“EEUU ayuda a terroristas” y otras claves de la crisis entre Occidente y Turquía

La brecha es enorme y nada apunta a un acercamiento. El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, de visita oficial en España, esbozó durante un encuentro en Madrid con seis medios españoles los puntos clave en la actual crisis entre Ankara y la Unión Europea y EEUU. Esta es su visión sobre la 'pugna'.

El choque con Europa

La decisión de adelantar las elecciones presidenciales un año y medio (al 24 de junio) ha cogido por sorpresa a la oposición y desatado las críticas del Consejo de Europa. Los comicios se celebrarán bajo el estado de emergencia. Ante las acusaciones de autoritarismo por parte de la UE, la pregunta es obligada: ¿hay garantías de que se celebrarán elecciones libres? Yildirim defiende la “madurez democrática” y la “transparencia política” de su país, subrayando que parte de la oposición “quiere atacar a Turquía”. “Por ejemplo, tienen un periódico (el 'Cumhuriyet'; quince directivos y periodistas fueron condenados este jueves a penas de prisión) que claramente apoya los movimientos terroristas. Nosotros cumplimos nuestro deber al combatirlos”.

Para el primer ministro, el adelanto electoral, que demandaron “tanto los grandes inversores como los partidos de oposición”, está justificado porque su fin es la estabilidad política, al igual que la represión desatada por el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan tras el fallido golpe de Estado.

“¿Podemos criticar a España por lo que ha hecho en Cataluña? No. se trata de (defender) la integridad territorial. Somos un Estado de derecho, una democracia madura. El estado de emergencia es para prevenir actos terroristas y no altera la vida diaria de las personas. Ahora estamos haciendo una limpieza en la Justicia y en diferentes órganos del país en los que se ha infiltrado (el movimiento de Fethullah) Gülen”, declara.

Sobre la posibilidad de realizar actos de campaña en países europeos -Holanda y Alemania, por ejemplo, impidieron que se celebrasen mitines antes del referéndum de 2017-, Yildirim destaca que en Europa viven más de 6 millones de ciudadanos turcos. "Ahora mismo Ankara tiene planes para hacer estas campañas”, que se celebrarán “según la respuesta de cada país”. Austria y Holanda ya han anunciado que no permitirán estos mitines.

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Adhesión a la UE: ningún avance

“Llevamos esperando desde hace 60 años y no hay ningún paso positivo”. Así resume el primer ministro el proceso de negociación para la adhesión a la UE (que comenzó en 2004). Yildirim también lanza una advertencia: “Nosotros pertenecemos a Europa geográficamente y queremos entrar en la Unión Europea, pero el mundo no es la UE, hay otras regiones”. Para el primer ministro, Ankara ha hecho todo lo posible para intentar resolver esta cuestión, “ahora es el turno de la Unión Europea”.

Más aún. La UE “debería darnos las gracias” por la labor de Turquía en la crisis de los refugiados, que ha evitado “un flujo de llegadas constante” al Viejo Continente gracias al 'acuerdo migratorio' con la Unión firmado en marzo de 2016. “En realidad, estamos protegiendo la seguridad de la UE y, en vez de agradecimientos, recibimos críticas”.

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Preguntado sobre el papel que pretende jugar Turquía en las negociaciones de paz para la guerra de Siria, Yildirim subraya que la solución pasa por representar a todos los grupos de población y mantener la integridad territorial de Siria. “Hay un plan importante con Rusia e Irán; esperamos que el resto del mundo se sume a esta iniciativa”, dice el primer ministro, quien añade que su país ha realizado “la mayor contribución” a la paz al acoger en su territorio a 3,5 millones de refugiados.

Yildirim no escatima en críticas a EEUU por armar y entrenar al mayor enemigo de Turquía: las Fuerzas Democráticas Sirias, una milicia kurda que cuenta con elementos del PYD (Partido de la Unión Democrática), considerado organización terrorista por Ankara. “Estados Unidos está colaborando con grupos terroristas. Es nuestro aliado en la OTAN pero ayuda a estos grupos. No se puede combatir a un grupo terrorista con otro”, afirma el primer ministro, refiriéndose a la 'fuerza proxy' que utiliza Washington para luchar contra Daesh en Siria.

En cuanto al futuro de Bashar al Assad, Yildirim sostiene que no puede permanecer en el país "ni a medio, ni a largo plazo", aunque debe sentarse a negociar en este momento para buscar una solución a la guerra.