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El verdadero lío para que Fiat se fusione con Renault (y el gobierno francés)
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EL PRESIDENTE DE RENAULT NEGOCIA EN JAPÓN

El verdadero lío para que Fiat se fusione con Renault (y el gobierno francés)

A la dificultad de estas operaciones se suma la situación de Nissan y Mitsubishi y la ausencia de ejecutivos con gran experiencia tanto en Fiat como en Renault

Foto: El grupo Fiat ha ofrecido a Renault que la sede se quede en París.
El grupo Fiat ha ofrecido a Renault que la sede se quede en París.

Fiat y Renault negocian una posible fusión, una manera de solucionar la situación complicada que viven ambos grandes grupos del sector del automóvil. Una operación complicada porque las gamas de productos de ambas son bastante similares, pero sobre todo por la ausencia de un líder ejecutivo en cada una de ellas. Hay otro problema: el papel de la alianza Renault-Nissan en esta fusión y la integración de Nissan y Mitsubishi en este macrogrupo de automoción a nivel mundial.

El mercado del automóvil vive un momento complicado por la caída de ventas en el mercado europeo, pero sobre todo por la llegada de nuevos competidores dentro de un mercado cada vez más duro. Y tanto Fiat como Renault están sufriendo esta situación en sus cifras. No es algo nuevo, ya que hace años vivieron una situación parecida. Pero entonces ambos grupos industriales tenían al frente a presidentes visionarios capaces de buscar soluciones alternativas. Pero, desgraciadamente, esos líderes ya no están.

En el caso de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), ese visionario fue Sergio Marchionne, una persona capaz de sacar partido de cada movimiento. Fiat atravesaba un momento complicado, y entonces General Motors trató de negociar su compra. El equipo negociador de Fiat, con Marchionne, consiguió la firma de un contrato que fue un grave error para General Motors. Dar marcha atrás le costó a la multinacional norteamericana más de 3.000 millones de dólares.

Marchionne consiguió 3.000 millones de dólares por no vender nada. Y ese dinero, logrado en una maniobra genial, lo utilizó para comprar el grupo Chrysler-Jeep y formar el grupo FCA. A partir de ahí, y después de diferentes jugadas arriesgadas, el grupo Fiat estaba en su mejor momento. La muerte de Marchionne el pasado año ha dejado al grupo Fiat nuevamente en una situación complicada.

placeholder Sergio Marchionne fue el que llevó al grupo Fiat a adquirir Chrysler/Jeep.
Sergio Marchionne fue el que llevó al grupo Fiat a adquirir Chrysler/Jeep.

El caso de Renault es bastante parecido, ya que otro líder visionario, Carlos Ghosn, logró no solo reflotar la marca Renault en un momento delicado, también integró Dacia, que hoy en día es el gran éxito de la marca francesa con sus coches de bajo coste, sino también crear la alianza Renault-Nissan. Con ello sumó a la japonesa Nissan, que también vivía momentos complicados. Con Dacia y con la alianza Renault-Nissan las cosas pintaban ya muy bien para el consorcio francojaponés.

Otra operación brillante de Ghosn permitió añadir a esta alianza Renault-Nissan un tercer fabricante también japonés, Mitsubishi. Esta última hizo trampas hacer unas pruebas de homologación en Japón alterando la presión de los neumáticos y eso provocó que sus acciones bajarán muy fuerte. Ese momento lo utilizó Carlos Ghosn para comprar también esta marca.

En el caso de este ejecutivo brasileño, de origen libanés, su salida de Renault y de todo el grupo fue debida a un extraño caso de evasión fiscal denunciado por el gobierno japonés, lo que le llevó a la cárcel y le dejó fuera de toda responsabilidad en el grupo. Lo que parece claro, aparte de que exista esa supuesta evasión fiscal, es que el gobierno francés tenía de alguna manera el control de dos importantes marcas japonesas como son Nissan y Mitsubishi. Francia mantiene un 15 % de las acciones de Renault, lo que le daba cierto control en la gestión de ambas marcas.

placeholder Carlos Ghosn fue el que creó la alianza Renault-Nissan, uniendo posteriormente Mitsubishi.
Carlos Ghosn fue el que creó la alianza Renault-Nissan, uniendo posteriormente Mitsubishi.

El problema que hay para la fusión entre Fiat y Renault en estos momentos es la ausencia de un líder carismático y ejecutivo, de alguien que sea capaz de tomar decisiones de manera rápida y con criterio, como en su momento hicieron Marchionne y Ghosn. También hay otro problema: las gamas de los dos fabricantes son bastante similares y no complementarias. Fiat se basa en sus coches de gama pequeña y en sus vehículos comerciales, pero Renault también tiene modelos de gran volumen como el Clio y una gama de comerciales.

Un aspecto positivo para Fiat sería la integración de una tecnología de electrificación de la que de momento se ha hablado en la marca italiana, pero que no tiene en ningún modelo de los previstos a corto o medio plazo. Renault tiene una tecnología muy avanzada a través de Nissan. En el caso de Renault, le permitiría poder volver al mercado norteamericano con el gran apoyo de la fortaleza del grupo Chrysler-Jeep.

En cualquier caso, esta posible fusión supondría, lógicamente, un notable incremento de las cifras de producción y de la economía de escala de ambas compañías, lo que permitiría reducir costes. Pero lo que no está nada claro, según el estado actual de las negociaciones, es qué podría pasar con Nissan y Mitsubishi, dos de las marcas que integran la alianza Renault-Nissan. Si es complicado fusionar dos grandes grupos, lo es mucho más hacerlo con marcas asociadas. También sería el momento de revisar todos los acuerdos de Renault y Nissan, por ejemplo con Mercedes, con la que lleva años colaborando.

De momento, el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, ha viajado hasta Japón para negociar con los responsables de Nissan la posible fusión. Por su parte, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, aseguró que el Ejecutivo pedirá garantías para respaldar un eventual acuerdo. El Gobierno francés reclama que se mantengan los empleos y las plantas actuales de Renault en Francia, pero eso es un problema por la sobrecapacidad de producción del posible grupo Fiat-Renault en Europa. También ha pedido estar "bien representado" en la dirección de la posible nueva empresa y que el acuerdo tenga lugar en el marco de la alianza entre Renault y Nissan. El gobierno francés parece interesado en controlar el sector de automoción, no solo el francés y europeo, sino también el japonés y el norteamericano.

Fiat y Renault negocian una posible fusión, una manera de solucionar la situación complicada que viven ambos grandes grupos del sector del automóvil. Una operación complicada porque las gamas de productos de ambas son bastante similares, pero sobre todo por la ausencia de un líder ejecutivo en cada una de ellas. Hay otro problema: el papel de la alianza Renault-Nissan en esta fusión y la integración de Nissan y Mitsubishi en este macrogrupo de automoción a nivel mundial.

Carlos Ghosn
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