Cómo elegir el tipo de neumático ideal para nuestro vehículo
Hay que buscar un equilibrio en función de la zona en la que vivimos y su climatología
El neumático se ha demostrado que es un elemento clave del vehículo en una situación de emergencia como la que vive la Comunidad de Madrid y todo el centro de España estos días. Demuestra la vital importancia que tiene este elemento, y su estado de conservación, en la seguridad vial. Hay muchas opciones diferentes ante una situación climatológica tan adversa, pero lo ideal es buscar una posición intermedia, equilibrada, unos neumáticos que sirvan para el uso mayoritario que le demos a nuestro vehículo y si se complican mucho las cosas, usar cadenas o dejar el coche aparcado.
Estos días hablamos mucho de neumáticos de invierno o de cadenas, pero la mayor parte de los usuarios no tienen una idea concreta de los tipos de neumáticos, o de las opciones de cadenas disponibles. Pero tampoco es necesario saber de ello. Y todo depende de la utilización que hagamos del coche cada día.
Básicamente, hay tres tipos de neumáticos, los denominados de verano, los de invierno y unos intermedios, conocidos como todo tiempo o "allseason". Los de verano son los que se usan en España por norma general. Son un tipo de rueda que permite una buena utilización con calor, pero que con frío pierden adherencia, las distancias de frenado se alargan y ofrecen un funcionamiento algo peor. En uso invernal, con carreteras mojadas y temperaturas por debajo de los 5 grados, no son los más adecuados. Y con nieve o hielo son bastante malos.
Los de invierno son lo contrario, están pensados para trabajar en condiciones de bastante frío, siempre por debajo de los 7 grados, y son ideales para superar zonas de nieve o incluso hielo. En cualquier caso, funcionan muy bien en carreteras frías y también con lluvia. Son la opción ideal para zonas del centro de Europa, donde hay temperaturas más bajas y muchas precipitaciones, tanto en forma de lluvia como de nieve. Este tipo de neumático es obligatorio en buena parte de Europa para poder circular con un coche o un camión en invierno.
Sin embargo, hay una opción alternativa que son los denominados todo tiempo o en su nomenclatura inglesa "allseason". Como es lógico es una opción intermedia, que se adapta a todo tipo de utilización. No son tan buenos como los de invierno en momentos de gran dificultad por nieve y hielo, como la que estamos viviendo estos días, pero funcionan muy bien en carreteras frías y mojadas. Y ayudan mucho en caso de nieve.
Este mismo neumático "allseason", en pleno verano en el sur de España, con temperaturas del asfalto de más de 50 grados tampoco funciona demasiado bien. Es una opción intermedia y más equilibrada para un tipo de usuario que vive en el centro o el norte de España con momentos de temperaturas bajo cero. También se puede usar con temperaturas de 40 grados. Aunque por encima de los 7 grados las distancias de frenado se alargan respecto a uno de verano y funciona peor que estos.
Es un tipo de rueda intermedio, que no destaca en situaciones extremas, pero que funciona, en general, muy bien y que es un buen equilibrio en zonas frías de España. Lo más importante es que no requiere cambiar las ruedas en función del tiempo que tengamos. No hay que tener dos tipos de ruedas y con ellos circularemos todo el año. Y tiene un coste razonable en torno a un 10% superior a uno de verano
Y hay un neumático que queda fuera de esta división bastante clara de neumáticos, que es el Michelin Cross Climate. Es un neumático de verano, que funciona perfectamente con temperaturas altas, pero que al mismo tiempo incorpora laminillas en su banda de rodadura, una mezcla de caucho más resistente, y canales para evacuar mejor el agua que le permiten contar con la marcación de neumático M+S, la que caracteriza a los de invierno. Es decir, un neumático de verano que funciona muy bien en nieve y hielo. En este caso hablamos de un sobrecoste de un 15%.
Elegir un tipo de neumático u otro es complicado. Hay que tratar de buscar una posición de equilibrio, un intermedio que funcione bien en las situaciones que más utilicemos. Si circulamos durante muchos meses en terrenos muy fríos, si subimos con frecuencia a la sierra o vivimos en zonas de montaña, incluso un "allseaon" se nos puede quedar corto y la opción será uno de invierno.
En los países nórdicos, hay incluso un tipo de neumático por encima del habitual de invierno, el de invierno extremo. Es obligatorio para poder circular allí, en Noruega, Suecia o Finlandia, durante una parte del año. Y para los que aún necesitan un poco más, todavía se ofrece en aquellos países la opción de neumáticos de invierno extremo con clavos, aunque están prohibidos en la mayor parte de Europa.
El neumático es un mundo muy complejo, en el que lo más razonable es buscar un producto intermedio y equilibrado para lo que es nuestra utilización diaria. Si tenemos unos de verano, como la mayor parte de los usuarios en España, y nos cae una nevada como la de Filomena, la solución más razonable es la de no utilizar el coche. Solo si es imprescindible mover el coche, la mejor opción son unas buenas cadenas. Es la opción más razonable para la mayoría de los usuarios.
El neumático se ha demostrado que es un elemento clave del vehículo en una situación de emergencia como la que vive la Comunidad de Madrid y todo el centro de España estos días. Demuestra la vital importancia que tiene este elemento, y su estado de conservación, en la seguridad vial. Hay muchas opciones diferentes ante una situación climatológica tan adversa, pero lo ideal es buscar una posición intermedia, equilibrada, unos neumáticos que sirvan para el uso mayoritario que le demos a nuestro vehículo y si se complican mucho las cosas, usar cadenas o dejar el coche aparcado.