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El verdadero problema de las estaciones de recarga del coche eléctrico
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UN TERMINAL DE RECARGA PÚBLICA NO ES RENTABLE

El verdadero problema de las estaciones de recarga del coche eléctrico

Hay puntos de recarga para el coche eléctrico que no tienen ni un solo cliente en toda la semana pese a su elevado coste de instalación

Foto: Endesa instalará 2.000 puntos de recarga antes de 2021 en carreteras y en zonas urbanas.
Endesa instalará 2.000 puntos de recarga antes de 2021 en carreteras y en zonas urbanas.

El coche eléctrico sigue sin despegar en el mercado como consecuencia de una serie de limitaciones que de momento tienen este tipo de vehículos. Precio elevado, escasa autonomía, pero también una limitada red de recarga pública a nivel nacional e internacional. Todos los agentes implicados hacen su parte de trabajo para que, por fin, el coche eléctrico sea una realidad. Pero hacen falta apoyos institucionales para que empiece a funcionar de verdad.

Los fabricantes preparan sus plantas para la producción masiva de estos vehículos, lo que ahorrará su coste y el precio de adquisición. Las empresas suministradoras de las baterías, el elemento clave del coche eléctrico, trabajan en nuevos componentes e innovadoras tecnologías para conseguir más autonomía, con menor peso y coste. Pero hay un problema que tiene una difícil solución como es el de la infraestructura de recarga pública.

Es un tema muy sencillo de entender, pero difícil de solucionar. Cualquier conductor que se va a plantear adquirir un coche eléctrico quiere que haya muchos puntos de recarga públicos por si un día tiene un problema. Quiere puntos de recarga en la ciudad, en las estaciones de tren, en los aeropuertos... pero sobre todo en las carreteras. Por su parte las compañías eléctricas también quieren hacer su negocio, que lógicamente es vender electricidad.

Hasta aquí la solución parecería fácil, que las eléctricas monten miles de puntos de recarga públicos y que los ciudadanos compren coches eléctricos. Sin embargo esto no es tan sencillo. Para que un usuario se compre un coche eléctrico tiene que tener garantizado al 100% su suministro de manera personal. Nadie se va a comprar un coche eléctrico si no tiene un punto de recarga en su casa o en su lugar de trabajo. Cada día hará su recarga en su punto dedicado y el uso de la recarga pública será meramente testimonial.

placeholder Las infraestructuras de recarga del coche eléctrico no son rentables.
Las infraestructuras de recarga del coche eléctrico no son rentables.

De hecho, con los nuevos cargadores que se han instalado en las gasolineras y en otros puntos públicos, hay días que no hay ni un solo coche que se enchufe. Y en esta situación hay que preguntarse si realmente merece la pena llenar la ciudad de puntos de recarga que en general no se van a utilizar pero que suponen una gran inversión.

El problema más importante viene en las carreteras, donde sin duda es más necesaria una infraestructura para permitir que se pueda viajar con un coche eléctrico. Pero esto es aún mucho más problemático. Instalar un punto de recarga en una zona urbana es relativamente sencillo ya que solo tiene el coste de montar dicho terminal, el de conseguir el visto bueno del ayuntamiento, o de Renfe o de AENA y el consumo real del poste.

Sin embargo, en el caso de las carreteras, normalmente no hay redes de distribución de electricidad próximas, por lo que poner un punto de recarga en una gasolinera en los Monegros, o en la provincia de Guadalajara o en Palencia es muy costoso. Al precio normal de instalar dicho terminal y del consumo real, hay que añadir el elevado coste que supone trasladar una línea de corriente suficientemente potente desde una línea de suministro hasta la gasolinera.

Foto: La implementación rápida del coche eléctrico requiere infraestructuras y también apoyar las ventas de estos vehículos.

La duda que surge es quién debe pagar ese coste tan elevado para llevar corriente desde la red de distribución hasta allí. A todos estos costes tan elevados todavía hay que añadir otro muy importante como es el término fijo de potencia. En el caso de un cargador de 50 kW, un punto de recarga rápida, que es la única solución viable en un terminal de recarga pública, tiene un coste anual de 4.000 €. Una cantidad que hay que sumar al consumo y la instalación del mismo.

Eso significa que el coste de la recarga realizada en uno de estos puntos de la carretera tendría un coste tan elevado que no le sería rentable absolutamente a nadie. La única solución es que al menos el coste de hacer la red necesaria para llevar un punto de corriente suficientemente potente hasta una gasolinera, un hotel de carretera o un restaurante, se pague a través de los impuestos.

placeholder Plan de instalación de puntos de recarga de Endesa.
Plan de instalación de puntos de recarga de Endesa.

Ese es uno de los problemas que tenemos con la infraestructura de recarga. Hay que tenerla, sin duda, pero realmente hasta qué punto es operativa. Merece la pena pagar millones de euros para montar una red cuando luego solo la van a utilizar algunos vehículos y ya varios fabricantes están desarrollando el coche de hidrógeno. En cualquier caso, las compañías eléctricas se han comprometido muy fuerte con el despliegue de la infraestructura necesaria para la puesta en marcha real del coche eléctrico.

Plan Endesa

En este sentido se puede destacar el caso de Endesa que prevé poner en funcionamiento más de 2.000 puntos de recarga públicos en toda España antes de finalizar el año 2020, una cifra que subirá hasta los 8.000 en el año 2025. Estos puntos estarán instalados no solo en zonas urbanas sino también en carreteras, en una red de más de 15.000 kilómetros. Otras compañías eléctricas tienen su planes similares para completar una infraestructura que es muy necesaria, sobre todo para romper la barrera mental que supone cambiar a un coche eléctrico si no se tienen todas las garantías de su utilización en el futuro.

Lo que hace falta para que el coche eléctrico realmente despegue en España son muchas menos expresiones de "hay que hacer" o de "vamos a apoyar"… En su lugar hay que tomar decisiones, hay que poner puntos de recarga, hay que activar un potente plan de inversiones del Gobierno encima de la mesa, con cifras concretas, con el dinero que se va a invertir en el coche eléctrico. Lo demás no son más que palabras huecas que solo sirven para sumar votos y para nada más. Eso es lo que necesitan los ciudadanos para poder cambiar al coche eléctrico, la garantía de un apoyo institucional de verdad.

El coche eléctrico sigue sin despegar en el mercado como consecuencia de una serie de limitaciones que de momento tienen este tipo de vehículos. Precio elevado, escasa autonomía, pero también una limitada red de recarga pública a nivel nacional e internacional. Todos los agentes implicados hacen su parte de trabajo para que, por fin, el coche eléctrico sea una realidad. Pero hacen falta apoyos institucionales para que empiece a funcionar de verdad.

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