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El aceite usado de las croquetas y las patatas fritas, empleado para mover camiones
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Proyecto pionero de BMW en Alemania

El aceite usado de las croquetas y las patatas fritas, empleado para mover camiones

Una flota de diez camiones impulsados por un combustible diésel producido con aceite usado transporta piezas a las fábricas del Grupo BMW en Alemania. El resultado, hasta un 90% menos de CO₂ que el gasóleo convencional

Foto: Al añó, este diésel renovado emite hasta 800 toneladas menos de CO2. (BMW)
Al añó, este diésel renovado emite hasta 800 toneladas menos de CO2. (BMW)

En cierta medida, el titular de esta noticia puede parecer una broma, pero nada más lejos de la realidad. Un proyecto piloto de BMW, en funcionamiento desde el pasado diciembre, está utilizando aceite de cocina usado, junto a productos de desecho, residuos y materias primas renovables, para mover una flota de diez camiones, que día tras día transportan materiales y suministro del Grupo BMW entre diferentes plantas alemanas del fabricante.

Este proyecto piloto utiliza un diésel renovable, creado a partir de ese aceite usado y otros componentes, y denominado HVO100: las siglas HVO significan aceite vegetal hidrotratado, mientras que el número 100 indica que el 100% del combustible es renovable. En comparación con el gasóleo convencional, produce hasta un 90% menos de CO2, aunque el gasto de combustible aumenta en torno a un 3%. No obstante, con la flota de 10 camiones actualmente en circulación, se espera que este combustible renovado, más ecológico y fabricado por la compañía finlandesa Neste, permita emitir hasta 800 toneladas menos de CO2 en un año natural.

"Seguimos reduciendo la huella de carbono de nuestras cadenas de transporte y suministro a través de una variedad de medidas. Queremos saber qué tecnologías de propulsión y combustibles funcionan mejor y en qué contextos", explica Michael Nikolaides, jefe de Logística y Red de Producción del Grupo BMW, defensor de mantener una mente abierta a todas las tecnologías. De hecho, el Grupo BMW ya utiliza camiones eléctricos y de gasolina en diferentes lugares, y en el Centro de Competencia de Hidrógeno en Leipzig, las bandas transportadores se alimentan con hidrógeno para las operaciones diarias.

placeholder Esta pegatina verde indica que el camión está impulsado por este tipo de diésel.
Esta pegatina verde indica que el camión está impulsado por este tipo de diésel.

Otra de las ventajas del HVO100 es que ni los vehículos ni los motores requieren modificaciones para funcionar con este nuevo combustible, que se puede usar puro o mezclado con combustible convencional en cualquier proporción y, además, puede suministrarse a través de la infraestructura normal, en cualquier estación. Pero conviene matizar que este diésel HVO100 no es un biodiésel, que es químicamente diferente y se produce mediante un proceso distinto.

El proyecto nació con cuatro camiones que cubren la distancia de 120 kilómetros entre las plantas de BMW en Múnich y Landau an der Isar varias veces al día. Y hace escasamente un mes, seis camiones más se han sumado para viajar entre el centro de suministro del Grupo BMW en Eching, justo al norte de Múnich, para entregar piezas del almacén en la planta de producción de la ciudad, en un viaje de ida y vuelta de 40 kilómetros.

Repsol recoge aceite en Madrid

Pero la solución de BMW con los aceites de cocina ya utilizados no es un caso único. En nuestro país, por ejemplo, Repsol tiene en marcha un servicio de puntos de recogida de aceite de cocina usado en 134 estaciones de servicio de la Comunidad de Madrid, que pronto se ampliará a 150 puntos, destinando ese líquido también a la producción de combustibles renovables, con cero emisiones netas de CO2. Para colaborar con esta acción, los clientes pueden usar botellas de plástico, de al menos un litro, que se entregan en la propia estación.

placeholder Valero Martín, director general del área cliente de Repsol, entrega una botella de aceite usado.
Valero Martín, director general del área cliente de Repsol, entrega una botella de aceite usado.

Como incentivo para captar más colaboradores, si el usuario tiene la aplicación Waylet podrá beneficiarse, por cada litro de aceite de cocina usado que entregue, de un descuento de 30 céntimos aplicable en un próximo repostaje o en productos comprados en cualquier estación de la compañía en España.

En octubre de 2021, la refinería de Repsol en La Coruña procesó por primera vez 500 toneladas de aceite de cocina usado para fabricar gasóleo renovable, un paso importante, ya que la economía circular y los combustibles renovables juegan un papel esencial en su objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2050. Así, este año Repsol pondrá en marcha en Cartagena la primera planta de la península Ibérica que fabricará anualmente 250.000 toneladas de biocombustibles avanzados a partir de residuos, que se sumarán a las 750.000 toneladas que la compañía ya produce al año. Al respecto, Repsol espera alcanzar una producción de 1,3 millones de toneladas de combustibles renovables en 2025, y dos millones de toneladas en 2030.

En cierta medida, el titular de esta noticia puede parecer una broma, pero nada más lejos de la realidad. Un proyecto piloto de BMW, en funcionamiento desde el pasado diciembre, está utilizando aceite de cocina usado, junto a productos de desecho, residuos y materias primas renovables, para mover una flota de diez camiones, que día tras día transportan materiales y suministro del Grupo BMW entre diferentes plantas alemanas del fabricante.

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