La banca española devuelve 50.000 M al BCE y acerca el pago por los depósitos

El pago por los depósitos sigue sin ser una necesidad inmediata de la gran banca española, pero cada vez está más cerca. Los bancos españoles han seguido devolviendo liquidez al Banco Central Europeo (BCE), en una cantidad de más de 50.000 millones en julio, lo que reduce la deuda con la autoridad monetaria a mínimos desde julio de 2011, antes de los distintos manguerazos de liquidez desde Fráncfort a través de los TLTRO.

Durante el mes de julio, las entidades españolas realizaron una devolución de 50.608 millones, dejando la deuda con la institución que preside Christine Lagarde en 37.484 millones, lo que supone la cifra más baja en 2012. Es decir, no solo han devuelto ya el grueso de la liquidez recibida a tipos de hasta el -1% durante el covid, con el TLTRO-III, sino que han ido más allá.

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Hay que tener en cuenta que el BCE modificó las condiciones de remuneración de la liquidez proveniente del TLTRO III para evitar lo que, en jerga económica, se conocía como beneficios caídos del cielo. Es decir, tener liquidez en la ventanilla del banco central, que procede de préstamos de la propia institución, y recibir por ella remuneración con el tipo de facilidad de depósito, ahora en el 3,75%. Desde hace un año, sin embargo, los bancos tienen que pagar por este montante, por lo que han ido devolviéndolo.

El problema para los bancos es que, cuanta menos liquidez tengan en el BCE, y, por lo tanto, menos colchón, menos margen tendrán para evitar remunerar los depósitos y reducir su margen de clientes. Hasta ahora, los grandes bancos solo pagan a empresas y grandes patrimonios que son clientes de banca privada, y al cliente de perfil medio le ofrecen productos fuera de balance, principalmente fondos de inversión de renta fija, garantizados o rentabilidad objetivo.

A diferencia de lo que ocurrió en otros periodos con tipos de interés elevados, los bancos no compiten por ganar cuota de mercado a través de los depósitos, algo que ha llegado a sorprender a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), como reconoció en junio su presidenta, Cani Fernández. Al no haber necesidad por colchones de liquidez ni interés en competir por esta vía, algo que los bancos aseguran que sí hacen con hipotecas y productos de inversión, no se ven obligados a pagar por los depósitos. Solo algunas entidades de menor tamaño que quieren ganar cuota lo hacen.

Pero, mientras se reduzca el colchón de liquidez de los bancos, algo que viene sucediendo tendencialmente desde hace año y medio, más cerca estarán de tener que pagar por los depósitos. Si no para captar clientes, al menos sí para retenerlos y asegurarse su colchón de liquidez. Por ahora, tienen niveles elevados, con un pico en junio que es habitual por el pago de muchas nóminas extra, pero en julio ya se ve una reducción en los datos del BCE.

Así, las reservas de la banca mantenidas en el BCE como facilidades permanentes, remuneradas al 3,75%, se redujeron en julio en 39.759 millones, hasta los 215.035 millones. A esto hay que sumar 16.319 millones en reservas sin remunerar. En conjunto, los bancos españoles tienen 231.354 millones en el banco central, el nivel más reducido desde septiembre de 2020, antes de recibir el grueso de los préstamos del TLTRO III.

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Los bancos españoles han ido reduciendo las previsiones de tener que pagar por los depósitos. Hace unos meses, apuntaban a este otoño, y ahora se van a 2024. Lo que está claro es que, aunque tienen margen en cuanto a liquidez, cada vez es más reducida, y, en cuanto una gran entidad se anime, el resto tendrá que ir detrás. Además, con las retiradas para amortizar hipotecas, mantener consumo o invertir, las familias han sacado dinero de sus cuentas corrientes y depósitos en 2023 por valor de 14.000 millones, pese al repunte de junio de 10.000 millones por las extra que, normalmente, suele ser temporal.

Poco a poco, el tipo medio ponderado de los depósitos va subiendo. El tipo medio en los depósitos a plazo subió en junio desde el 1,81% al 2,2%, según cifras del Banco de España. Pero es un efecto estadístico ilusorio, derivado de que los depósitos a plazo solo se contratan cuando hay ofertas, que se dan a grandes patrimonios y en entidades de menor tamaño. El grueso del ahorro está en depósitos a la vista en bancos que no pagan por el pasivo, y en los que el tipo medio ponderado fue del 0,12%.