Alabama ejecuta a un hombre musulmán sin dejar que su imán esté presente en la sala
Presentó una queja formal antes de morir acusando al estado de racismo y de favorecer a los reclusos cristianos, aunque el imán estaba en una sala contigua
Dominique Ray, un preso de 42 años, fue ejecutado este jueves en la prisión de Atmore, en el estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos. Su delito había sido secuestrar y violar a una niña de 15 años, pero este hombre ha sido noticia por denunciar racismo en su ejecución: es de religión musulmana y no dejaron estar presente a su imán durante su ejecución, pese a pedirlo en reiteradas ocasiones.
Ray puso una queja formal ante el departamento de prisiones denunciando que a los presos cristianos sí se les permite que estén acompañados por un sacerdote en el momento de morir. Ese supuesto racismo es la base de la reclamación.
Sin embargo, desde el departamento de prisiones dan una versión muy distinta. En declaraciones que recoge la NBC, el portavoz Bob Horton asegura que el imán de Dominique Ray le visitó tanto el mismo día de su ejecución como el día anterior. Además, el imán presenció toda la secuencia desde una sala contigua a donde estaba el condenado.
El procedimiento habitual
Según los abogados del estado de Alabama, en las ejecuciones sólo se permite la presencia de los funcionarios de la prisión, por lo que nadie más puede estar allí. Los reclusos cristianos que van a ser ejecutados sí pueden estar acompañados de un sacerdote ya que la prisión tiene a uno entre sus trabajadores, pero no estuvo presente en la ejecución de Ray.
Un tribunal de apelación había paralizado la ejecución el miércoles 6, un día antes de que se produjera, aduciendo motivos religiosos. Sin embargo, el Tribunal Supremo se reunió de urgencia y decidió, por 5 votos contra 4, que el procedimiento era correcto y que no había razón alguna para su aplazamiento.
Robert Dunham, director ejecutivo del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, explica que diversos estados permiten habitualmente que los asesores espirituales acompañen a los presos condenados hasta la cámara de ejecución, pero no permiten su entrada a la misma. Es el mismo caso que sufrió Dominique Ray.
Dominique Ray, un preso de 42 años, fue ejecutado este jueves en la prisión de Atmore, en el estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos. Su delito había sido secuestrar y violar a una niña de 15 años, pero este hombre ha sido noticia por denunciar racismo en su ejecución: es de religión musulmana y no dejaron estar presente a su imán durante su ejecución, pese a pedirlo en reiteradas ocasiones.
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