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El 'impeachment', combustible para Trump: su campaña bate récord de recaudación
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MÁS DE 15 MILLONES EN UNOS DÍAS

El 'impeachment', combustible para Trump: su campaña bate récord de recaudación

Los republicanos estaban preparados. Cuando se anunció el 'impeachment', lanzaron 1.800 anuncios en Facebook, 65 millones de correos y 12 millones de mensajes pidiendo dinero

Foto: El presidente estadounidense, Donald Trump. (Reuters)
El presidente estadounidense, Donald Trump. (Reuters)

Estados Unidos vive estos días un nuevo baño de indignación, como si los cuerpos de políticos, reporteros, comentaristas y votantes se fundiesen en una agresiva tomatina, todos ellos chorreantes de furia, acusaciones, pulpa roja. Pero no solo están hablando las bocas, también los bolsillos: la campaña presidencial de Trump 2020 ha usado la polémica del juicio político, el impeachment, como gasolina, y ha recibido 15 millones de dólares en solo unos días. Un récord de recaudación. Y sigue creciendo.

"Vamos a recaudar una tremenda cantidad de dinero con esto", dijo a The New York Post Harlan Hill, miembro del equipo de campaña de Trump. “Cada vez que hay una bulla como esta, sea lo de Mueller o cualquier otra cosa, tenemos un aumento de las donaciones. Estamos pateándoles el culo a los demócratas”, declaró.

Foto: Hunter Biden (i), Donald Trump y Joe Biden. (Reuters)

La campaña de Trump ha dedicado mucho esfuerzo a montar unos sólidos raíles narrativos. Unas vías en las que encajan todas las historias, desde la investigación del Rusia-gate, al bloqueo parlamentario o las polémicas racistas. La dinámica es siempre la misma: Donald Trump es el campeón del pueblo, quiere "drenar la ciénaga", y por eso el "estado profundo" demócrata se empeña en quitarlo del medio usando las técnicas más sucias.

Donald Trump, en resumen, es víctima de una "caza de brujas".

Los republicanos, de hecho, ya tenían un vídeo preparado desde hace meses en caso de 'impeachment'. Un montaje de 90 segundos lleno de progresistas demócratas pidiendo el juicio político a Donald Trump. Cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, anunciaba el inicio del proceso, el vídeo era lanzado a las redes junto a 1.800 anuncios en Facebook, 65 millones de correos electrónicos y 12 millones de mensajes pidiendo dinero. El esfuerzo dio resultado, y la campaña presidencial sumó cinco millones de dólares en apenas 24 horas, según su responsable, Brad Parscale.

Estamos pateándoles el culo a los demócratas

"El impulso demuestra cómo Trump, en menos de tres años de mandato, ha perfeccionado una máquina de agravios que convierte la profunda indignación de la derecha en una colecta de dólares y de nuevos apoyos", escribe Alex Isenstadt en Politico.com. "A medida que Trump se enfrenta a la mayor amenaza contra su presidencia, su campaña está azuzando (y monetizando) el enfado de las bases republicanas que desde hace mucho ven al presidente bajo asedio".

La campaña ha logrado recaudar un total de 125 millones de dólares en el tercer trimestre, un récord histórico, según AP: casi el doble que los 70 millones recibidos por Barack Obama en el mismo periodo de 2011, cuando este buscaba su reelección.

La calle clama "justicia"

Los demócratas y los medios de comunicación críticos emplean toda la munición disponible contra el presidente, y es mucha: supuestas presiones a líderes extranjeros para beneficio político y personal de Trump, nuevas sospechas relacionadas con la investigación de Robert Mueller, llamadas archivadas sin motivo aparente, amenazas de arresto por traición a líderes demócratas, intimidación a posibles testigos e incluso una referencia a una posible "guerra civil".

En la calle también se clama "justicia". Según los sondeos de Ipsos-Reuters, CNN y la Universidad de Quinnipiac, el apoyo popular al proceso de destitución ronda el 47%: entre seis y ocho puntos más que la semana anterior. Un nivel superior al número de electores que respaldan al presidente, menos de un 40%. Un calentamiento real de los ánimos, y un motivo de preocupación en la Casa Blanca.

Foto: Nancy Pelosi (EFE)

Pese al envalentonamiento de los demócratas ("Si no a Trump, venceremos a Mike Pence", decía el candidato Bernie Sanders en un tuit), un miedo primitivo los acecha entre bastidores, como quien se adentra solo en un bosque. Un bosque lleno de trampas y alimañas.

Toreando el mensaje

Si hay algo que se le da bien a Donald Trump, es fijar el ecosistema del relato. "He speaks cable", decía su biógrafa, Gwenda Blair, a este diario. Habla el lenguaje de la televisión por cable. Vibrante, contagioso, febril y directo como un disparo a bocajarro; una serie de golpes que empujan el debate a su terreno de juego. Un talento que produce escalofríos entre las cocinas electorales demócratas.

Tara McGowan, estratega digital demócrata y veterana de 2016, considera que Trump tiene “la habilidad de definir muy rápido cualquier tema o acontecimiento en sus propios términos, y energizar a su base”. Lo cual, según sus declaraciones a Politico, "le otorga una inmensa ventaja competitiva sobre los demócratas".

Más allá de esta capacidad chamánica de persuasión, el presidente cuenta con la mayor maquinaria electoral jamás diseñada. Un dispositivo que, por primera vez, aúna las estructuras de la campaña presidencial y la del Comité Nacional Republicano. Más estrategia y más recursos para un presidente que, dada su responsabilidad, no dispondrá del tiempo libre que tenía en 2016.

El objetivo de este carro de combate está claro: los distritos de los congresistas que apoyan el 'impeachment', acusados de intentar “robar” la presidencia, y Joe Biden: el favorito de las primarias demócratas. Trump ha dado luz verde, y ocho millones de dólares en anuncios salieron disparados como fuego de artillería contra Biden.

Sea cual sea la conclusión de este proceso incierto, la campaña del presidente acaba de registrar 50.000 donantes nuevos. Unas cifras que no han pasado desapercibidas en la oposición. "Esto debería de ser una llamada de atención gigante", tuiteó el exasesor de Obama, Dan Pfeiffer. "Trump va a tener más recursos para desplegar, antes y más agresivamente, que cualquier otro candidato de la historia".

Estados Unidos vive estos días un nuevo baño de indignación, como si los cuerpos de políticos, reporteros, comentaristas y votantes se fundiesen en una agresiva tomatina, todos ellos chorreantes de furia, acusaciones, pulpa roja. Pero no solo están hablando las bocas, también los bolsillos: la campaña presidencial de Trump 2020 ha usado la polémica del juicio político, el impeachment, como gasolina, y ha recibido 15 millones de dólares en solo unos días. Un récord de recaudación. Y sigue creciendo.

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