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Cómo exprimir tus ahorros: interés compuesto vs. interés simple
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AHORRO E INVERSIÓN

Cómo exprimir tus ahorros: interés compuesto vs. interés simple

A la hora de invertir tu dinero es importante no solo fijarse en la rentabilidad media anual sino en el efecto que puede tener el interés elegido sobre nuestros ahorros

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“¿Cuál es la fuerza más poderosa del universo?", le preguntaron una vez a Albert Einstein. "El interés compuesto”, respondió el físico alemán. No es una respuesta tan disparatada si analizamos cómo funciona esta fórmula y cómo es su exponencial impacto sobre el ahorro invertido.

Pongamos que uno invierte durante dos décadas 10.000 euros a largo plazo en un producto financiero de renta variable, como un fondo o un plan de pensiones, con una rentabilidad media anual del 10%. Al cabo de ese periodo, habrá acumulado más de 67.200 euros, o lo que es lo mismo, habrá sextuplicado su dinero. El responsable de haberlo multiplicado no solo es ese rendimiento a doble dígito del vehículo financiero, sino el mencionado efecto del interés compuesto que trabaja de la siguiente manera: transcurrido el primer año de inversión, los beneficios obtenidos ascenderán a 1.000 euros, que se acumulan al capital inicial, alcanzando los 11.000 euros. Al siguiente año, los intereses se aplicarán sobre ese importe que dan como resultado unas ganancias de 1.100 euros, es decir, 12.100 euros, y así durante 20 años.

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“Lo más importante para ganar dinero es poner el tiempo de nuestro lado. Cuanto antes invirtamos, mayor horizonte temporal tendremos para que el interés compuesto haga su parte", dice Gustavo Trillo, director Comercial de Bestinver. "Por ejemplo, con un 10% anualizado podríamos duplicar nuestro patrimonio en un plazo de siete años”. Trillo se refiere a otra fórmula matemática, la Regla del 72, que mide el tiempo aproximado en el que una inversión tarda en duplicarse. El cálculo se obtiene dividiendo esa cifra por el interés ofrecido.

¿Y el interés simple?

Como su propio nombre indica, simplemente se multiplican los rendimientos por el número de años, lo que da un paupérrimo retorno de 20.000 euros a esos 10.000 euros que habíamos indicado al principio, comparado con el beneficio neto registrado al aplicar la fórmula acumulativa de los intereses.

Esto nos da una clara idea de lo ventajoso que es dejar trabajar al dinero. Ahora bien, el impacto es mucho más espectacular si en lugar de hacer un ingreso único se realizan aportaciones periódicas en el producto financiero en cuestión. Pongamos 100 euros todos los meses. Al cabo de esas dos décadas, la inversión se incrementará hasta casi los 140.000 euros.

Es decir, si generamos el hábito del ahorro convirtiéndolo en un recibo más al mes, no solo conseguiremos acumular dinero de forma cómoda y sin darnos casi ni cuenta, sino que el sacrificio es menor. Y es que, tendemos a hacer los deberes de ahorrar para la jubilación cuando apenas nos queda una década para el retiro laboral, tal y como reconocen en Bestinver.

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Por eso, además de los conceptos de periodicidad y disciplina, hay que añadir el de no procrastinación. Dicho en román paladino, acabar con esa trampa de nuestra mente estudiada por la Economía Conductual que nos lleva a postergar una y otra vez decisiones importantes que afectan a nuestro bolsillo, bien porque creemos erróneamente que ya tendremos tiempo, bien porque asociamos el ahorro como un gasto, como algo que nos impide consumir, con lo que vamos retrasando ese momento. “Uno debe empezar a ahorrar cuando pueda. Nunca es tarde y no hay una cantidad mínima para ello. El tiempo juega a nuestro favor y el interés compuesto ayudará año tras año a que nuestros ahorros vayan creciendo, sea cual sea la cantidad”, insiste Trillo.

Si hiciéramos otro ejercicio, nos daríamos cuenta de que los réditos de hacer los deberes antes compensan con creces. Si en lugar de ahorrar cuando nos quedan dos décadas para jubilarnos lo hacemos justo cuando comenzamos a trabajar que, según un estudio de Michael Page, es de media a los 23 años, nos quedarían 44 años hasta que alcancemos la edad oficial de jubilación. Como es de suponer, con esa juventud no tendremos unos ahorros de 5.000 euros, y si los tenemos, sin duda, el objetivo prioritario de inversión de entonces será destinarlo a la vivienda. Sin embargo, sí podemos comenzar ya a ahorrar para la jubilación. Siguiendo con la referencia de los 100 euros mensuales, la calculadora de Bestinver da como resultado la friolera de casi 818.500 euros. Es decir, cuanto antes comencemos a ahorrar, mayores resultados obtendremos.

*El Confidencial, en colaboración con Bestinver, gestora independiente especializada en fondos de inversión y planes de pensiones, pone a disposición de sus lectores el espacio Ahorro e Inversión. Con 30 años de experiencia y 6.200 millones de euros de patrimonio bajo gestión, Bestinver trabaja con el objetivo de generar las mejores rentabilidades a largo plazo para sus inversores.

“¿Cuál es la fuerza más poderosa del universo?", le preguntaron una vez a Albert Einstein. "El interés compuesto”, respondió el físico alemán. No es una respuesta tan disparatada si analizamos cómo funciona esta fórmula y cómo es su exponencial impacto sobre el ahorro invertido.

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