Tesla se desploma hasta un 17% por culpa del 'no' para entrar en el S&P 500

Pese a que lleva un 2020 de ensueño, a Tesla, como a casi todos, se le ha atragantado el rechazo. Las acciones de la compañía se desplomaban este martes hasta un 17% en su primera jornada de negociación -el lunes Wall Street cerró por el día del Trabajo en EEUU- tras conocerse el viernes que no entrará de momento en el selectivo S&P 500, si bien los rojos se relajaron hasta el entorno del 12% momentos después.

Los reguladores del índice decidieron ignorar, al menos temporalmente, al mayor fabricante de vehículos del mundo por capitalización bursátil, retrasando así la materialización de una de las ambiciones históricas de Elon Musk, el CEO y fundador de la compañía, que quiere pertenecer al club lo antes posible.

La exclusión de Tesla no fue impedimento para que otros tres valores sí que recibieran luz verde para formar parte del S&P 500. Teradyne, Etsy y Catalent, que entre las tres rozan los 41.500 millones de capitalización, recogieron la invitación que se le negó a Musk, cuya firma vale unos 320.000 millones de dólares.

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Para Ben Kallo, analista de Baird, la decisión ha sido "relativamente sorprendente", y atribuye las fuertes caídas que está sufriendo Tesla a que "las acciones ya estaban recogiendo las expectativas" de entrar en el índice. "En los próximos días el valor puede estar bajo una fuerte presión, sobre todo de inversores que compraron anticipándose al anuncio y esperando recoger beneficios", explica en una nota enviada a sus clientes este mismo martes.

El mercado llevaba tiempo dando por hecho que Tesla entraría en uno de los mayores selectivos del mundo en cuanto cumpliera la exigencia principal, esto es, sumar cuatro trimestres consecutivos con beneficios. El fabricante de vehículos eléctricos lo consiguió en medio de la pandemia, con Musk enviando un email a sus empleados en el que les pedía un esfuerzo extra para cerrar su segundo periodo del ejercicio fiscal con los balances en verde.

Pese a ello, tendrán que esperar, si bien es cierto que es una cuestión de tiempo. Es muy probable que para cuando Tesla celebre su 'Battery Day', el próximo 22 de septiembre, pueda hacer algunos anuncios que sirvan de catalizador para terminar de convencer a los reguladores del S&P.

Es incuestionable que Tesla lleva un año muy dulce. En lo que llevamos de 2020, y hasta el cierre del pasado viernes, los títulos se han disparado un 400%, convirtiendo el valor en el segundo mejor del Nasdaq 100 solo por detrás de Zoom.

Las caídas, en cualquier caso, comenzaron la pasada semana, cuando se hizo público que Musk reduciría su participación en la compañía -tiene alrededor del 20% de los títulos- y que la compañía iba a vender hasta 5.000 millones de dólares en acciones para conseguir financiación.

GM firma con su 'rival'

Para terminar de apuntalar el mal martes que está viviendo Tesla, General Motors, uno de los gigantes venidos a menos de la industria automovilística, ha anunciado un acuerdo con Nikola, aspirante a convertirse en su gran rival en el mercado electrificado, por valor de 2.000 millones para ayudar en el desarrollo de una camioneta impulsada por baterías.

Los títulos de Nikola se disparaban hasta un 40% en los primeros compases de la sesión, mientras que General Motors repuntaba hasta siete puntos porcentuales.

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El enfrentamiento entre Nikola y Tesla puede acabar costándole otro disgusto en los tribunales a Elon Musk. Trevor Milton, su alter ego en Nikola, demandó a la compañía californiana por un supuesto plagio en el diseño de los Semi, el camión eléctrico de Tesla. Asegura Milton que los diseños están calcados de unas imágenes que él presentó casi 12 meses antes de que Musk presentara en sociedad el Semi. En total, Nikola reclama 2.000 millones de dólares, en un proceso en el que el juez rechazó este mismo verano una petición de Tesla que podría haber dado carpetazo al caso.