El fallo más habitual (y más perseguido) a la hora de pasar la ITV

Pasar la Inspección Técnica del Vehículo (ITV) es obligatoria para poder circular legalmente por las carreteras españolas. Para superarla favorablemente, es imprescindible contar con un buen mantenimiento del coche, ya que un fallo grave conlleva la suspensión automática.

En este sentido, el organismo ha puesto especial hincapié en controlar los elementos de seguridad y, por eso, ha decidido mostrar una serie de fotografías realizadas en distintas estaciones de ITV a nivel nacional que muestran el estado defectuoso de los frenos de algunos vehículos, uno de los fallos más habituales por el que los coches no pasan la inspección.

Con el objetivo de concienciar a los conductores sobre el peligro de circular con unos frenos en mal estado, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha iniciado una campaña hasta el próximo 16 de octubre en la que se vigilará el estado del vehículo (neumáticos, luces, señalización y vigencia de la ITV). Una avería en el sistema de frenado impedirá detener el vehículo a tiempo o provocar un comportamiento dinámico inadecuado. Además, esto aumenta considerablemente las posibilidades de sufrir un siniestro en la carretera y desencadenar diversos accidentes de tráfico.

Averías de hasta 1.000 euros

Entre los fallos encontrados por los técnicos se encuentran discos de freno partidos, tambores de frenado con falta de material, pérdida de líquido de frenos, depósito de aire comprimido de un sistema de frenos de un camión suelto, pérdida del cilindro de accionamiento de frenado en una rueda de un remolque de vehículo pesado o fallos en la centralita ABS que ha sido dañada por el fuego.

En este sentido, y según datos de 2020 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, los frenos fueron la causa por la que un 13,5% de los vehículos no pasaron la ITV, es decir, casi un millón de coches.

Circular con los frenos en mal estado, puede desencadenar diversos accidentes de tráfico

Por eso, es fundamental comprobar que el sistema de frenado está en perfectas condiciones y esto supone revisar periódicamente el estado de las pastillas y discos y el nivel del líquido de frenos. Estas averías pueden oscilar entre los 60 euros para las pastillas de freno y los 1.000 euros si hay fallos en el sistema ABS.