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El mercado duda de la dureza del Banco Central Europeo y ve el euríbor cerca del 3% en 2024
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EN MEDIO DE LAS TURBULENCIAS FINANCIERAS

El mercado duda de la dureza del Banco Central Europeo y ve el euríbor cerca del 3% en 2024

La autoridad monetaria cumplió con su guía y subió 50 puntos básicos los tipos, pero no anticipó ningún movimiento más y dejó a los inversores a ciegas

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Friedemann Vogel)
Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Friedemann Vogel)
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El Banco Central Europeo (BCE), con más incertidumbre de lo habitual, cumplió con el guion autoimpuesto recientemente y subió este jueves los tipos 50 puntos básicos, pero no quiso dar pistas sobre sus próximos pasos. Con unas proyecciones que casi son papel mojado por ser previas a la crisis bancaria, se limitó a decir que se guiará por los datos económicos. El mercado ya anticipa más caídas del euríbor tras el histórico retroceso de los últimos días.

La institución que preside Christine Lagarde venía telegrafiando sus movimientos desde que hace un año, con la invasión de Ucrania, realizó un giro drástico de la política monetaria para combatir la inflación. El crecimiento de los precios sigue descontrolado, muy lejos del objetivo del 2%, y aunque el BCE ha reducido las previsiones de inflación, aumentó las del IPC subyacente previsto para 2023, lo que es una prueba de que no se disipan las presiones inflacionistas, como reconoció la ejecutiva francesa.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante una rueda de prensa este jueves. (EFE/Toms Kalnins)

Sin embargo, admitió “incertidumbre” sobre sus proyecciones, que son previas a las turbulencias financias de los últimos días por la caída de Silicon Valley Bank y la crisis de Credit Suisse, y anticipó un crédito más caro y condiciones financieras peores que contribuirán a la desinflación. Y en este contexto, no dijo nada sobre los próximos pasos. El BCE y Lagarde se limitaron a decir que las próximas decisiones dependerán de los datos.

En este escenario de miedo a una crisis financiera, el mercado duda de que el BCE pueda seguir mostrando firmeza para combatir la inflación. Lagarde dijo que no hay trade off entre estabilidad financiera y reducir la inflación. Es decir, que no son objetivos antagónicos. Pero no explicó cómo hará para convencer al mercado de hecho. Además, si, como dijo, estos episodios encarecen el crédito, al contrario que si hubiera tranquilidad en el sector financiero, y esto contribuye a la desinflación, sí parece de forma implícita que hay cierto trade off.

“Sigue siendo cuestionable hasta qué punto el mayor desarrollo de la estabilidad del mercado financiero limita las opciones del BCE”, señala Ulrike Kastens, economista para DWS. Hay consenso en las casas de inversión sobre ello, pero no sobre dónde estarán las prioridades del BCE. En DWS creen que seguirá subiendo tipos porque seguirá centrado en la lucha contra la inflación, pero no todos tienen la misma opinión. Lo que parece descartado es que se haga caso al halcón austriaco Holzmann, que la semana pasada pedía tres subidas de tipos más.

Las proyecciones del mercado apuntan a nuevos descensos del euríbor, que viene de caídas históricas. De hecho, nunca había caído tanto como en los últimos días, en los que ha pasado de rozar el 4% al 3,4%. Los expertos usan el futuro del euríbor a tres meses como indicador de las expectativas del mercado a medio plazo. Cotiza por debajo del 3,3% en diciembre de 2023 y al 3% para diciembre de 2024.

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Esto quiere decir que el mercado espera un punto de inflexión pronto en los tipos de interés. Y es consistente con los swaps sobre tipos de interés. Esto es, la cotización de instrumentos financieros para cubrirse ante el precio del dinero, o del tiempo, como les gusta decir a algunos investigadores especializados en política monetaria.

Lo curioso es que el mercado sí deja la puerta abierta a repuntes a corto plazo del euríbor, según los swaps, aunque se anticipa un retroceso en la segunda mitad del año que continuaría en 2023. Es decir, la tendencia es a la baja, pero con posibles repuntes antes del verano. De aquí a diciembre de 2024, se proyectan caídas de entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales en el swap sobre los tipos de interés, que normalmente coincide con las expectativas sobre el euríbor. Pero no será un camino lineal.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (EFE/Vogel)

Es decir, los inversores consideran que podría haber una subida de tipos en mayo, aunque por ahora se descarta que pueda volver a ser de 50 puntos básicos. Esto supondría un rebote del euríbor, para bajar después. “Aunque el BCE no dio ninguna indicación sobre su trayectoria futura, los mercados prevén actualmente una reducción de la trayectoria a 25 puntos básicos en su reunión de mayo. Sin embargo, la situación bancaria sigue siendo el centro de atención y es un área que se está vigilando de cerca a ambos lados del Atlántico. Europa no ha sido inmune a la agitación del sector bancario, y Credit Suisse recibió liquidez del Banco Nacional Suizo en vísperas de la decisión del BCE sobre los tipos”, arguye Michelle Cluver, portfolio strategist (VP) de Global X.

“Al comprometerse a esta subida casi incondicionalmente, el BCE se había puesto en una situación extremadamente difícil, innecesariamente en nuestra opinión, dejando poco margen de maniobra en caso de shock”, opina Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International, que cree que la institución se ha equivocado. “Lo que tenemos claro ahora es que los problemas del sector bancario, aunque concentrados en lo que bien podrían ser historias idiosincrásicas en sí mismas, son, sin embargo, un síntoma del entorno político mucho más restrictivo diseñado por los bancos centrales en los últimos meses. En nuestra opinión, el grado de endurecimiento de las políticas del BCE y de la Reserva Federal hasta la fecha ya ha sido suficiente para provocar un aterrizaje brusco. Ambos deben actuar con extrema cautela a partir de ahora, con flexibilidad y amplitud de miras”, añade.

El Banco Central Europeo (BCE), con más incertidumbre de lo habitual, cumplió con el guion autoimpuesto recientemente y subió este jueves los tipos 50 puntos básicos, pero no quiso dar pistas sobre sus próximos pasos. Con unas proyecciones que casi son papel mojado por ser previas a la crisis bancaria, se limitó a decir que se guiará por los datos económicos. El mercado ya anticipa más caídas del euríbor tras el histórico retroceso de los últimos días.

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