Conducimos el nuevo BMW Serie 2 Active Tourer, incluido el híbrido enchufable 'gordo'

La segunda generación del BMW Serie 2 Active Tourer fue desvelada hace ya algunos meses, concretamente a principios del pasado octubre. Sin embargo, hasta ahora no habíamos tenido oportunidad de ponernos a su volante, algo que acabamos de hacer por carreteras de la Costa del Sol, lugar elegido por la firma bávara para la presentación internacional de este nuevo monovolumen, mucho más tecnológico y equipado pero que no pierde su punto versátil, detalle realmente importante en este tipo de vehículos.

En términos de diseño, lo más llamativo que introduce esta segunda generación del Serie 2 Active Tourer son sus riñones frontales, que adoptan ahora un tamaño bastante más grande, en consonancia con todos los nuevos modelos de la marca, y que funcionan como ventilación activa, es decir, abren y cierran sus lamas en función de la demanda de refrigeración que precise el motor. Además, los faros delanteros y traseros se han estilizado, y son Full LED de serie en toda la gama, aunque en opción también se ofrecen los faros LED adaptativos con función de luz de giro, luces de largo alcance matriciales… También se añaden en esta generación las llantas de hasta 19 pulgadas, aunque las que traen de serie son de 16 o 17 pulgadas. Todos estos detalles dependen, en cualquier caso, del acabado que se elija, ya que BMW ofrece dos distintos: el Luxury Line, que cuenta con un diseño más discreto y lujoso, como su nombre bien indica; y el M Sport, más orientado a clientes que deseen un aspecto dinámico y más deportivo.

Dos gasolina y un diésel, de momento

Esta nueva generación crece en tamaño respecto a la anterior, porque es más largo, más ancho y más alto. Así, la longitud total del nuevo Serie 2 Active Tourer es de 4.386 milímetros, y eso ayuda a que pueda albergar a cinco ocupantes de manera cómoda. Y la capacidad del maletero ha aumentado también, concretamente en 90 litros, lo que deja el total en 470 para las versiones 218i y 218d, mientras que en el caso del 220i, que cuenta con tecnología Mild-Hybrid dotada de batería de 48 voltios, el espacio de carga se reduce un poco, hasta los 415 litros totales con las cinco plazas en uso.

En la zona delantera del habitáculo también estrena un elemento que viene derivado directamente del buque insignia de BMW: el iX eléctrico. Hablamos del BMW iDrive de última generación, que se opera a través de la pantalla Curved Display de la firma alemana. Esta superficie corrida y curva se compone de dos pantallas integradas bajo un mismo cristal que, en combinación, superan las 20 pulgadas en total: 10,25 para el cuadro de instrumentos digital y 10,7 para la pantalla central. A través de ellas podremos seleccionar multitud de opciones, ver gran cantidad de información y tener integradas, de manera muy limpia, aplicaciones como Spotify, Amazon Alexa, Apple CarPlay o Android Auto, que ocuparán el total de la pantalla y que se mezclan con las demás apps propias, de manera que parecen nativas en el coche.

Y están muy orgullosos en BMW de la posibilidad de crear perfiles propios en el coche, mediante los cuales el vehículo aprenderá de nuestros hábitos, y no solo recordando la posición de asiento, volante o espejos; porque si contempla que hay una pauta de conducta que se repita, como por ejemplo bajar la ventanilla al llegar al parking del trabajo cada día a una hora similar, el coche procederá a preguntarnos si queremos que lo haga por nosotros, entre otras cosas. Además, estos perfiles no solo son válidos en este modelo, sino que al estar almacenados en la aplicación móvil de BMW, cada vez que nos montemos en un coche de la marca que equipe este tipo de tecnología podremos disponer de nuestro perfil personalizado también en él.

Por último, y antes de dar paso a las impresiones de conducción, decir que esta nueva generación del Serie 2 Active Tourer está disponible con dos motores gasolina y uno diésel, además de dos versiones híbridas enchufables que llegarán a partir de verano. Los de gasolina son el 218i y el 220i, con el primero ofreciendo una potencia de 136 CV, etiqueta C y un consumo homologado según ciclo WLTP de 6,2 l/100 km. El segundo, más potente, alcanza los 170 caballos, y además cuenta con una batería de 48 voltios (con 19 CV en su motor eléctrico, el doble que la generación anterior) en su sistema de hibridación suave Mild-Hybrid, que le granjea la etiqueta eco de la DGT. Y su consumo medio WLTP es de solo 5,9 l/100 km.

