Repunte de reclamaciones contra la banca por las pérdidas en fondos de renta fija

Las pérdidas masivas en renta fija durante el año pasado provocaron malestar en muchos inversores, especialmente en clientes de la banca que no están acostumbrados a asumir riesgos con su ahorro. Fuentes del mercado indican que está habiendo en 2023 un aumento de reclamaciones por la comercialización de fondos que sufrieron números rojos en 2022.

Los fondos españoles de renta fija a corto plazo tenían un patrimonio de 29.157 millones al inicio de 2022, y sufrieron pérdidas en el año del 1,2%, según datos de la patronal Inverco. Los de deuda a largo plazo, activos por valor de 38.084 millones, y registraron números rojos, de media, del 8,13%. En renta fija mixta euro, el patrimonio era de 17.746 millones, y el resultado de pérdidas del 8,8%. Mientras que en renta variable mixta, el patrimonio era de 1.824 millones, y los números rojos alcanzaron el 10,8%.

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La subida vertiginosa de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la inflación fue la que provocó la sangría en renta fija. Para algunos gestores fue el peor año desde los 70, para otros en un siglo, y los hay que consideran que el peor de la historia, según cómo lo evalúen. Lo que está claro es que fue un ejercicio difícil, y que clientes que invierten en activos con bajo riesgo asumieron pérdidas más habituales en la renta variable.

Esto ha provocado un aumento de las reclamaciones contra la banca española, según fuentes del mercado. Desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no hay comentarios al respecto, y se limitan a recordar que "la información más reciente publicada por la CNMV sobre reclamaciones de inversores es la de 2022 y se puede consultar en la Memoria de atención de reclamaciones y consultas de los inversores, difundida a finales de julio. Los contenidos y estadísticas de 2023 aún no se han publicado".

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Las reclamaciones se centran en la comercialización. Ante las pérdidas, hay decenas de reclamaciones que cuestionan cómo se les vendió el producto. Muchos clientes alegan que no se les informó del riesgo y, a partir de ahí, el Departamento de Reclamaciones de la CNMV analiza la documentación entregada, contrasta con el banco para que aporte también sus documentos, y decide.

En algunos casos, los funcionarios del supervisor han visto perfiles de riesgo de inversiones que no concuerdan con el riesgo del fondo, que va de uno a siete. También los hay que aseguran que desde la entidad se comercializó el fondo con el argumento de que era una inversión segura, al invertir en renta fija, sin riesgo de pérdidas. La clave está en la experiencia del inversor y en si el banco puede acreditar correctamente que la comercialización fue adecuada, en cuanto al perfilado del cliente, informar del riesgo o haber un contrato de asesoramiento.

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El volumen de reclamaciones que está habiendo, según fuentes financieras, no se parece a las oleadas que ha sufrido la banca en el pasado por ventas de preferentes, por las cláusulas suelo o por las hipotecas multidivisa. De hecho, está muy lejos de esos niveles, y tampoco suponen un riesgo reputacional, explican fuentes bancarias. Lo que sí supone es una señal de que los bancos deben tener cuidado a la hora de comercializar fondos, aunque sean conservadores.

En cualquier caso, la máquina de vender fondos está funcionando mejor que nunca este año para los grandes bancos. Entre enero y julio, los fondos españoles han captado 15.072 millones, según datos de Inverco, principalmente por la venta por parte de los bancos de productos garantizados, de renta fija a vencimiento o de retorno absoluto, que colocan en vez de remunerar los depósitos.

En lo que va de 2023, BBVA lidera las ventas netas de fondos con 2.568 millones captados y, muy cerca, Ibercaja está con 2.502 millones. Santander está en tercer lugar, con 2.220 millones, mientras que KutxaBank ha captado 2.103 millones y CaixaBank otros 2.028 millones.