Nos distraemos menos al volante que hace 10 años (o eso dice la estadística de accidentes)

El estudio La vida en un segundo. Distracciones y accidentalidad en las carreteras españolas (2012-2021), elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza a partir del análisis de la base de datos ARENA de la DGT en el periodo de 2012 a 2021 y los resultados de 1.700 entrevistas realizadas en toda España, concluye que las distracciones al volante han causado 238.000 accidentes en la última década en nuestro país, con un saldo de 6.200 fallecidos y más de 30.000 heridos graves, suponiendo un tercio de los siniestros mortales ocurridos en calles y carreteras.

Sin embargo, el informe de la aseguradora también contempla una tendencia que puede sorprender: el número de accidentes con víctimas causados por distracciones se ha reducido un 58% a lo largo de los 10 años estudiados, pues de los 33.276 registrados en 2012, que en 2013 crecieron a 34.906 para alcanzar el máximo histórico, se habría pasado a solo 12.575 en 2020, o a los 13.937 del 2021, último ejercicio analizado. A pesar de esa reducción recogida en los datos oficiales, la letalidad de los accidentes causados por distracciones habría aumentado un 52% en esos 10 años, dato basado en el índice de fallecidos por cada 100 víctimas en accidentes causados por una distracción: 1,60 en 2012, 1,28 en 2013 y 1,17 en 2014, año en el que la curva repunta, alcanzando 1,59 fallecidos por cada 100 víctimas en 2016, 1,97 en 2019, 2,38 en 2020 y 2,43 en 2021. Y los autores del informe ponen nombre a la causa de ese aumento: la velocidad. Según ellos, es un factor que agrava notablemente las consecuencias de las distracciones, aunque basan la relación entre accidentes causados por distracciones y velocidad en que, desde 2019, las multas por excesos de velocidad se han incrementado un 26%, sin entrar a valorar cómo ha aumentado, por ejemplo, el número de radares en nuestras carreteras en ese tiempo: un 4% en 2021, un 7% en 2022...

Además, ese descenso en el número de accidentes con víctimas causado por distracciones que recoge el estudio ahora presentado parece chocar con las tesis recientes de la propia Dirección General de Tráfico, cuyo máximo responsable, Pere Navarro, afirmaba hace dos años que los accidentes de tráfico "por despistes" habían aumentado. Además, cuando a comienzos del pasado 2022 entró en vigor la nueva ley de tráfico, que incluía la retirada de seis puntos a quienes manejen el móvil al volante, la DGT argumentó que, desde 2016, la primera causa de los accidentes mortales son las distracciones, causadas por el uso del móvil para hablar o utilizar la aplicación Whatsapp, pero también por el manejo del navegador, que apareja los mismos 200 euros de multa que el uso del móvil, pero implica la pérdida de la mitad de puntos: tres.

El uso del móvil, un misterio

El estudio elaborado por la Fundación Línea Directa tiene en cuenta, por ejemplo, los atestados elaborados tras los siniestros de circulación, y estos reflejan que los accidentes por distracciones se producen principalmente por abstraerse de la conducción (31%), cansancio (29%), mirar el entorno (13%) e interactuar con los pasajeros del vehículo (9%); y normalmente ocurren en vías interurbanas (60%) durante el fin de semana (37%), y consisten en colisiones por alcance (27%), siendo muy habitual que esto ocurra tanto en rectas largas, cuando se trata de vías interurbanas, como en la cercanía de semáforos, si se trata del entorno urbano.

Pero cuando los autores del informe analizaron las respuestas de las 1.700 entrevistas, las causas de distracción más reconocidas por los conductores, que en un 76% de los casos dicen circular distraídos con cierta frecuencia, no coinciden plenamente con las que reflejan los atestados, pues los usuarios parecen coincidir en que lo que más les distrae es el llamado efecto mirón (80%), ya que no pueden evitar observar las consecuencias de otros accidentes. En segundo lugar destacan la contemplación del paisaje (79%), abstraerse en sus pensamientos (72%), usar el navegador integrado en su coche o el del móvil (52%) o leer mensajes del correo electrónico o de aplicaciones como Whatsapp (34%). E incluso un 10% reconoce que a veces se graba con su móvil e interactúa en redes sociales mientras conduce.

Sin embargo, el uso del teléfono móvil para hablar, que es la gran preocupación en materia de distracciones al volante, no aparece en la estadística, poniendo de manifiesto la dificultad para recogerlo en los atestados y reflejar qué peso tiene este hábito en la siniestralidad, toda vez que un 48% (extrapolando, hablaríamos de 13 millones de españoles) reconoce usarlo mientras circula, y un 2,2% de los encuestados (600.000 conductores) se confiesa "adicto al teléfono móvil", hasta el punto de no poder dejar de utilizarlo durante la conducción. De hecho, un 25% de los entrevistados se manifestó a favor de que se permita utilizar el teléfono móvil al volante, sin ningún tipo de límite ni restricción. Para los autores del estudio, esa baja incidencia del uso del móvil en la estadística de accidentes se basa, por un lado, en la dificultad de deducir con certeza que se estaba utilizando; y, por otro, en que los conductores no suelen reconocerlo.