Bélgica 1 - Reino Unido 0: hasta Irlanda se calza la bufanda de los "Diables Rouges"
Durante otro encuentro en el que Reino Unido se juega mucho: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebra hoy y mañana en Bruselas
Gol por la escuadra de Bélgica... a Theresa May. La "premier" británica ha sido hoy sorprendida por la entrada incisiva de su colega belga, Charles Michel. Pero no ha sido durante el partido que juega la selección nacional británica contra los "Diables Rouges" belgas esta tarde en el Mundial, sino durante otro encuentro en el que Reino Unido se juega mucho: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebra hoy y mañana en Bruselas.
Momentos antes de arrancar la reunión -que estará dominada por la migración, pero en la que también se tratarán los (pocos) avances en las negociaciones del Brexit- Michel se ha acercado a May con una caja negra con una cinta tricolor con los colores de la bandera belga: rojo, negro y amarillo. Rodeado de sus colegas europeos, Michel ha abierto el estuche para ofrecerle a la "premier" británica un regalo: una camiseta con el emblema belga y el número diez a la espalda, en referencia a la dirección de la residencia oficial de la primera ministra, 10 Downing Street.
La cara de May ha dejado claro que la jugada le ha pillado con las defensas bajas. No ha traido consigo nada con el que devolverle el detalle a su colega belga, que también ha repartido bufandas de su selección a otros jefes de Estado y de Gobierno. Mark Rutte y Xavier Bettel, primeros ministros de Holanda y Luxemburgo, respectivamente, han posado con Michel bufanda belga al cuello. "¡El Benelux apoya a nuestros diablos!", ha afirmado Michel en Twitter.
Algo más le habrá dolido a May ver a Leo Varadkar, el primer ministro de la vecina Irlanda, con el emblema belga. Especialmente en este momento en el que las negociaciones sobre el Brexit se encuentran atascadas, ante la dificultad de encontrar una solución convincente para Londres, Bruselas y Dublín sobre la frontera entre Irlanda del Norte y el resto de la isla. El gesto se ha convertido en una metáfora de la situación en que el Brexit dejará a Reino Unido frente a sus colegas de la Unión Europea.
A su llegada a la cumbre, en la que May dará cuenta a sus aún socios europeos de la situación de las negociaciones y de las perspectivas de Londres, May ha tratado de mostrarse optimista. "Tengo ganas de hablar con otros líderes sobre el gran progreso que hemos logrado en el acuerdo de retirada (de Reino Unido de la UE) y esperamos asegurar nuestra sólida asociación futura, que creo que redunda en interés tanto de la Unión Europea como del Reino Unido. Creo que ambas partes desean continuar ese trabajo a un ritmo más rápido de lo que lo hemos hecho hasta ahora y sin duda lo agradeceríamos", ha dicho.
Más preocupado se ha mostrado Varadkar. "No vamos a apoyar nada que dé lugar a una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte", ha avisado. Ante las quejas británicas respecto a la posición de la UE, el primer ministro irlandés ha asegurado que le corresponde a Londres también mostrarse flexibles. "Nosotros estamos dispuestos a ser más flexibles, pero Reino Unido tiene que suavizar sus líneas rojas, pero hay cosas que no pueden hacer, como no respetar las cuatro libertades. No podemos aceptarlo, porque la UE se iría quebrando", ha asegurado.
Gol por la escuadra de Bélgica... a Theresa May. La "premier" británica ha sido hoy sorprendida por la entrada incisiva de su colega belga, Charles Michel. Pero no ha sido durante el partido que juega la selección nacional británica contra los "Diables Rouges" belgas esta tarde en el Mundial, sino durante otro encuentro en el que Reino Unido se juega mucho: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebra hoy y mañana en Bruselas.