Crece la presión para que los bufetes cumplan en ESG: "El 80% de los clientes nos lo exige"

Tres bufetes nacionales y hasta 13 firmas internacionales presentes en España se sitúan entre los 25 despachos de abogados que acreditan un mayor cumplimiento de los criterios ESG establecidos por el Foro Económico Mundial (WEC, por sus siglas en inglés). Así lo establece un reciente estudio del portal Impactvise, que ha evaluado el grado de implementación de estas políticas en más de 1.000 bufetes, organizadas en torno a cuatro métricas: personas, planeta, gobernanza y prosperidad. En una escala de entre uno y 100 puntos, el nivel de cumplimiento del top 25 es de 54 puntos, mientras que en el conjunto de despachos analizados, este se desploma a 9 puntos, lo que indica un elevadísimo grado de disparidad en el compromiso con los criterios ESG en el sector legal.

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El número uno del ranking es para DLA Piper, seguido de Clifford Chance, segundo, y DWF (en España, DWF-RCD), tercero. La cuarta posición es compartida por Baker McKenzie y Linklaters. En sexto lugar, aparece el primer bufete nacional, Garrigues.

Tras Ashurst, octavo; Freshfields, noveno, y Pinsent Masons, decimoprimero, todos ellos despachos internacionales con presencia en España, en el puesto número 15 figura Cuatrecasas, que comparte escalón en el ranking con Herbert Smith Freehills. Tres peldaños más abajo se sitúa Gómez-Acebo & Pombo, empatado con Hogan Lovells. También en nuestro sector legal, en la tabla aparecen CMS (en nuestro país, CMS Albiñana & Suárez de Lezo), Allen & Overy y el norteamericano White & Case.

Como destacan los creadores de Impactvise, plataforma creada a finales de 2021 por dos exasesores de Zurich Seguros para medir el grado de cumplimiento de los criterios ESG en el sector legal, la horquilla de puntuación del top 25 se sitúa entre los 91 puntos (sobre 100) de DLA Piper, y los 42 de Allen y White & Case. El ranking está dominado por los despachos de origen británico, siendo casi el 50% de los que figuran en la tabla, con fuerte presencia del Magic Circle. Los despachos norteamericanos, por su parte, son seis.

Por métricas, la que cuenta con mejor puntuación es la relativa a personas, con una calificación de 68. Los autores del estudio indican que aunque lo relativo a diversidad, equidad e inclusión (DEI) es una materia sobre la que los bufetes ponen especial interés, aún queda "margen de mejora", por lo que no debería dejar de ser una prioridad. El pilar en el que la puntuación es más baja es el denominado "prosperidad", que el Foro Económico Mundial indica que es el que tiene como objetivo construir economías sólidas, transformadoras e inclusivas a largo plazo, siendo sus materias más relevantes, el empleo, la generación de riqueza, la innovación y la vida comunitaria y social. En este apartado, los 25 mejores despachos logran 40 sobre 100 puntos. En planeta (medioambiente) y gobernanza, las notas son de 60 y 50 puntos respectivamente.

En todo caso, la diferencia entre los despachos del top 25 y el resto de bufetes analizados indica que el sector legal aún tiene trabajo pendiente para dar un cumplimiento satisfactorio en materia de ESG. Precisamente, uno de los motores que acelere la mejora puede ser la exigencia de los clientes en este sentido. Hace unos meses, Nokia comunicó que incorporaría en su proceso de selección de despachos un sistema de puntuación para evaluar su grado de implementación de políticas de diversidad, equidad e inclusión. No ha sido la única empresa con decisiones en este sentido. Novartis también anunció que rebajaría en un 15% los honorarios de aquellas firmas que no cumplieran con unos determinados objetivos de diversidad e inclusión.

