Las materias primas agrícolas, el refugio de los inversores contra la inflación

El rally de las materias primas agrícolas ha hecho que numerosos inversores hayan decidido apostar por este tipo de activos como cobertura contra la inflación, ya que acumulan unos avances en torno al 30%, sobre todo gracias al incremento de precio de los granos y de las semillas oleaginosas. Así, han plantado batalla a un IPC que en la eurozona se ha desbocado hasta el 8,1% en mayo, cuatro veces más que un año antes.

"La guerra ha generado grandes problemas relacionados con los suministros que probablemente continuarán impulsando los precios al alza, tales como: el aumento del proteccionismo, la subida del coste de los fertilizantes, los cambios de los mandatos de los biocombustibles y las condiciones climáticas adversas, por nombrar algunos. El efecto dominó que la guerra de Rusia-Ucrania ha tenido va desde una interrupción de las cadenas de suministro hasta un incremento en los costes de los fertilizantes", esgrime Aneeka Gupta, directora de materias primas y análisis macroeconómico de la firma Wisdom Tree.

Las interrupciones ocasionadas por la guerra también han dado lugar a un incremento del proteccionismo, que ha disparado aún más los precios. India, el tercer productor de trigo más grande del mundo, anunció que restringía sus exportaciones para racionar los suministros internos del grano. Por su parte, Indonesia prohibió la exportación de aceite de palma durante casi un mes tras las protestas de cientos de agricultores contra la medida...

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El impulso de biocombustibles disparará la demanda de maíz y aceite de soja, lo que presionará aún más los precios de esta materia prima agrícola. "La administración Biden está ordenando a las refinerías a que impulsen el uso de biocombustibles como el etanol a base de maíz. La Agencia de Protección Ambiental de EEUU exige a las refinerías que mezclen este año 20.630 millones de galones de combustibles renovables en la gasolina y el diésel, lo que representa un aumento del 9,5% con respecto al objetivo del año pasado y ejercerá presión sobre las refinerías para que mezclen más biocombustibles en su producción de gasolina este año, lo que generará un impacto neto positivo en la industria de los biocombustibles. Los granos como el maíz se benefician debido a su alto contenido de almidón y su conversión relativamente fácil a etanol", señala Aneeka Gupta.

En medio de la disminución de los inventarios de diésel, Brasil también está considerando aumentar la mezcla de biodiésel del 10% al 15%, es decir, la cantidad de aceite de soja mezclado con el combustible para camiones, lo que impulsará la demanda de soja en un momento en que ya escasea debido a las sequías en América del Sur y las plantaciones en EEUU continúan al mismo ritmo que el año pasado.

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha causado interrupciones en la producción de fertilizantes y aumentos en los precios de los materiales, lo que ha puesto en riesgo los márgenes de los agricultores y los rendimientos agrícolas en otras partes y ha provocado un incremento de la mayoría de los precios las materias primas agrícolas. De hecho, tanto Rusia como Ucrania representan una parte significativa del comercio mundial de fertilizantes, ya que el país presidido por Vladimir Putin produce el 9% del fertilizante nitrogenado global, el 10% del fertilizante fosfatado global y el 20% del fertilizante potásico global, exportando más de dos tercios de su producción.

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Por si fuera poco, y según la Commodity Futures Trading Commission (CFTC), el posicionamiento especulativo neto sobre materias primas ha aumentado considerablemente desde la pandemia del covid. Los suministros más restringidos y la acumulación de inventarios por parte de los gobiernos nacionales preocupados por la seguridad alimentaria han provocado un incremento de precios en las materias primas agrícolas. "No solamente el posicionamiento especulativo sobre materias primas agrícolas ha aumentado en relación con sus niveles históricos, sino también en comparación a otros subsectores de materias primas", concluye Aneeka Gupta.

Las condiciones climáticas adversas también han impactado sobre las materias primas agrícolas. El fenómeno 'La Niña' ha sido responsable de las sequías ocurridas en América del Sur, así como del clima más templado en el sur de Estados Unidos y las fuertes lluvias en el noroeste del Pacífico. Asimismo, se espera que las aguas del Océano Pacífico ecuatorial se mantengan frescas o cercanas a lo normal entre junio y septiembre, lo que significa que los patrones climáticos no se verán influenciados lo suficiente como para que puedan alterar las tormentas tropicales y los huracanes en el Atlántico.