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Las grandes fortunas sacan tres cuerpos de rentabilidad al Ibex con sus sicavs
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Leopoldo del Pino, el mejor inversor

Las grandes fortunas sacan tres cuerpos de rentabilidad al Ibex con sus sicavs

Las 20 mayores sicavs de España por patrimonio han conseguido batir de lejos el rendimiento del índice selectivo de la bolsa nacional, con sólo 4 excepciones

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Llevan tiempo intentando quitarse el sanbenito de ser unos vehículos sólo para privilegiados. Las sicavs (sociedades de inversión de capital variable) son vehículos de inversión abiertos a cualquier ahorrador, desde el mismo momento en que cotizan en bolsa y toda persona puede acudir al mercado a comprar sus acciones, con el añadido de que están obligadas a dar contrapartida para garantizar la liquidez.

Además, cuando cuentan con más de 500 partícipes, gozan de las mismas ventajas fiscales que un fondo de inversión, otro atractivo que ha sabido explotar con acierto la familia March, que posee tres sicavs entre las mayores de España y suma más de 24.700 accionistas.

Pero la pregunta del millón que, lógicamente, se hace cualquier ahorrador que pueda plantearse confiar parte de sus ahorros a estos vehículos es qué rentabilidad obtienen. Y la respuesta, al menos en lo que respecta a las grandes, es: muy superior a la obtenida por el Ibex 35 (ver índice), que el pasado ejercicio se revalorizó un 3,6%.

Las 20 mayores sicavs del país, todas ellas en manos de grandes fortunas, han cerrado 2014 con un rendimiento superior al obtenido por la media de las 35 mayores empresas del país, con cuatro únicas excepciones. La más llamativa es Soixa, vehículo gestionado por Bestinver y controlado por la familia Hernández-Calleja, dueña de Ebro, que en la recta final del ejercicio se ha visto salpicada por el la marcha de Francisco García Paramés y, frente a la ganancia del 7,30% que acumulaba en el primer semestre, ha terminado cerrando con una discreta mejora del 2,8%.

Fomento de Ahorro e Inversiones, sicav de la familia Núñez Velázquez, accionista de la Universidad Alfonso X el Sabio, con un 0,29%, Noria, ligada a los Balanyá, apellido industrial catalán, con un 2,57% y Torrenova, de los March, con un 3,51%, son las otras tres excepciones a la norma. Pero, la regla general, es que las grandes fortunas consiguen sacar tres cuerpos al Ibex 35, como puede verse en el gráfico

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Leopoldo del Pino, que hace poco más de un año lanzó Tosqueta de Inversiones, se ha alzado con el premio al mejor inversor, al haber logrado una rentabilidad del 12,24%, casi 9 puntos más que el selectivo. Tras él, aparece un nutrido grupo de sicavs ligadas a apellidos ilustres que han despedido 2014 con rendimientos superiores al 9%: Elitia, de la familia Gallardo (9,53%); Allocation, con Joaquín del Pino (9,78%); Cartera Mobiliaria, de Santander (9,36%); Kalyani, de Ram Bhavnani (9,11%); Herprisa y Gesprisa, ambas del fundador de Pronovias, Alberto Palatchi (9,7% y 9,3%, respectivamente); Arbarín, de Juan Abelló (9,88%); y Catoc, del Grupo Catalana Occidente.

Fuera del top 20 por tamaño, pero con un nada despreciable patrimonio de 97,39 millones, destaca la sicav Currelos de Inversiones, que ha obtenido una rentabilidad del 12,64% en 2014. Esta sociedad está ligada al empresario Luis Fernández Somoza, que tras vender Azkar apostó por gestionar su dinero a través de este tipo de vehículos.

Menos espectaculares, pero en cualquier caso superiores al Ibex 35, han sido las cifras obtenidas por Morinvest y Fermat, ambas controladas por Alicia Koplowitz, que se han anotado un 5,94% y un 6,46%, respectivamente, cifras en línea con las obtenidos por Cartera Bellver (March) y Swift (Leopoldo Del Pino).

Casi un 7% ha sido el rendimiento de Soandres, la sicav de Sandra Ortega, y Lluc, vehículo también ligado a la familia March; mientras que Chart, también de Joaquín del Pino, se ha anotado un 7,48%; y Brunara, participada por Felipa Jove, un 8,38%.

Todas ellas, jugosas rentabilidades que, además, cuentan con el añadido de que la mayoría de estos vehículos sdefienden la máxima salvaguardar el patrimonio, lo que puede interpretarse como un cierto colchón de seguridad frente al riesgo de los mercado. Pero, a cambio, tienen en contra estar controlados por un gran apellido que vela por sus intereses, los cuáles no tienen por qué coincidir siempre con los del resto de accionistas.

Llevan tiempo intentando quitarse el sanbenito de ser unos vehículos sólo para privilegiados. Las sicavs (sociedades de inversión de capital variable) son vehículos de inversión abiertos a cualquier ahorrador, desde el mismo momento en que cotizan en bolsa y toda persona puede acudir al mercado a comprar sus acciones, con el añadido de que están obligadas a dar contrapartida para garantizar la liquidez.

Sandra Ortega Patrimonio Sicav Juan Abelló Alicia Koplowitz Rentabilidad
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