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El BCE confirma el giro de la política monetaria con la mejora de la inflación
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ACELERARÁ LA REDUCCIÓN DE BALANCE

El BCE confirma el giro de la política monetaria con la mejora de la inflación

La autoridad monetaria mantiene los tipos en el 4,5%. El BCE recorta a la baja las previsiones de inflación y acelerará la reducción de su balance

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Wittek)
Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Wittek)

El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con el guion y mantiene los tipos de interés, pero confirmando el giro de la política monetaria. La autoridad monetaria, aunque advierte de posibles repuntes de la inflación a corto plazo, observa una mejora sostenida que se traduce en una revisión a la baja de las previsiones. Aunque no se compromete a futuros movimientos, el BCE confirma la tesis del mercado de que no habrá más subidas y, de hecho, habrá varios recortes de tipos en 2024.

La institución que preside Christine Lagarde ha explicado que "se espera que la inflación descienda gradualmente durante el próximo año y se acerque al objetivo del Consejo de Gobierno del 2% en 2025". Es decir, el endurecimiento monetario se está transmitiendo a la economía, desacelerando la inflación, y permitiendo que no hagan falta más subidas. Aun así, en rueda de prensa, Lagarde ha señalado que "no se debe bajar la guardia", y que se necesitan más datos para evaluar la resistencia de la inflación subyacente. También ha asegurado que "no se han discutido recortes de tipos", porque no se pasa rápidamente de las subidas a las bajadas. Todo un aviso al mercado.

Al contrario, el debate en el mercado gira en torno a cuántas bajadas de tipos habrá el año que viene, algo sobre lo que el BCE ha evitado, como es habitual, dar pistas. Los tipos principales de financiación siguen en el 4,5%, los tipos de facilidad marginal de crédito en el 4,75%, y los de facilidad de depósito, que marca la remuneración de la liquidez de la banca, en el 4%.

Lo que sí ha anunciado el BCE es una aceleración de la reducción de su balance a partir de julio. La autoridad monetaria ha apostado por una reducción de la cartera en 7.500 millones mensuales durante el segundo semestre del año que viene, para dejar de reinvertir los vencimientos en diciembre. En el mercado se especulaba con esta posibilidad. Aunque la cifra no es muy significativa para un montante invertido en deuda pública y corporativa de 1,7 billones durante la pandemia, sí es una puerta abierta a las tesis más duras del BCE (hawkish) frente a un mensaje general más flexible (dovish).

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Reuters/Johanna Geron)

El BCE ha constatado un menor dinamismo económico, al que ha contribuido con el endurecimiento monetario, que se traduce en un recorte de las previsiones de inflación y de crecimiento. Aunque advierte de potenciales repuntes a corto plazo del IPC, por "presiones intensas" a través de los salarios y de una caída de la productividad, espera un promedio del 5,4% en 2023, del 2,7% en 2024, del 2,1% en 2025 y del 1,9% en 2026. Es la primera vez que las proyecciones llegan a 2026, año para el que pronostica que la inflación se sitúe por debajo del objetivo del 2%.

En cuanto a la inflación subyacente (sin alimentos frescos ni energía), el banco central espera que el indicador termine el año en un promedio del 5% para caer después al 2,7% en 2024, al 2,3% en 2025 y al 2,1% en 2026. Es decir, se acercan la inflación subyacente y la general, lo que implica que desaparecen las fuerzas inflacionistas de segunda ronda (inflación que genera inflación).

La parte negativa es que esta disminución de la inflación se produce por la desaceleración del crecimiento, con riesgo real de recesión, aunque el BCE evita esta palabra. La estimación de PIB se ha reducido para este año y el que viene. Para 2023, en una décima, hasta el 0,6%, y para 2024, en dos décimas, al 0,8%. No hay cambios para 2025, año en el que espera un 1%, mientras que para 2026 se proyecta un 1,5%. "Nuestro mandato no es evitar la inflación, sino que la inflación esté en el 2% en el medio plazo", ha recordado Lagarde.

El BCE ha eliminado el mensaje de que los tipos de interés seguirán altos durante mucho tiempo (higher for longer), aunque en el comunicado sí ha recogido que el Consejo de Gobierno asegurará que los tipos "se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario".

Los miembros del BCE celebran que las subidas de tipos del último año y medio "siguen transmitiéndose con fuerza a la economía", de tal forma que se está frenando la demanda. Por ello, se espera que el crecimiento "continúe siendo débil a corto plazo", aunque más adelante la economía "se recuperará gracias al incremento de las rentas reales, ya que los ciudadanos se beneficiarán de la caída de la inflación y del aumento de los salarios, y a la mejora de la demanda exterior".

El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con el guion y mantiene los tipos de interés, pero confirmando el giro de la política monetaria. La autoridad monetaria, aunque advierte de posibles repuntes de la inflación a corto plazo, observa una mejora sostenida que se traduce en una revisión a la baja de las previsiones. Aunque no se compromete a futuros movimientos, el BCE confirma la tesis del mercado de que no habrá más subidas y, de hecho, habrá varios recortes de tipos en 2024.

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