Es noticia
El gran hándicap de la zona euro: por qué al BCE le costará más bajar los tipos que a la Fed
  1. Mercados
  2. El Valor Añadido
Un mensaje divergente

El gran hándicap de la zona euro: por qué al BCE le costará más bajar los tipos que a la Fed

El banco central de la eurozona tiene motivos para ser más cauto que su homólogo de EEUU a la hora de plantear un giro en su política, pero tendrá pocas alternativas a seguir sus pasos

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Reuters/Louiza Vradi)
La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Reuters/Louiza Vradi)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El BCE aguó este jueves la fiesta prenavideña en la que se hallan inmersos los mercados financieros. Horas después de que el mensaje de la Fed convenciera a los inversores de que el inicio de los recortes de tipos de interés aguarda a la vuelta de la esquina, la presidenta del banco central de la eurozona, Christine Lagarde, se mostró mucho menos abierta a ofrecer a los inversores una señal semejante.

"No podemos bajar la guardia", fue la cita empleada por la francesa para trasladar a los inversores la idea de que en el plan del BCE no hay lugar aún para los recortes de los tipos de interés. De hecho, insistió, esta posibilidad ni siquiera fue debatida en la reunión de este jueves.

El repunte del euro, superior al 1%; el frenazo de las bolsas, tras el buen arranque de sesión, y el rebote de las rentabilidades de los bonos fueron suficiente evidencia de que el tono empleado por Lagarde no venía a acompañar la idea que se habían conformado los mercados.

Al contrario que la Fed un día antes, el BCE sí puso el énfasis en mostrar a los inversores que se estaban precipitando con sus expectativas de un pronto giro a la baja en el precio del dinero, recordando que este no se producirá hasta que haya suficientes datos que así lo respalden. Con unas previsiones que siguen apuntando a que la economía europea evitará la recesión este año y el próximo y que la inflación subyacente seguirá por encima del 2% aún en 2026, parece lógico que el banco central no tenga prisas por revertir las recientes subidas de los tipos.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Wittek)

"Seguimos pensando que el camino del BCE hacia los recortes de tipos será más largo de lo que los mercados habían previsto durante las últimas dos semanas. De hecho, es difícil ver cómo el banco central podría decidir dar un giro de 180 grados a las tasas oficiales solo a raíz de unas pocas cifras de inflación más débiles de lo esperado, sin que la inflación general caiga por debajo del 2% y con pronósticos de inflación a más largo plazo aún en torno al 2%", indica Carsten Brzeski, jefe de macro global de ING.

Si el BCE ya se movió con mucha más lentitud que la Fed a la hora de iniciar el reciente ciclo de subida de tipos, existen razones para pensar que la institución con sede en Fráncfort puede volver a quedar a la zaga de su homóloga estadounidense en el camino inverso, mientras busca una solución de consenso entre las distintas almas en su seno (halcones y palomas) y que case bien con las diversas realidades económicas de los países de la región.

El BCE aún querrá estar vigilante ante la evolución de los salarios de cara a 2024

En una región poco acostumbrada a lidiar con estrecheces en el mercado laboral como las que se han dado en los últimos trimestres y con una situación demográfica que no juega a favor de una resolución de este problema, la necesidad de vigilar las próximas negociaciones salariales antes de cantar victoria frente a los precios parece una muestra de prudencia aconsejable.

Además, con la expectativa de un rebote de la inflación en los próximos meses (por un efecto base), el BCE querrá evitar la sensación de que está cediendo antes de tiempo, lo que podría acabar haciéndole perder el control de los precios.

Así, se entiende que los inversores hayan acogido las palabras de Lagarde desechando sus propias apuestas de que el banco central iniciará en marzo las bajadas de tipos. Si son necesarios más datos para confirmar la conveniencia de un recorte, difícilmente estos llegarán antes de que el propio BCE vuelva a revisar sus expectativas, lo que se producirá al término del primer trimestre de 2024.

Solo un mes de tregua

Pero el mercado tampoco parece dispuesto a empujar mucho más allá sus previsiones y ahora da casi por hecho que el primer recorte de las tasas llegará en abril. Una idea que puede explicarse, precisamente, a partir de la creencia en que las últimas previsiones del BCE se revelarán erróneas más pronto que tarde.

"Creemos que la inflación y el crecimiento del PIB serán inferiores a las previsiones del BCE"

"Creemos que la inflación y el crecimiento del PIB serán inferiores a las previsiones del BCE el próximo año y anticipamos cinco recortes de tipos de 25 puntos básicos en 2024, el primero de los cuales se producirá en abril", apuntan en Capital Economics.

En última instancia, el BCE podría encontrar muy difícil su pretendida independencia de los planes de la Fed, que no por casualidad suele ser replicado por su equivalente europeo. Si el banco central estadounidense iniciara próximamente la reversión de sus subidas de tipos, podría desencadenar una serie de movimientos (el fuerte repunte del euro este jueves es una muestra clara de ello) de consecuencias nocivas para la economía de la eurozona, que harían aún más difícil que se cumplieran las actuales previsiones de crecimiento e inflación y que, por ende, allanarían el camino a una rebaja de los tipos en la región.

El BCE tiene, sin duda, razones para ser más cauto que la Fed a la hora de apuntar a una próxima bajada de los tipos. Más difícil es que tenga alternativa a seguir el camino que vaya marcando el banco central estadounidense.

El BCE aguó este jueves la fiesta prenavideña en la que se hallan inmersos los mercados financieros. Horas después de que el mensaje de la Fed convenciera a los inversores de que el inicio de los recortes de tipos de interés aguarda a la vuelta de la esquina, la presidenta del banco central de la eurozona, Christine Lagarde, se mostró mucho menos abierta a ofrecer a los inversores una señal semejante.

Banco Central Europeo (BCE) Christine Lagarde Reserva Federal
El redactor recomienda