Mazda MX5 RF, el placer de conducir en estado puro y por un precio accesible

El Mazda MX5 es un coche que enamora. Solo hay que sentarse una primera vez al volante y empezar a acelerar y cambiar de marcha para que los verdaderos aficionados al mundo del automóvil puedan tomar rápidamente una decisión sobre su futuro coche para comprar. Eso sí, igual de maravilloso que es para disfrutar al volante, también es poco útil para el uso diario, porque solo tiene dos plazas y un pequeño maletero, y también porque es incómodo para entrar y salir. Es el precio que hay que pagar para tener el que creo que es el coche más divertido del mercado.

El MX5 es un coche delicioso, con el que recorrer una carretera de montaña es un verdadero placer, pero lo más importante es que para disfrutar no hace falta superar los límites de velocidad ni gastarse una gran cantidad de dinero. Y esa es la gran diferencia entre este 'roadster', que por cierto es el más vendido en la historia y del que ya se han comercializado más de un millón de unidades, y sus rivales.

Los modelos que pueden permitir unas sensaciones parecidas en su conducción son modelos más sofisticados y que cuestan mucho más dinero, como un Porsche Boxster, un Jaguar F-Type o un Mercedes SLK, por citar solo algunos de sus competidores.

Esta versión que hemos probado corresponde a la variante RF, como denomina la marca japonesa a la variante que monta un techo duro. Cuando un coche pasa de tener un techo de lona a otro metálico duro, lo normal es que el nuevo modelo suponga una pérdida del estilo del modelo original. Pero los técnicos de Mazda han logrado casi un milagro, hacer que un coche genial como es el MX5 tenga un hermano casi igual de genial con la variante RF. Un coche distinto por su estilo, por su parte trasera, con una estética muy diferente, pero también por el aumento de sus posibilidades de uso. Si el de techo de lona es un coche más difícil de usar en invierno con lluvia y con climatología adversa, con el RF este problema desaparece y tendremos un 'roadster' para usar durante todo el año.

Dos motores diferentes

No sé si se nota mucho, pero este coche me tiene enamorado desde el primer día que me senté al volante de la primera generación, allá por el año 1990, y desde entonces cada nueva generación ha sido una importante mejora en el concepto de coche divertido y accesible por su precio muy razonable, que parte de 25.000 euros. Pero, ojo, también tiene cosas negativas, como es su escaso maletero, su posición de viaje que acaba cansando cuando hay que hacer muchos kilómetros por autopista o buena carretera y su equipamiento algo escaso, aunque tiene de todo lo que realmente es necesario para conducir y disfrutar.

En cuanto a su gama mecánica, el MX5 RF se ofrece con dos motores diferentes, por supuesto de gasolina. El punto de partida es un pequeño 1,5 de 131 caballos que ya mueve con mucha soltura este pequeño biplaza que mide menos de cuatro metros. Y por encima una variante de dos litros con 160 caballos, que es la versión que hemos probado en esta ocasión.

Hay pocas diferencias entre ambos, porque ya sea con el de 131 o con el de 160 caballos, la diversión siempre está asegurada porque es un coche que en la versión más pesada está por debajo de los 1.100 kilos. Y eso, unido a su posición de conducción, a su cambio de marchas de manejo perfecto y a su tracción trasera, completa lo que al menos para mi gusto es el coche definitivo.

Ficha técnica

Motor: cuatro cilindros en línea.

Potencia máxima: 160 CV a 6.000 rpm.

Par máximo: 200 Nm a 4.000 rpm.

Cilindrada: 1.998 cc.

Combustible: gasolina.

Velocidad máxima: 215 km/h.

Aceleración de 0 a 100 km/h, 7,5 segundos.

Tracción: trasera.

Consumos homologados (urbano/ extraurbano/ mixto): 9,4/ 5,5/ 6,9 litros.

Dimensiones (longitud/anchura/altura), 3,91 x 1,73 x 1,25.

Capacidad maletero: 127 litros.

Peso en vacío: 1.090 kg.

Precio: 28.000 euros.