos: "Los 'basura' no cubren las condiciones preexistentes".

Poco después de que se conociera el brote de coronavirus en China, el virólogo indio afincado en Duisburgo Sudhir Bathia decidió desarrollar un test de diagnóstico para el nuevo coronavirus: lo terminó en cuestión de días y comenzó a comercializarlo poco después. Su precio era de entre 500 y 800 euros por cada 100 unidades, es decir, cada test de diagnóstico costaría entre cinco y ocho euros.