Una autovía de seis kilómetros para probar la conducción autónoma y los sistemas ADAS

En junio del próximo estará plenamente operativo el nuevo centro de pruebas de BMW Group en la localidad checa de Sokolov, cuarta instalación de este tipo del fabricante bávaro, pues se suma a las que ya tiene en Miramás (Francia), Arjeplog (Suecia) y Aschheim (Alemania), muy cerca de su sede central en Múnich. De hecho, la proximidad a la ciudad germana ha sido uno de los factores que pesó a favor de la elección de Sokolov, ya que se encuentra a dos horas y media en coche de Múnich.

Pero BMW llegó a valorar 80 posibles opciones de terrenos en Alemania y países vecinos, y en la decisión final a favor de la parcela checa fue importante también que se tratara de un terreno baldío, en una antigua zona minera, pues en favor de la sostenibilidad la marca no quería afectar a ningún espacio verde.

El proyecto se inició realmente en 2014, fecha en la que BMW decidió mejorar su estrategia de investigación y pruebas, y una vez escogido el escenario idóneo las obras comenzaron en 2020, llegando a implicar a 250 empresas colaboradoras. Y aunque la pandemia afectó inicialmente al calendario de construcción, se redefinió el plan de actuación para tratar de respetar los plazos, lo que en algunos momentos llevó a trabajar al mismo tiempo a 600 personas.

Las instalaciones de Sokolov, en las que se invertirán 300 millones de euros, darán trabajo diario a entre 100 y 200 empleados cuando el centro opere al ritmo previsto, momento en el que llegarán a probarse diariamente un centenar de vehículos del grupo, compuesto por las marcas BMW, Mini, Rolls-Royce y BMW Motorrad. De hecho, ya han entrado en funcionamiento las dos primeras secciones del nuevo complejo, destinadas a las pruebas de vehículos autónomos y a ensayar sistemas de asistencia (ADAS), pues la compañía quiere intensificar el desarrollo de la electrificación, la digitalización o la conducción autónoma.

Cuando esté terminado, el centro de pruebas de BMW en Chequia contará con tres circuitos de aceleración independientes más una gran superficie asfaltada y diáfana, unas instalaciones con 90.000 metros cuadrados y adaptadas a las pruebas de nuevas tecnologías de asistencia y comportamiento ante tráfico cruzado, así como frenada de emergencia y situaciones de evasión. Además, para preparar y controlar todos los ensayos se empleará la sala de control adyacente, así como diferentes estaciones temporales de trabajo repartidas por las pistas.

Aunque, por su magnitud, el protagonismo dentro de las instalaciones de Sokolov corresponderá a la autovía de 6 kilómetros de longitud que BMW ha construido en su nuevo centro técnico europeo, y que se dedicará principalmente al desarrollo de la conducción autónoma, recreando diferentes situaciones de aceleración y deceleración en vías rápidas. Dotada de dos carriles de circulación, más un tercero destinado a la parada de emergencia, está equipada con varios pórticos y cuenta con un tramo recto de más de 1.000 metros.