Por otro lado, como única alternativa diésel se encuentra el 218d, que también dispone de etiqueta C y se queda, en términos de potencia, entre los dos de gasolina, puies rinde 150 CV. Y con un consumo combinado de 4,8 l/100 km. Más adelante, en verano, llegarán los híbridos enchufables 225e xDrive y 230e xDrive, ambos con etiqueta cero de la DGT y altos valores de potencia: 245 CV en el primero y 326 en el segundo, que solventa la maniobra de 0 a 100 km/h en solo 5,5 segundos… Sin embargo, lo más llamativo de estos nuevos híbridos enchufables es aumentan su autonomía eléctrica a prácticamente el doble, en comparación con la ofrecida por sus predecesores, ya que pasan de los anteriores 55 kilómetros a 90. Con eso se consigue que la autonomía total alcance los 640 kilómetros según BMW, bastantes más que los 420 que homologaba la generación anterior. Y es que su batería tiene más capacidad que antes, pues se montaba una de 10 kWh (8,8 kWh útiles), y el modelo actual escala hasta los 16,3 kWh (14,2 kWh útiles). Además, permite potencias de carga de hasta 7,4 kW, lo que se traduce en podremos cargarlo del 0 al 100% en poco más de dos horas.

Precisamente el híbrido enchufable fue el primero de los nuevos Serie 2 Active Tourer que probamos en Fuengirola, concretamente el 230e xDrive, el más poderoso con sus 326 caballos. Según la marca alemana las unidades con mecánica PHEV disponibles en el test no eran aún las destinadas a comercialización, por lo que los datos de consumo obtenidos, por ejemplo, podrían ser diferentes a los de un 230e xDrive definitivo. Además, la ruta programada no parecía el terreno idóneo para que un híbrido enchufable familiar muestre sus virtudes, pues casi todo eran carreteras de montaña estrechas y con curvas, con constantes subidas y bajadas. Sí comprobamos, sin embargo, lo mucho que corre el 230e xDrive Active Tourer gracias a sus 326 CV, sobre todo con el modo Boost, que se activa pulsando 2 segundos la leva izquierda tras el volante. Las sensaciones son abrumadoras, especialmente porque quizás no te lo esperas de un monovolumen.

Y no solo es rápido acelerando, sino que también va realmente bien en cuanto a dinámica de conducción, virtud de la que tienen gran parte de culpa sus baterías, que se sitúan muy abajo y permiten que el centro de gravedad esté lo más cercano al suelo posible. Sumado a todo eso, el espacio interior y la calidad de los acabados es propia de lo que cabe esperar de un BMW, con molduras en madera en el salpicadero, un volante con radios de metal con un diseño de lo más interesante, la consola central flotante con toda la botonera de las marchas, el botón de arranque o el de 'MyModes' directamente traído desde el iX… Muy buenas sensaciones generales.

En cuanto a los modelos de combustión pura, únicamente pudimos probar el 220i, dotado como decíamos de tecnología Mild-Hybrid de 48 voltios. Sus 170 CV mueven el coche con soltura, especialmente en el modo más deportivo, lo que se acompaña de un consumo homologado de 6,2 l/100 (a nosotros nos dio 6,5 l/100 en una pequeña ruta de medición que hicimos). Y su etiqueta eco le convierte en una alternativa muy interesante para quienes frecuentan el centro de las grandes ciudades, pero aún no estén preparados o en condiciones de dar el salto a la movilidad eléctrica pura o con un híbrido enchufable. En cuestión de sensaciones, el 220i presumía de una suspensión muy característica de BMW, no incómoda ni dura, pero sí algo más firme que lo habitual en este tipo de vehículos, de acuerdo con la conducción más deportiva que suele ofrecer el fabricante alemán.

Por el momento BMW únicamente ofrecerá en nuestro país las dos opciones de gasolina y el diésel, con unos precios que arrancan en los 36.900 euros del 218i Active Tourer, modelo de entrada a la gama. Sube a 37.700 en el caso del 218d diésel y la factura es de 39.900 si queremos el 220i, con tecnología Mild-Hybrid y la ya comentada etiqueta eco de la DGT.