El BCE eleva los tipos 25 puntos básicos, al 3,75%, y deja la puerta abierta a más subidas

El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a subir los tipos de interés, por séptima reunión consecutiva, aunque ha aminorado el ritmo. Esta vez, el alza ha sido de 25 puntos básicos, hasta el 3,75%, y deja en el aire si habrá más subidas este año. Como en la última reunión de política monetaria, la institución que preside Christine Lagarde ha optado por no dar pistas sobre sus próximos movimientos, que dependerán de la inflación, que sigue presionando al BCE. Además, intensificará la reducción de su balance desde julio, reduciendo la liquidez en la economía.

Pese a las turbulencias financieras de los dos últimos meses, los bancos centrales siguen enfocados en combatir la inflación, aunque han reducido el ritmo. La Reserva Federal (Fed) subió los tipos de interés este miércoles, pero 25 puntos básicos, hasta el 5,25%, dejando en el mercado señales que hacen pensar que podría ser la última subida. Lo mismo ocurre en la eurozona, donde el BCE ha optado por reducir la intensidad de las subidas –las últimas habían sido de 50 puntos básicos–. Eso sí, mientras en Estados Unidos hay señales de que podría llegar una pausa en la subida, no está tan claro en Europa.

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La autoridad monetaria europea sí deja la puerta abierta a más subidas de tipos, y de hecho lanza un mensaje de que es probable que ocurran, pese a que no concreta nada al no dar una guía al mercado –forward guidance–. Los tres tipos de interés suben 25 puntos básicos. Los tipos principales de financiación se van al 3,75%, los de facilidad marginal de crédito, al 4%, y los de facilidad de depósito, que son los que se aplican a la liquidez de la banca y, por lo tanto, están muy ligados a la capacidad de los bancos para remunerar los depósitos, pasan al 3,25%.

El comunicado del banco central ha querido insistir en las presiones inflacionistas y en que es posible que haya más subidas de tipos, en contra del pronóstico de muchos inversores, que veían en la reunión de este jueves el último movimiento al alza desde Fráncfort. Sin embargo, la institución deja claro que "las perspectivas de inflación siguen siendo demasiado altas durante demasiado tiempo", y que la información que están recibiendo los miembros del Consejo de Gobierno respalda la evaluación de perspectivas que ya formuló el BCE en su última reunión, y que justifican las últimas alzas de tipos.

Lo que está observando el banco central es que los datos de inflación se moderan, con un 7% en abril, pero "las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo fuertes". La subyacente se situó en el 5,6% el mes pasado, que aunque se redujo, sigue muy lejos del 2%. Además, las subidas de tipos del último año, dice el banco central, están trasladándose a las condiciones monetarias y de financiación, pero los retrasos y la intensidad de la transmisión a la economía real "sigue siendo incierto". Aunque en rueda de prensa, Lagarde ha señalado que la demanda corporativa de préstamos bancarios ha sido "muy, muy baja" recientemente, lo que podría implicar que los tipos ya son restrictivos para la economía.

Lagarde ha insistido en la necesidad de seguir dando pasos para contribuir a que la inflación se acerque al 2%, mientras que el vicepresidente, Luis de Guindos, ha restado importancia a la crisis de varios bancos estadounidenses en los últimos días, dado que son "de tamaño medio y regionales", y que las entidades europeas tienen posiciones "fuertes" de liquidez y capital. El mercado ha reaccionado moderando las pérdidas en las bolsas, especialmente en los bancos, y con alzas de los tipos en el mercado de deuda, aunque leves.

Menos liquidez

"Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno asegurarán que las tasas de política se lleven a niveles lo suficientemente restrictivos para lograr un regreso oportuno de la inflación al objetivo de mediano plazo del 2% y se mantendrán en esos niveles durante el tiempo que sea necesario", señala el BCE, dejando claro que está dispuesto a seguir con las subidas de tipos. Eso sí, sin pillarse los dedos, al volver a señalar que el enfoque será "dependiente" de los datos para determinar "el nivel y la duración apropiados de la restricción".

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Otro punto clave, de forma paralela al movimiento de los tipos de interés, es que el banco central seguirá reduciendo su balance para drenar liquidez de la economía. El tamaño de la cartera de bonos APP, a través de las compras de los últimos años, sin contar el programa especial de la pandemia, seguirá reduciéndose en 15.000 millones mensuales hasta junio, como ha hecho desde marzo. Pero, a partir de julio, dejará de reinvertir los vencimientos. Según una estimación de Frederik Ducrozet, jefe de macro de Pictet WM, supone una reducción del balance de 27.000 millones mensuales entre julio de 2023 y abril de 2024.

En cuanto al programa PEPP, con el que compró casi 1,7 billones de euros durante la pandemia, el BCE prevé seguir con la reinversión de los vencimientos, al menos, hasta finales de 2024. El Consejo de Gobierno vuelve a insistir en que actuará con flexibilidad al reinvertir los bonos que venzan para contrarrestar los riesgos para el mecanismo de transmisión de política monetaria relacionados con la pandemia. Es decir, que no se disparen las primas de riesgo. También dice nuevamente que el Instrumento para la Protección de la Transmisión de política monetaria está disponible.