Un diésel posterior a 2014 contamina lo mismo que un gasolina o cómo nos marean...

Por si no era suficientemente complicado decidir el tipo de coche a comprar en este momento, el Gobierno añade un poco más de incertidumbre con sus declaraciones enfrentadas. Elste lunes, mientras la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, advertía que lo del nuevo impuesto al gasóleo era solo un “globo sonda”, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señalaba que la movilidad privada contamina mucho y que habrá que subir el impuesto. La realidad, con datos, es que un diésel de ahora contamina lo mismo que un gasolina.

La mayor parte de los usuarios optan solo por dos alternativas, el diésel o la gasolina, frente a otras como gas natural, los modelos híbridos, híbridos enchufables o los eléctricos. En lo que va de año estas dos opciones acumulan el 94% del mercado. Hasta hace unos meses, mayoritariamente la decisión iba hacia el vehículo diésel porque el coste de utilización es menor, por el menor consumo y por un precio más bajo del carburante. Y a su favor tiene que emite en torno a un 25 o un 30% menos de CO2 entre versiones equivalentes. Al menos hasta la llegada del nuevo impuesto al diésel con el que amenaza el Ejecutivo.

Pero la constante presión de los medios de comunicación contra los vehículos de gasóleo y las amenazas de los políticos de prohibir el diésel han hecho que ahora los modelos más vendidos en el mercado español sean los de gasolina. Precisamente los vehículos que emiten más CO2 de todas las opciones disponibles en el mercado.

TE PUEDE INTERESAR

La gasolina contamina más que el diésel: ¿por qué nos mienten?

Carlos Cancela

Se puede hablar de hasta dónde se cumplen o no las normas de emisiones de la Unión Europea, las famosas Euro que se realizaban hasta ahora únicamente en un laboratorio. Cada día hay nuevas informaciones que hablan de incumplimientos de las normativas, pero hasta ahora solo se ha probado el “dieselgate” del grupo Volkswagen y un escándalo similar con la marca Mercedes anunciado hace solo unas semanas. Y los incumplimientos son igual en las versiones diésel que en las de gasolina.

Los límites hasta el 1 de septiembre

Pero las normas europeas de homologación, de obligado cumplimiento para poder lanzar un modelo nuevo al mercado, son muy claras. Según el ciclo de homologación NEDC vigente hasta el pasado 1 de septiembre, un turismo diésel Euro 6 tenía los siguientes límites de sustancias contaminantes:

CO (monóxido de carbono): 0,50 g/km

NOx (óxidos nitrosos): 0,08 g/km

PM (partículas sólidas): 0,005 g/km

HTC + NOx (masa total de hidrocarburos + óxidos nitrosos): 0,17 g/km

En el caso de un vehículo de gasolina, estos límites son los siguientes:

CO (monóxido de carbono): 1,0 g/km

NOx (óxidos nitrosos): 0,06 g/km

PM (partículas sólidas): 0,005 g/km

HTC (masa total de hidrocarburos): 0,10 g/km

Es decir, comparando entre un vehículo diésel y un gasolina homologados, el de gasolina emite el doble de monóxido de carbono, CO, y en torno a un 30% más de CO2, aunque este valor depende del modelo y no tiene un valor límite. Por el contrario, el vehículo diésel emite más en óxidos nitrosos (de 0,06 g/km en un gasolina a 0,08 g/km en uno de gasóleo). Y también tiene un valor más alto si combinamos los valores de HTC y NOx (masa total de hidrocarburos y óxidos nitrosos) que en el caso de un modelo de gasolina es de 0,16 g/km, mientras que en un diésel es de 0,17 g/km.

TE PUEDE INTERESAR

¿Está cargando la policía belga sus Tesla con generadores diésel? No, pero no es tan loco

A. Villarreal

Con la última normativa vigente hasta el pasado 1 de septiembre se demuestra claramente que un coche diésel y uno de gasolina son prácticamente iguales a efectos de emisiones contaminantes y el punto diferenciador son las emisiones de CO2, muy inferiores en uno de gasóleo.

La nueva norma vigente en estos momentos, desde el pasado 1 de septiembre, es la Euro 6c, que supone una correlación entre los valores de la anterior Euro 6 y los de la nueva normativa que entrará en vigor en 2020, que es la denominada Euro 6d. Esta última es la que emplea el nuevo método de homologación WLTP, que incluye unas pruebas más largas y exigentes.