Es noticia
Tras cuatro siglos de incertidumbre, el misterio de los anillos de Saturno podría haber sido resuelto
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
Astronomía

Tras cuatro siglos de incertidumbre, el misterio de los anillos de Saturno podría haber sido resuelto

Un nuevo estudio sugiere que los anillos están formados por restos de una luna que las fuerzas gravitatorias destrozaron hace millones de años

Foto: EC.
EC.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Saturno no es el único planeta anillado de nuestro sistema solar, pero su faja de hielo y polvo es, con mucho, la más espectacular. Un nuevo estudio muestra una nueva explicación de cómo y cuándo se formaron sus anillos, ofreciendo una solución a un misterio que ha desconcertado a los astrónomos desde que Galileo levantó su telescopio y observó por primera vez el planeta en 1610.

El estudio sugiere que los anillos se formaron hace entre 100 y 200 millones de años, cuando una de las lunas de Saturno, desviada de su curso por otra luna, se acercó demasiado al planeta y fue despedazada por sus fuerzas gravitatorias. Según los resultados, publicados el jueves en la revista 'Science', los escombros de la hipotética luna, a la que los investigadores bautizaron como Crisálida, siguieron orbitando alrededor de Saturno y, con el tiempo, se aplanaron hasta formar el disco de partículas que se ve hoy en día.

Foto: El hombre podría viajar a Júpiter en 2101y a Saturno en 2132 (EFE/ESO/M. Kornmesser)

Los anillos tienen un grosor de solo 9 metros en algunos lugares, pero abarcan un diámetro de unos 170.000 kilómetros. Júpiter, Urano y Neptuno también tienen anillos, pero son más pequeños, oscuros y débiles.

La Dra. Maryame El Moutamid, astrónoma de la Universidad de Cornell que escribió un editorial que acompaña al estudio pero que no participó en él, afirma que este representa "un escenario completamente nuevo que puede resolver la cuestión de la edad de los anillos para siempre".

Además de explicar cómo y cuándo pudieron formarse los anillos, la hipótesis de la luna perdida ofrece una explicación para la desconcertante inclinación de Saturno. Al igual que la Tierra, pero a diferencia de Júpiter —el planeta de nuestro sistema solar al que más se parece—, Saturno gira a un ángulo significativo con respecto al plano en el que orbita el Sol.

Foto: Júpiter y Saturno se verán como si fuera un doble planeta (Foto: EFE)

Según el Dr. Francis Nimmo, profesor de ciencias planetarias en la Universidad de California, Santa Cruz, y coautor del estudio, el escenario "permite encajar las piezas de dos puzles que hasta ahora se habían percibido como cuestiones separadas". "Resulta que se pueden explicar ambas incógnitas con una sola historia".

Durante muchos años, los científicos creyeron que los anillos de Saturno se formaron hace más de 4.000 millones de años, cuando el fuerte campo gravitatorio del joven planeta habría capturado cometas y asteroides que pasaban y los habría aplanado lentamente hasta convertirlos en anillos. Sin embargo, las observaciones realizadas por tres misiones de la NASA —Voyager 1 y 2 en la década de 1980 y Cassini entre 2004 y 2017— pusieron en duda esta teoría. Las observaciones revelaron que la masa y la composición de los anillos eran mucho más jóvenes de lo que se creía.

"Si no son antiguos, deben ser el resultado de la desintegración de un cuerpo, como un gran cometa o una luna posterior", opinó sobre los anillos el Dr. Jack Wisdom, profesor de ciencia planetaria en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y autor principal de la nueva investigación. Pero averiguar qué tipo de objeto —y cómo se rompió exactamente para formar los anillos— resultó ser un rompecabezas complicado.

Foto: La NASA halla una rara molécula en Titán, la luna de Saturno: ¿una señal de vida?. (EFE)

La solución llegó cuando el análisis de los datos de Cassini por parte del equipo de investigación puso patas arriba las ideas que se tenían desde hace tiempo sobre las complejas relaciones entre Saturno, sus lunas y el cercano planeta Neptuno. Los científicos habían pensado que Saturno y Neptuno estaban en resonancia, es decir, que interactuaban gravitatoriamente. Pero el análisis demostró que eso había sido cierto pero ya no lo era, sugiriendo que una pequeña luna debió interrumpir la resonancia cuando las fuerzas gravitacionales ejercidas por otra luna, Titán, la enviaron en espiral hacia Saturno.

No todo el mundo está convencido de que la cuestión de los anillos de Saturno y su inclinación se haya resuelto. Jack Lissauer, científico planetario del Centro de Investigación Ames de la NASA, en Silicon Valley (California), opina que el nuevo escenario "tiene muchas cosas a favor", pero que es difícil verificar la compleja serie de acontecimientos celestes en que se basa. El Dr. Lissauer no participó en la investigación.

Según Matthew Tiscareno, un investigador de anillos planetarios del Instituto SETI en Mountain View (California) que no participó en el estudio, la comunidad científica debe dedicar tiempo a revisar la nueva investigación. Pero el Dr. Tiscareno calificó el escenario de la luna perdida como "una idea nueva y emocionante que probablemente nos acerque a la resolución de varios misterios entrelazados en Saturno".

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'

Saturno no es el único planeta anillado de nuestro sistema solar, pero su faja de hielo y polvo es, con mucho, la más espectacular. Un nuevo estudio muestra una nueva explicación de cómo y cuándo se formaron sus anillos, ofreciendo una solución a un misterio que ha desconcertado a los astrónomos desde que Galileo levantó su telescopio y observó por primera vez el planeta en 1610.

Wall Street Journal Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)
El redactor recomienda