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El diferente calendario de los bancos centrales erosiona ya la resistencia del euro
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se deprecia hasta los 1,35 dólares

El diferente calendario de los bancos centrales erosiona ya la resistencia del euro

El retraso con el que camina el BCE con respecto a la Fed y el Banco de Inglaterra está dejando una lenta, pero cada vez más visible, huella en la divisa europea

Foto: Mario Draghi y Janet Yellen, en una reunión del G-20
Mario Draghi y Janet Yellen, en una reunión del G-20

No está siendo a bloque. Pero el caso es que, poco a poco, el diferente paso con el que caminan los principales bancos centrales del mundo está desgastando la resistencia del euro a caer. Mientras el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal (Fed) estadounidense ya están de vuelta con los estímulos monetarios, el Banco Central Europeo (BCE) todavía está de ida, y esta disparidad se deja notar de manera creciente en el cuerpo a cuerpo entre sus respectivas divisas.

El euro, que hasta comienzos de mayo mantuvo vivo el asalto de los 1,40 dólares, una cota que no supera desde 2011, se cambia ahora a 1,35 dólares. En concreto, este miércoles marcó un mínimo diario de 1,352 dólares, con lo que vuelve al terreno en el que estaba en febrero de este año, además de encontrarse por debajo de los 1,374 dólares a los que cerró 2013. Contra la libra, su descenso es más acusado. La divisa británica ya compra más de 1,26 euros -el miércoles se estiró hasta los 1,267 euros- y se encuentra en máximos desde agosto de 2012 contra la moneda única.

El paso adelante de la libra y el dólar responde a que el mercado asume que sus respectivos bancos centrales ya están en modo regreso. En especial, el Banco de Inglaterra, que es el que encabeza las quinielas acerca de quién será el primero de los grandes de la banca central en elevar el precio del dinero.

Los tipos llevan congelados en suelo británico en el mínimo histórico del 0,5% desde marzo de 2009. Pero tras escuchar al gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que a mediados de junio sugirió que los intereses pueden subir "más pronto de lo esperado", y tras comprobar que la inflación está repuntando y que los precios inmobiliarios se están calentando, el mercado ya está revisando los cálculos y anticipa que no seguirán mucho más tiempo en ese nivel.

Los analistas más atrevidos creen que en el contexto actual, Carney empezará a subir los tipos en el último trimestre de este año. Aunque, de forma general, el consenso de mercado ubica ese primer repunte, que sería el primero desde 2007, en los tres primeros meses de 2015.

En cuanto a la Fed, la entidad presidida por Janet Yellen lleva meses inmersa en la retirada de los estímulos más extraordinarios. Ya ha recortado en cinco ocasiones su tercer programa de compras de deuda (QE3), que ha sido reducido ya de 85.000 a 35.000 millones de dólares al mes. Por el momento, los planes de Yellen pasan por interrumpir por completo el QE3 en octubre.

¿Y luego? ¿Cuándo empezará a subir los tipos? Por ahora, las previsiones sitúan ese aumento entre finales del segundo trimestre y comienzos del tercero. Aunque ya hay voces dentro de la Fed que manifiestan más prisas. El presidente de la Fed de Kansas, Richard Fisher, aseguró ayer que la primera subida de los tipos podría producirse "a comienzos de 2015, o incluso antes".

En contraste con estos planes, Mario Draghi aún transita por el carril de ida. Acaba de bajar los tipos al mínimo histórico del 0,15% y desde septiembre suministrará a los bancos hasta un billón de euros para reactivar el crédito. Esta segunda medida volverá a ampliar el balance del BCE, una consecuencia que puede ser clave para restar pujanza al euro con respecto a la libra y el dólar. Y más que lo será si, como ha anticipado, la entidad termina creando más euros mediante el lanzamiento de un programa de compras de deuda (QE).

El mercado, por tanto, comienza a descontar que el BCE será el más tardío en elevar los tipos. Y este decalaje se observa ya en los pronósticos de los analistas. Según el consenso de mercado recogido por Bloomberg, la divisa europea terminará el año en los 1,32 dólares.

No está siendo a bloque. Pero el caso es que, poco a poco, el diferente paso con el que caminan los principales bancos centrales del mundo está desgastando la resistencia del euro a caer. Mientras el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal (Fed) estadounidense ya están de vuelta con los estímulos monetarios, el Banco Central Europeo (BCE) todavía está de ida, y esta disparidad se deja notar de manera creciente en el cuerpo a cuerpo entre sus respectivas divisas.

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