Las empresas hacen el mayor acopio de liquidez desde 2006 para sobrevivir al covid

El volumen de depósitos sigue creciendo. Da igual que no den rentabilidad o que incluso los bancos cobren por muchas de estas posiciones, porque prima la incertidumbre. El montante total alcanza máximos desde diciembre de 2013. El acelerón se produce por empresas y hogares, que marcan nuevos récord al hacer acopio de liquidez contra la histórica recesión que ha provocado el coronavirus.

Los depósitos suman 1,49 billones (millones de millones), según datos de abril publicados este viernes por el Banco de España (BdE). Varios segmentos crecieron, pero los que destacan son los de familias y empresas no financieras. En el primer caso, los hogares siguen con la tendencia de aumentar sus depósitos, pese a que no ofrezcan rentabilidad, aunque con impulso frente a los aumentos anteriores. Pero el dato que más se acelera es el de las empresas.

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Las compañías dedicaron gran parte de sus esfuerzos en marzo y abril a asegurar una tesorería que permitiera capear la caída de la demanda que se ha producido en muchos sectores, o la parálisis de la actividad en las industrias más golpeadas por las restricciones. Para ello, han reducido costes, a menudo con expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), han eliminado otros gastos, han aprovechado las moratorias de impuestos, han renegociado contratos con proveedores y han acudido a los bancos para recibir financiación.

Estos movimientos se han traducido en un aumento de la liquidez a niveles no vistos desde los últimos coletazos de la burbuja inmobiliaria. Las empresas terminaron abril con 275.676 millones de euros en cuentas corrientes o depósitos de la banca, pese a que en muchos casos, las entidades financieras cobran por esta liquidez, especialmente cuando no son clientes que dan negocio por otras vías. La razón es que para incentivar el crédito, el Banco Central Europeo (BCE) penaliza en hasta un 0,5% el exceso de liquidez de la banca.

Los depósitos de las empresas han estado oscilando entre 2018 y 2019 a lo largo del rango entre los 240.000 millones y los 260.000 millones, combinando caídas y subidas según las necesidades de la tesorería. Pero desde febrero lo que hay es crecimiento. En dos meses, el aumento es del 9,5%. Es el mayor incremento en una secuencia de dos meses desde diciembre de 2006.

En términos interanuales, el salto es del 11,4%. Es la cuarta vez desde la crisis de deuda que hay una subida de dos dígitos respecto al año anterior. Las otras tres se produjeron en 2017, año en el que hubo un fuerte crecimiento de los depósitos hasta estabilizarse en niveles sobre los que se han estado moviendo hasta llegar a esta crisis.

La liquidez ha sido la obsesión del grueso del tejido productivo español, tanto si el sector estaba entre los más afectados como si no. Fuentes financieras admiten que hay créditos con aval del ICO, especialmente durante los primeros días, que se concedieron a empresas solventes y sin problemas coyunturales notables, pero que eran buenos clientes. También han dado financiación sin garantías públicas, a pleno pulmón.

El BdE identificó en su último informe de estabilidad financiera que los sectores más golpeados por las consecuencias económicas del covid-19 son el turismo, la automoción o el comercio minorista. La categorización es diferente a la que publica el Ministerio de Asuntos Económicos en el desglose de la financiación ya concedida por los bancos con avales públicos, que sumaba 50.846 millones a 20 de mayo.

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Pero sí se ve que el segmento de turismo, ocio y cultura acapara 8.607 millones, automoción y material de transporte otros 3.181 millones, mientras que la industria del textil, moda y 'retail' ha recibido préstamos por 2.522 millones. Las empresas y autónomos de estos sectores han obtenido financiación por 26.099 millones, algo más de la mitad. Sectores, 'a priori', menos golpeados por su resiliencia a la restricción a la movilidad, como la industria alimentaria o TIC, también se han llevado créditos importantes.

Los préstamos de los bancos con aval público, de hasta el 70% en grandes empresas y 80% en pymes y autónomos, han sido claves para asegurar la liquidez con la que afrontar esta crisis en muchas empresas. Dos ejemplos son las aerolíneas Iberia y Air Europa, en las que el Estado se juega 1.000 millones. Pero también hay compañías que, según admiten bancos y consultores, han realizado operaciones habituales para su circulante con garantías del ICO. "Yo he visto créditos periódicos para la gestión del pasivo circulante que esta vez han sido con garantía para una empresa agraria u otra farmacéutica, las dos solventes y sin problemas a corto plazo", ejemplifica Antonio Moya, asesor de grandes empresas.

En cualquier caso, los préstamos solo son una vía para asegurar liquidez, también la mencionada reducción de costes, como los ajustes laborales. O, simplemente, evitar inversiones y eliminar gastos prescindibles. Las familias han seguido el mismo camino, aunque no es nuevo con esta crisis, porque ya venían incrementando su posición en depósitos.

Los hogares alcanzaron el nuevo récord de 872.207 millones en abril, un 2,4% más que en febrero, y un 6,5% más que el mismo mes del año anterior. En la comparativa interanual es la mayor variación desde agosto de 2013. Los incrementos se producen pese a que el tipo de interés medio ponderado es del 0,01% para depósitos a la vista y del 0,1% si son a plazo. Es decir, no hay rentabilidad. Pero el incremento de la renta disponible de los hogares ha elevado el ahorro en fondos y también en depósitos, que cogen impulso cada vez que hay turbulencias en los mercados. Y ahora, tras la tormenta de marzo, lo que queda es mucha incertidumbre sobre cómo y cuándo se recuperará la actividad económica.