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Camino despejado para Trump: Cruz se retira de la carrera tras perder en Indiana
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SANDERS DA LA SORPRESA Y VENCE A CLINTON

Camino despejado para Trump: Cruz se retira de la carrera tras perder en Indiana

Indiana ha sellado el fin de Cruz. El senador de Texas abandona la carrera tras caer derrotado. Camino despejado para Trump. Sanders da la sorpresa y vence a Clinton

Foto: Donald Trump con su mujer Melania en la fiesta de la victoria de su campaña, en la Trump Tower, en Manhattan, Nueva York (Reuters).
Donald Trump con su mujer Melania en la fiesta de la victoria de su campaña, en la Trump Tower, en Manhattan, Nueva York (Reuters).

Se acabó. Indiana ha sellado el fin de Ted Cruz. El camino hacia la nominación republicana queda despejado para Donald Trump. Caía la noche en el estado y el recuento de votos todavía no superaba el 36% cuando el senador de Texas, consciente de su derrota pese al titánico esfuerzo para ganar en Indiana, anunció que suspendía su campaña para luchar por la Casa Blanca.

Las primarias del 'Hoosier State' eran cruciales para Cruz, porque una derrota enterraba sus esperanzas de evitar que el magnate inmobiliario asegurase la nominación republicana. Si el senador de Texas se hubiese hecho con los 57 delegados que otorga el estado podría haber puesto algo más difícil para Trump su meta de reunir la cifra necesaria para asegurar la nominación (1.237 delegados) antes de la convención nacional de Cleveland. Si no alcanzaba la 'cifra mágica', todo dependería de la convención. Y, en la batalla en la sombra para conseguir la fidelidad de los delegados, Cruz iba ganando.

En su discurso de la victoria, Trump lanzó un inesperado guiño al senador por Texas: 'Cruz es inteligente y tiene un futuro brillante'. También tuvo palabras conciliadoras para latinos y afroamericanos

"El elitista más condescendiente del mundo" -según 'New York Magazine'- se había dejado la piel en los días previos a la votación, recorriendo el estado de punta a punta, charlando cara a cara con votantes -incluso con manifestantes pro Trump-. Ayer, Cruz cargaba con todo contra el magnate, con un estilo más propio de su rival que del senador latino: "Trump es completamente amoral, un narcisista, un mentiroso patológico. No conoce la diferencia entre verdad y mentira", dijo ante las cámaras durante la jornada electoral. Pero, tras conseguir el combate uno a uno que llevaba tiempo prometiendo ganar, el de Texas perdió por KO.

¿Un nuevo Trump?

En su discurso de la victoria, Trump lanzó un inesperado guiño al senador por Texas, unas palabras amables, inusuales en la retórica despiadada del magnate. "Cruz es un gran competidor, un contrincante duro. Un tipo inteligente que tiene un futuro brillante", dijo. Segundos después, más palabras conciliadoras, esta vez para las minorías: "Respeto a los latinos, a los afroamericanos, ellos solo quieren un buen empleo. (...) Vamos a amarnos los unos a los otros".

Su discurso tras la aplastante victoria en este estado del Medio Oeste industrial de Estados Unidos -zona que por sus particularidades socioeconómicas le está dando muchas alegrías al magnate- parece emplazar a la unión del partido, a acabar con la división que han explotado los demócratas. "Trump no es un alienígena que se ha apoderado del Partido Republicano, es la consecuencia lógica de las tendencias ideológicas del partido. El 60% de los votantes republicanos confiesa sentirse avergonzado por cómo se han desarrollado las primarias y un 57% admite que el proceso ha dividido a la formación", afirma Eric Walker, director adjunto de Comunicación del Comité Nacional Demócrata.

Desde el bando contrario, niegan que la división sea una amenaza para el 'Gran Viejo Partido'. "No existe un 'establishment' republicano, es un término que explotan los medios, y la prueba es que quienes se habían convertido en favoritos en la carrera por la nominación son los opuestos a quienes hubieras pensado en un principio. No tengo miedo a la división, es una oportunidad. El reto es que los votantes republicanos vean el 'cuadro completo', tenemos que estar unidos para vencer a Clinton, alguien a quien los jóvenes y las mujeres, que podrían apoyarla para tener la primera presidenta de EEUU, rechazan para votar a un socialista de 74 años", opina Sean Spicer, director de Comunicación y responsable de estrategia del Comité Nacional Republicano.

Sanders da la vuelta a las encuestas

Si el final de Ted Cruz ya es un hecho, el de Bernie Sanders parece retrasarse. El senador de Vermont actuaba antes de la votación de Indiana como un candidato consciente de una derrota inminente. En sus mitines, como el que ofreció el lunes en el Monument Circle de Indianápolis, Sanders había prometido que defenderá su propuesta progresista en la convención demócrata de verano. Pero ayer venció a todas las encuestas que le daban como perdedor y se impuso a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.

La victoria de Sanders tiene importancia en su apuesta por la nominación, porque llega tras duras derrotas en varios estados del este (Nueva York, Connecticut, Pensilvania y Maryland) y cuando la mayoría daba ya por terminada su aventura presidencial. No obstante, el autoproclamado socialista no puede aspirar más que a ayudar a la plataforma de su partido. Nada de lo que ha pasado en Indiana -ni de lo que pueda pasar en las próximas primarias- cambiará el hecho de que Hillary Clinton es la favorita para la nominación.

Recorrido por los colegios electorales

Condado de Hamilton, 6:30 de la mañana. Los votantes van llegando con cuentagotas a la iglesia que guarece las mesas electorales de una lluvia constante. No hay un solo negro o latino en la cola. Una mujer que parece sacada de 1950 -pelucón rubio cardado y vestido rosa cegador- reconoce que acaba de votar por Trump, pero no quiere explicar sus motivos.

Dominic, que coordina una mesa electoral, es una 'rara avis'. Pregunta cómo se desarrollan las elecciones en España -cree que EEUU también debería votar los domingos, que el pragmatismo debe imponerse sobre la tradición- y, a sus 50 años, dice apoyar a Bernie Sanders en un estado que "es muy conservador, muy republicano. Especialmente Hamilton...". También debe ser un optimista incorregible: espera una participación del 60% cuando en Indiana nunca supera el 40%. Claro que este año todo es diferente: Indiana ha sido un 'must-win state' para Ted Cruz en un proceso de primarias que ya se antoja eterno.

Cambiar de condado supone entrar en un escenario absolutamente diferente, excepto por la lluvia. En la Westlane School, en Marion, los blancos son minoría. Nora Stocklon, coordinadora de mesa, no tiene ninguna duda respecto a su voto -"Clinton. Ella es mi chica"- y se cabrea al comentar los índices tradicionalmente bajos de participación: "Quien no vota no tiene derecho a quejarse. Por eso he traído a mi nieta -una joven tímida sentada en una esquina de la mesa-, para que se integre en el proceso político. Es la primera vez que vota".

*El Confidencial cubre las primarias estadounidenses en Washington e Indiana invitado por el Departamento de Estado de EEUU.

Se acabó. Indiana ha sellado el fin de Ted Cruz. El camino hacia la nominación republicana queda despejado para Donald Trump. Caía la noche en el estado y el recuento de votos todavía no superaba el 36% cuando el senador de Texas, consciente de su derrota pese al titánico esfuerzo para ganar en Indiana, anunció que suspendía su campaña para luchar por la Casa Blanca.

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