"La bolsa ya ha subido mucho. Esperaré una caída para entrar"... El gran error al invertir

Las bolsas no están baratas ahora mismo, especialmente la de EEUU, algo en lo que están de acuerdo la mayoría de gestores y analistas. En Europa ya hay más disparidad de opiniones en el atractivo de las cotizaciones, pero también hay consenso en que ya cuesta encontrar gangas.

Es lógico. La subida de las acciones ha sido espectacular desde los mínimos de hace más de 8 años, un periodo en el que el S&P 500 ha multiplicado por más de 4 veces su precio. Esta situación provoca un fuerte vértigo para muchos ahorradores, sobre todo para quienes se han quedado fuera del mercado o para quien desea aumentar su exposición.

¿Tiene sentido invertir después de todas estas subidas o mejor espero una caída para entrar más barato? Curiosamente, esta duda tan humana y comprensible acaba provocando uno de los mayores errores en las decisiones de inversión. “Esperar a una caída del 10% del mercado para entrar puede suponer un importante coste de oportunidad”, explicaba Fernando Luque, 'senior editor' de Morningstar, durante el evento Finect Talks de esta semana.

“Esperar a una caída del 10% del mercado para entrar puede suponer un importante coste de oportunidad”

“No es una buena estrategia esperar estos recortes para entrar, incluso cuando el mercado está caro con ratios como el PER de Shiller”, añadía. Es decir, lo que sucede ahora. Según este indicador, la bolsa está en precios anormalmente elevados respecto a la media, lo que invita a esperar al batacazo para comprar.

¿Pero por qué no hacerlo así? ¿Por qué no esperar a que la bolsa esté barata para invertir y evitarlo cuando esté sobrevalorada? ¿Sería lo suyo, no? ¿Dónde está el problema?

Por un lado, que algo haya subido mucho no quiere decir que vaya a dejar de hacerlo. Durante buena parte de su historia las bolsas han estado en ciclos muy prolongados de avances y, durante muchas fases, en máximos históricos. “Si en el año 2009 uno hubiera utilizado esta estrategia, la de aguardar una caída del 10% desde el momento en que se plantea la inversión, estaría esperando todavía para entrar y se habría perdido todo el 'rally' del mercado americano”, afirmaba.

Por otro, el impacto en nuestras emociones que supone estar esperando una caída que nunca llega puede empujarnos a tomar malas decisiones. Si no llega ese recorte y el mercado sigue subiendo, quizá acabemos entrando demasiado tarde y demasiado arriba. Quizá lo hagamos en un recorte del 10% de las bolsas, pero desde unos niveles muchos más elevados.

Si el plazo de la inversión es superior a 20 años, ni comprando en el momento de precios más caros en la burbuja subprime se habrá perdido dinero

¿Pero cuál es la solución entonces? ¿Invertir todo de golpe? Tampoco parece la mejor idea. Podemos tener la mala suerte de entrar en máximos del mercado y sufrir, tanto en la evolución de la inversión como en el plano emocional con el consiguiente desplome en los meses o años siguientes. Aunque conviene recordar aquí que si el plazo de la inversión es superior a 20 años, ni siquiera comprando en el momento de precios más caros, en el punto más alto previo a la Gran Depresión o la burbuja subprime, se habrá perdido dinero, como se ve en este gráfico animado sobre el S&P 500, con una insignificante excepción.

Dicho lo cual, nadie invierte para no perder dinero a 20 años, sino para obtener una buena rentabilidad desde plazos más cortos y con menos sustos.

Y aquí, la opción de la inversión periódica sale a escena. Es decir, en vez de intentar adivinar cuándo hará máximos o mínimos el mercado, esperando a acumular una cantidad más elevada para invertirlo todo de golpe, se trata de realizar inversiones más pequeñas con una determinada periodicidad, ya sea mensual o trimestral.

Con la aportación periódica se diversifica el riesgo de comprar, se reduce el peso emocional en las decisiones y se genera un hábito y una disciplina

O incluso anual, como en el ejemplo que exponían desde Lierde Sicav en su grupo en Finect el pasado viernes. Si alguien hubiera invertido de golpe 80.000 euros en 2007, antes del pinchazo de la burbuja, quizá todavía tendría pérdidas en función del índice o el activo elegido. Sobre todo en Europa. Sin embargo, si hubiera ido realizando una aportación periódica anual desde entonces, habría disparado sus opciones de obtener una elevada rentabilidad, aún realizando la primera inversión justo antes del estallido de la burbuja.

Este método de aportación periódica tiene varias ventajas. Por un lado, se diversifica el riesgo de comprar en los peores momentos. Por otro, se reduce el peso emocional en las decisiones, que tantos errores provoca en los inversores. Y, por último, como destaca Fernando Luque, se genera un hábito y una disciplina de ahorrar e invertir. “Para mí, poder realizar aportaciones periódicas es clave a la hora de elegir la entidad o el bróker con el que invertir”, concluye.

Si quieres saber cuánto podrías ganar invirtiendo de manera periódica a largo plazo, incluso partiendo de una cantidad muy baja, puedes hacer tus cálculos con esta herramienta que te traemos Finect y El Confidencial, en la que puedes poner el dinero que podrías ahorrar cada mes (capacidad de ahorro que para el cálculo la herramienta incrementa un 2% cada año) y ver cuál sería tu resultado en función de tu perfil de riesgo y rentabilidad esperada.

¿Cuánto puedo ganar invirtiendo a largo plazo?: