Es noticia
Italia, a la propuesta de Sánchez y Macron sobre migración: "Absolutamente no"
  1. Mundo
los acuerdos con terceros países, la clave

Italia, a la propuesta de Sánchez y Macron sobre migración: "Absolutamente no"

En Italia, no. Esa es la respuesta de Roma a la propuesta impulsada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el español, Pedro Sánchez

Foto: El presidente del gobierno Pedro Sánchez (d), y la canciller alemana Ángela Merkel, durante la Cumbre de Trabajo informal sobre inmigración y asilo. (EFE)
El presidente del gobierno Pedro Sánchez (d), y la canciller alemana Ángela Merkel, durante la Cumbre de Trabajo informal sobre inmigración y asilo. (EFE)

En Italia, no. Esa es la respuesta de Roma a la propuesta impulsada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el español, Pedro Sánchez, para crear centros de desembarco de migrantes en suelo europeo. Italia no quiere ni oír hablar de tener que crear una estructura permanente en alguno de sus puertos en los que recibir migrantes y demandantes de asilo rescatados en el Mediterráneo. Lo que quiere el gobierno italiano es que sus socios le den una solución para los migrantes económicos que llegan a sus costas desde África y que dejen de mirar a otro lado. A partir de ahí, ya veremos.

Se lo ha hecho saber Giuseppe Conte, primer ministro italiano, a sus colegas francés y español en la mini-cumbre celebrada hoy en Bruselas para discutir la cuestión migratoria. Italia no quiere centros de desembarco dentro de la UE, como sí valoran otros países, por ejemplo Grecia. "Absolutamente no", transmitió Conte a Sánchez durante una breve llamada telefónica de ambos líderes este sábado, tras el encuentro del presidente del Gobierno con Macron en París, según fuentes diplomáticas. Roma quiere que los desembarcos se realicen en el norte de África, lejos de su territorio. Y no es la única capital a la que le seduce esta idea.

Foto: El ministro italiano de Interior, Matteo Salvini. (EFE)

La idea de crear "plataformas" en las que desembarcar a las personas rescatadas en el mar cobra fuerza. No hay aún consenso entre los jefes de Estado y de Gobierno sobre las cuestiones clave, como si deben estar en territorio europeo (como defienden Sánchez y Macron) o no (como exige Conte), qué harán exáctamente, cómo se financiarán y qué sucederá después con esas personas. La discusión proseguirá en los próximos tres días, para tratar de sacar algo en claro en la cumbre a Veintiocho que arranca este jueves. Para Sánchez, deberían tratarse de una especie de CIES en puertos de distintos países europeos, financiados con fondos comunitarios. Pero no todos tienen una idea tan precisa de qué significarían.

placeholder Pedro Sánchez durante la foto de familia antes de la Cumbre de Trabajo informal sobre inmigración y asilo celebrada en Bruselas. (EFE)
Pedro Sánchez durante la foto de familia antes de la Cumbre de Trabajo informal sobre inmigración y asilo celebrada en Bruselas. (EFE)

Una verdadera frontera europea

Hay motivos de optimismo, sí, aunque en la UE nada está cerrado hasta que todo está acordado. Y, en palabras de Sánchez, "queda mucho trabajo" aún por hacer. La cumbre ha permitido identificar una serie de puntos, de "coordenadas", donde podría acabar situándose un acuerdo para dar respuesta a nivel europeo a la migración y de asilo, no a salto de mata, como hasta ahora, sino de manera permanente. El objetivo ahora es sintetizarlos.

Los líderes han convergido en varios frentes. Comparten que hace falta crear unas fronteras realmente europeas, no como hasta ahora, que siguen siendo fundamentalmente nacionales. Para ello, plantean convertir a la EASO en una verdadera agencia europea de asilo y una guardia fronteriza comunitaria. También están de acuerdo en la necesidad de elevar los fondos destinados a la migración, especialmente de cara a acuerdos con los países africanos de tránsito y origen de los migrantes, como Libia. Los líderes han consensuado que es necesario tanto destinar fondos hacia Turquía, como hacia Libia y el resto de África.

Respecto a las relaciones con otros países vecinos, los líderes coinciden en que hay que hacer más esfuerzos. Bélgica ha propuesto que se aprovechen los vínculos de cada Estado miembro con algunos países africanos -España con Marruecos, Italia y Francia con Libia, Francia con Argelia y Túnez, etc- para tratar de avanzar en acuerdos para reducir el número de migrantes económicos que llegan a la UE. Además, los líderes han dado el visto bueno a que cinco de las siete propuestas legislativas en materia migratoria que llevan meses atascadas, sean sacadas adelante para julio.

Los dossieres más espinosos, la reforma de Dublín y el de las condiciones para dar asilo, quedan pendientes, a la espera de que los países europeos logren un acuerdo sobre la cuestión de las plataformas y sus competencias, piedra angular del futuro sistema migratorio europeo.

placeholder Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa tras la Cumbre de Trabajo informal sobre inmigración y asilo. (EFE)
Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa tras la Cumbre de Trabajo informal sobre inmigración y asilo. (EFE)

Sin acuerdo, pero con optimismo

Aunque no se ha llegado a ningún acuerdo concreto en la reunión de Bruselas, buena parte de los participantes se han mostrado moderamente optimistas. "Ha sido mejor de lo que esperaba, algún progreso se ha logrado", ha asegurado el primer ministro maltés, Joseph Muscat. "Hemos encontrado más puntos de unión que de discrepacia, (pero queda) mucho trabajo por hacer", ha añadido Sánchez.

Incluso Conte, que se ha marchado sin hacer comentarios, se ha mostrado satisfecho en un mensaje en Twitter. "Hemos imprimido la dirección correcta al debate en curso", ha asegurado. Conte ha presentado a sus socios una propuesta con puntos concretos antes de estar dispuesto a considerar la cuestión de los desembarcos. Se trata de ocho puntos, que abarcan desde la reforma del reglamento de Dublín para que los demandantes de asilo no sean responsabilidad del primer país europeo al que llegan, al refuerzo de las fronteras exteriores y la creación de centros de "protección internacionales" en los países de tránsito.

Aunque no han logrado un eco inmediato en sus socios, el "premier" italiano no se ha ido con las manos vacías. Angela Merkel, la canciller alemana, ha señalado durante el encuentro que en la discusión deben tenerse en cuenta dos elementos: la necesidad de no dejar solos a los países donde llegan los migrantes por primera vez y la necesidad de no permitir que los solicitantes de asilo elijan dónde solicitar el asilo, un tono que ha gustado a Roma. Más duro se ha mostrado Emmanuel Macron, quien ha advertido de que toda respuesta europea debe ser humanitaria, tras las críticas que dirigió al gobierno italiano por el caso "Aquarius".

La vía que se abre es la de poner en marcha nuevos acuerdos con países externos a la UE que juegan un rol clave en los flujos de migración que llegan a las costas comunitarias. "Si hay un compromiso realmente para (cerrar) acuerdos concretos con países en fuera de la UE, hay progresos que pueden ser posibles este jueves", ha asegurado Muscat. Los próximos tres días serán jornadas de intensa actividad diplomática. Queda por ver si cristaliza en un acuerdo que siente las bases de un nuevo pilar de la UE o si las tensiones agravarán las tendencias centrífugas que aquejan a la Unión.

En Italia, no. Esa es la respuesta de Roma a la propuesta impulsada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el español, Pedro Sánchez, para crear centros de desembarco de migrantes en suelo europeo. Italia no quiere ni oír hablar de tener que crear una estructura permanente en alguno de sus puertos en los que recibir migrantes y demandantes de asilo rescatados en el Mediterráneo. Lo que quiere el gobierno italiano es que sus socios le den una solución para los migrantes económicos que llegan a sus costas desde África y que dejen de mirar a otro lado. A partir de ahí, ya veremos.

Emmanuel Macron Malta Pedro Sánchez Angela Merkel Unión Europea Inmigración
El redactor recomienda