De Japón a EEUU: los temores por delta golpean las bolsas mundiales

Una oleada de pesimismo, como hacía tiempo que no se veía, recorrió este lunes los mercados financieros mundiales. Las crecientes preocupaciones por la expansión de la nueva ola del coronavirus, liderada por la variante delta, tiñeron de rojo casi la totalidad de los grandes índices internacionales.

Si la jornada empezó con tono aciago en Asia, donde el Nikkei japonés restó un 1,25%, y el Hang Seng de Hong Kong retrocedió un 1,84%, no fue mejor el colofón en Wall Street, donde el Dow Jones firmó su peor jornada en ocho meses, con un recorte del 2,09%, mientras el S&P 500 cedía algo más del 1,5%. Entre medias, la práctica totalidad de las grandes plazas europeas, con el Ftse Mib italiano como uno de los índices más penalizados (se dejó un 3,34%), y de las bolsas latinoamericanas firmaron recortes rotundos que evidencian cómo entre los inversores ha ido calando el temor a que la recuperación económica se vea obstaculizada por las restricciones a las que está obligando nuevamente la pandemia.

Sectores especialmente vinculados al ciclo económico y muy sensibles a todo lo relativo al virus, como el turismo y las aerolíneas, la banca, la energía y las materias primas, destacaron entre los más penalizados de la jornada.

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Unos temores que también han tenido un efecto notable en los mercados de deuda, donde los inversores vuelven a aferrarse a los activos considerados más seguros, como el bono estadounidense a 10 años, el 'treasury', cuya rentabilidad se situó por debajo del 1,2% por primera vez desde el pasado febrero. En poco más de tres meses, ha recortado más de 50 puntos básicos. Del mismo modo, el 'bund' alemán también registró entradas de dinero que le llevaron a registrar sus mejores niveles en cinco meses, elevando la prima de riesgo española a máximos en más de un mes.

El avance del yen japonés o el descalabro del petróleo -tras el acuerdo para incrementar la producción- son otras señales de que los inversores han optado por deshacer posiciones de riesgo y adoptar una postura más cauta hasta ver cómo se desarrollan las principales incógnitas que sobrevuelan el mercado, y que también tienen que ver con la evolución de la inflación, la actitud de los bancos centrales o la posible desaceleración de la economía china. Factores todos ellos que se vuelven especialmente peligrosos por las altas expectativas que ha generado el mercado en los últimos tiempos y que están en la base de la fuerte remontada que han firmado los mercados en los últimos meses y que les ha llevado a cotizar con valoraciones históricamente elevadas.

En estas circunstancias, la recién iniciada temporada de resultados se presenta como un hito clave a la hora de desentrañar el rumbo que pueden seguir los mercados en el corto plazo. Los expertos dan por seguro que, en líneas generales, primarán las cifras positivas, pero ponen el foco en los mensajes que las compañías puedan ofrecer sobre las expectativas para los próximos trimestres. En España, esta semana serán Iberdrola y Bankinter los que den el pistoletazo de salida a la campaña.