Renta 2019: ventajas fiscales de los planes de pensiones y fondos de inversión

Nos encontramos en pleno ejercicio de la campaña de la renta de 2019 y conviene recordar las ventajas de algunos productos de inversión para reducir la factura fiscal. Aunque el borrador de la Agencia Tributaria suele enviarse con información cada vez más completa, hay que revisarlo bien, porque en ocasiones no lo sabe todo del contribuyente o puede incluir algún error que no recoja beneficios fiscales para nuestro bolsillo. Es el caso de los planes de pensiones y fondos de inversión.

¿Cómo tributan los planes de pensiones?

Los planes de pensiones son el producto por antonomasia para el ahorro a largo plazo para la jubilación, idóneos como complemento a las pensiones públicas, en ocasiones insuficientes para asegurarnos el nivel de calidad de vida deseado después del retiro laboral.

La principal ventaja en la declaración de la renta de este producto financiero es su capacidad para reducir la factura fiscal, ya que al tributar como si fuera un rendimiento más del trabajo, las aportaciones al plan reducen la base imponible (ingresos a declarar) del IRPF. En este caso, Hacienda nos permite deducirnos la menor cantidad de estas dos: 8.000 euros anuales o el 30% resultante de la suma de los rendimientos de trabajo y de las actividades económicas. Se podrían añadir otros 2.500 euros en el caso de que el cónyuge esté en situación de desempleo. El límite de personas con discapacidad asciende a 24.500 euros.

TE PUEDE INTERESAR

Los pequeños inversores suspenden en educación financiera

EC Brands

Es cierto que los planes de pensiones ofrecen un gran atractivo fiscal mientras se estén realizando aportaciones, pero en el momento del rescate el escenario cambia y será cuando haya que rendir cuentas a Hacienda de lo ahorrado y de las plusvalías generadas, lo que se conoce técnicamente como derechos consolidados. Es decir, estamos ante un diferimiento del pago de impuestos.

Fórmulas de rescate de un plan de pensiones

Según la normativa, existen tres formas básicas de rescate:

• Capital (todas las aportaciones al mismo tiempo)
• Rentas (pago periódico mensual, trimestral, semestral, anual)
• Mixta (combinando las dos anteriores)

Para el despacho de abogados Baker McKenzie, “teniendo en cuenta que el rescate de los fondos de pensiones tributa a los tipos marginales de los rendimientos del trabajo, resulta fundamental realizar una buena planificación que permita controlar la progresividad del impuesto […] Una mala planificación del rescate pude incrementar considerablemente el coste fiscal de la inversión”.

Y es que, según la forma de rescate, pudiera ocurrir que tuviésemos que pagar casi la mitad de lo ahorrado en impuestos, ya que cuanto más elevados sean los ingresos percibidos, más alto será el tipo impositivo.

Por ejemplo, teniendo en cuenta que los tramos del IRPF se mueven entre el 19% y el 45%, si rescatamos un plan de pensiones en forma de capital de una cantidad superior a los 60.000 euros, la base impositiva será del máximo: un 45%. Mientras que, si elegimos la modalidad de renta, pongamos 20.200 euros al año, el tipo baja al 24%. Es decir, la tributación será mucho menor.

Tabla de tramos de IRPF

Por eso, “resulta fundamental realizar una estimación o análisis de las rentas que se van a percibir en el año de jubilación y en los años sucesivos, para planificar eficientemente tanto el momento como la modalidad de rescate de los planes de pensiones”, insisten los expertos de Baker McKenzie.

¿Cómo tributan los fondos de inversión?

En el caso de los fondos de inversión, su principal atractivo radica en el régimen de traspasos y la ausencia de peaje fiscal. Esto significa que podremos cambiar de fondo siempre que queramos sin tener que rendir cuentas a Hacienda.

Mientras tanto, “los dividendos y ganancias obtenidas por el fondo tributan a un tipo de gravamen del 1%, permitiendo así la reinversión de beneficios y plusvalías con un coste fiscal considerablemente reducido. Hablamos de un 1% en lugar del 19%-23% que soportaría una persona física que invirtiese directamente en una cartera de acciones o del 25% en el caso de una persona jurídica”, explican desde la firma.

De este modo, no existe obligación de tributar por un fondo de inversión hasta que se obtenga el reembolso de las participaciones o se produzca el evento de liquidez. Llegado ese momento solo habrá que declarar por las ganancias obtenidas al tipo impositivo de las rentas del ahorro, situado entre el 19% y 23%, en función de los beneficios.

Declarar pérdidas en un fondo de inversión

Otro atractivo fiscal de los fondos de inversión es que, de obtenerse una pérdida patrimonial, se podrá compensar en la declaración de la renta con otras ganancias patrimoniales obtenidas en el ejercicio por la venta de un inmueble (el 100% de las plusvalías) o por los rendimientos del capital mobiliario, como lo son cuentas remuneradas, dividendos, acciones, depósitos, etc., hasta un límite del 25%.

¿Existen gastos deducibles?

En el caso de los planes de pensiones, la respuesta es negativa; en cambio, en los fondos de inversión sí podemos deducir los gastos y tributos de la adquisición y transmisión de las participaciones. Esto es, las comisiones de suscripción y reembolso que, a efectos de calcular la ganancia o pérdida patrimonial, incrementarían o minorarían el importe.

El Confidencial en colaboración con Bestinver, gestora independiente especializada en fondos de inversión y planes de pensiones, pone a disposición de sus lectores el espacio Ahorro e Inversión. Con 30 años de experiencia y 6.200 millones de euros de patrimonio bajo gestión, Bestinver trabaja con el objetivo de generar las mejores rentabilidades a largo plazo para sus inversores.