Todos los hombres de Macron: las figuras que pueden formar parte de su Gobierno
Dada el carácter transversal del partido del nuevo presidente, existe una gran incertidumbre sobre quiénes serán los personajes que ocuparán los ministerios y puestos clave del Elíseo
Muy poco se sabe del futuro equipo ministerial de Emmanuel Macron. Los nombres que se barajan para la mayoría de los puestos son un secreto celosamente guardado incluso dentro de las filas de su partido En Marcha. El viernes, el propio Macron dejó caer en una entrevista de radio que tiene a alguien en mente para el cargo de primer ministro, “alguien con experiencia en política y la capacidad de liderar una mayoría parlamentaria”. Sin embargo, se cuidó mucho de mencionar a nadie.
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Este secretismo no ha impedido que la prensa francesa e internacional especule con las figuras políticas que podrían formar parte del Gobierno francés. En algunos casos, como los asesores cercanos de Macron durante la campaña, parece claro que jugarán un papel en el equipo. En otros, como políticos veteranos que han optado por acercarse al joven y prometedor advenedizo –e incluso algunos que se han limitado a mantener una prudente distancia, pero cuyos nombres suenan con fuerza-, la incertidumbre es mayor.
Parte de la prensa destaca la idoneidad de Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional y antigua ministra de Economía, para el cargo de primera ministra. Según una encuesta publicada el viernes, sería la opción preferida por la mayoría de los franceses, al menos de aquellos que votaron por Macron. Pero su nombramiento está lejos de ser un hecho.
A estas horas, los miembros del partido están siendo interrogados por todos los medios de comunicación sobre posibles candidatos. Esta misma mañana, el portavoz de En Marcha, Christophe Castaner, ha asegurado que Jean-Yves Le Drian, hasta ahora ministro de Defensa, “sería un muy buen primer ministro”, aunque ha insistido que respondía “a título personal”. La afirmación no ha sorprendido a nadie, puesto que Le Drian está considerado como un gestor eficaz en materia de seguridad, uno de los puntos flacos del programa de Macron, muy atacado por Marine Le Pen debido a la supuesta “debilidad” de sus propuestas en la lucha antiterrorista.
Le Drian, además, sería el perfecto puente entre la vieja generación de políticos y la generación del nuevo presidente, el líder más joven de Francia desde Napoleón III en 1848. Algo que, según los analistas, el Gobierno va a necesitar desesperadamente. “Los jóvenes tecnócratas que rodean a Macron están impacientes por que llege su oportunidad. Creen que los viejos han liado las cosas”, afirma Pierre Haski, antiguo subdirector del diario ‘Libération’, en una entrevista con la BBC. Sin embargo, “Emmanuel Macron tiene que encontrar un equilibrio entre los peces gordos tradicionales de los principales partidos y los recién llegados. No puede ser solo la nueva generación”, opina.
Le Drian es tal vez el favorito, pero no es la única opción: otros personajes muy mencionados son Sylvie Goulard, de 52 años, miembro del Comité de Economía y Asuntos Monetarios del Parlamento Europeo y una de las primeras figuras públicas que apoyó a Macrón; Xavier Bertrand, de la misma edad, un político del norte de Francia, tres veces ministro y alcalde de Saint-Quentin; y Valérie Pécresse, de 49 años, jefa del partido Los Republicanos en la región de París y antigua ministra de Presupuestos durante la presidencia de Nicolas Sarkozy.
En el equipo de Macron destacan dos figuras: Alexis Kohler, de 44 años, e Ismaël Emelien, de 29 y viejo amigo del nuevo presidente. Ambos, muy formados pese a su juventud, han jugado un papel esencial como asesores durante la campaña. Mientras Kohler será posiblemente el secretario general y jefe de personal de Macron en el Elíseo, un puesto que ya realizó cuando éste ejerció como ministro de Economía, tras lo cual ha trabajado para una naviera internacional. Emelien, que empezó en la política como parte del equipo de Dominique Strauss-Kahn en 2006, también trabajó con Macron en el mismo ministerio, y ha ejercido como su estratega jefe durante la campaña.
También sobresale su jefa de campaña, Sophie Gagnant-Ferracci, de 40 años, una abogada corporativa con gran experiencia cuya relación amistosa con Macron se remonta a tiempo atrás, a través de su marido, el economista Marc Ferracci. Y se especula con el papel que podría jugar su esposa Brigitte Trogneux –su antigua profesora de instituto, dos décadas mayor que él-, que durante la carrera hacia la presidencia ha contribuido a reescribir sus discursos, pero que probablemente no tendrá un cargo central en el nuevo equipo gubernamental.
Entre los colaboradores que probablemente tendrán un peso importante en el Ejecutivo se encuentra Jean Pisani-Ferry, de 65 años, profesor de economía y asesor gubernamental. Fundador de un think tank con base en Bruselas, ha trabajado para la Comisión Europea y el FMI, ha estado al cargo del programa económico de Macron. También puede ser relevante la presencia de su antiguo rival en la lucha por el voto centrista, el líder del partido Movimiento Democrático François Bayrou, de 65 años, que finalmente decidió apoyar a Macron en febrero, lo que disparó su candidatura.
Bayrou, de hecho, podría ser recompensado con un ministerio, igual que Castaner, el portavoz. Este último, un senador socialista del sur de Francia, también se cuenta entre los partidarios de la primera hornada. Igual que los veteranos políticos socialistas Richard Ferrand, de 54 años, y Gerard Collomb, de 69. Mientras el primero fue uno de los más ardientes defensores de la ‘Ley Macron’ de reforma laboral –que el Gobierno de François Hollande solo pudo aprobar en una versión bastante descafeinada-, el segundo es el alcalde de Lyon, una de las localidades donde mayor apoyo ha recibido el nuevo presidente, ya desde la primera vuelta. También se menciona el nombre de Gerard Araud, el actual embajador de Francia en Washington, y anteriormente en Israel y ante la ONU, y cuya experiencia diplomática sería de gran valor para el nuevo ejecutivo.
Pero si hay algo que requiera la nueva administración francesa, según los estándares de un candidato que ha prometido modernizar y hacer más eficiente el Estado, es competencia técnica. En ese sentido, ganarán peso figuras como los expertos en diferentes áreas económicas, que aportarán su experiencia tanto en el servicio en el extranjero como en el sector privado. Es el caso de otro de sus jóvenes asesores, el ingeniero Julien Denormandie, quien a pesar de contar con solo 36 años ya asesoró a Macron sobre comercio durante su etapa ministerial, tras haber adquirido experiencia en Irán y Egipto. Hombres de negocios como Renaud Dutreil, de 56 años, ex ministro de Comercio y Pequeños Negocios con Sarkozy y muy bien conectado en el ámbito empresarial, o Axelle Tessandier, de 36, experto en economía digital con un currículum forjado en Silicon Valley. Un perfil clave para un presidente para quien las nuevas tecnologías son la futura clave de la actividad comercial y la prosperidad.
Muy poco se sabe del futuro equipo ministerial de Emmanuel Macron. Los nombres que se barajan para la mayoría de los puestos son un secreto celosamente guardado incluso dentro de las filas de su partido En Marcha. El viernes, el propio Macron dejó caer en una entrevista de radio que tiene a alguien en mente para el cargo de primer ministro, “alguien con experiencia en política y la capacidad de liderar una mayoría parlamentaria”. Sin embargo, se cuidó mucho de mencionar a nadie.