En el 80% de procesos de licitación

"Hemos apreciado un notable incremento en las peticiones de nuestros clientes con exigencias en materia de ESG e, incluso, en el 80% de los procesos de licitación se ha convertido en un parámetro obligatorio", asevera Pablo Serrano de Haro, socio de Clifford Chance y miembro del Responsible Business Committee de la organización. Como detalla Serrano de Haro, además de su excelencia técnica, a los despachos se les exige actualmente "demostrar que son firmas excelentes para el desarrollo de carreras profesionales, y que se esfuerzan por crear una cultura inclusiva, diversa y que prioriza el bienestar de sus integrantes". Es decir, no basta con ser los mejores abogados, sino que se debe demostrar que se es una "empresa responsable" con sus empleados y con la sociedad, tanto a través del impulso de iniciativas probono, como con políticas de responsabilidad social corporativa y de respeto al medio ambiente. "La implementación de los criterios ESG se está acelerando por la demanda de los clientes", describe el letrado, que augura que, en los próximos años, estos "dejarán de ser una tendencia, para ser un mínimo exigible".

Desde DLA Piper, sus socios Joaquín Hervada y Paz de la Iglesia, corresponsables de ESG en España, comparten la opinión. "Los clientes no solo valoran, sino que exigen que sus asesores recorran el camino ESG", aseveran. Un requisito que ven "a diario" en sus conversaciones con ellos y en las solicitudes de asesoramiento. "Multinacionales y empresas nacionales de mayor tamaño lo están convirtiendo en una exigencia, pero, sin duda, irá a más", auguran, "entre otras razones, porque dentro de muy poco se convertirá en una obligación legal", exponen Hervada y De la Iglesia.

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Desde Baker McKenzie, subrayan que cada vez son más los clientes que hacen auditorías de cómo son y cuál es el estado de las políticas de sostenibilidad de sus proveedores. "Y, de no ser aptas, no lo contratan", exponen. Asimismo, cada vez son más frecuentes, dentro de la documentación que se solicita para las propuestas de asesoramiento, los apartados en los que se solicita que se especifiquen las iniciativas concretas que se llevan a cabo, tanto a nivel firma (es decir, global), como a escala local, por parte de las oficinas de cada jurisdicción. La clave, aseguran desde el despacho, es que para contar con la máxima "credibilidad" como asesor jurídico, deben estar alineados con la visión estratégica del cliente en ESG.

Una presión que también sienten en Linklaters, desde donde señalan que se ha pasado del "enséñanos tu política" al "muéstranos tus actos". Los clientes son ahora más exigentes con sus preguntas, relatan desde el bufete del Magic Circle, "y esperan y valoran respuestas concretas y no estereotipadas". Por ello, cada vez es más común participar en índices y rankings externos, puesto que la transparencia y la rendición de cuentas es fundamental para acreditar "un negocio responsable". "El escrutinio aumentará en los próximos años", vaticinan desde el despacho.

Firmas nacionales, en la vanguardia

Los bufetes nacionales, que tradicionalmente han ido algunos años por detrás de las firmas internacionales en materias como la diversidad o la inclusión, muestran en los últimos años, sin embargo, encontrarse en la vanguardia del sector en materia de cumplimiento de los criterios ESG. "En Garrigues creemos firmemente que la única forma de asegurar el futuro de las organizaciones es la sostenibilidad", expone Rosa Zarza, socia responsable del comité ESG del bufete. Una convicción, no obstante, a la que se suma la voluntad de los clientes de incluir este parámetro en sus criterios de contratación.

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Una tendencia que se está "intensificando", en opinión de Zarza, y que irá a más con la aprobación de la Directiva sobre presentación de información sobre sostenibilidad (CSRD), que obliga a las empresas a reportar información sobre toda la cadena de valor. No obstante, el "salto cualitativo", prevé, "vendrá posiblemente con la aprobación de la actual propuesta de directiva sobre la diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad", norma que establece obligaciones concretas para que las corporaciones prevengan y mitiguen los efectos adversos de sus actividades propias.

Elisabeth de Nadal, directora de ESG de Cuatrecasas, relata que en la firma "asumen con naturalidad" la creciente presión de los clientes en este sentido. "Somos parte de su cadena de suministro", reflexiona, por lo que encuentra lógico que quieran conocer la gestión respecto de dichos criterios. A este respecto, asegura que en Cuatrecasas trabajan "de forma honesta y firme" por alinearse con los estándares de diligencia debida que establecen las normas y el soft law. "Sin duda estamos ante una tendencia creciente", rematan desde Gómez-Acebo & Pombo, donde destacan su compromiso por promover la transformación de la sociedad y el crecimiento sostenible. "Nuestros clientes participan activamente de ese cambio y demandan cada vez más a sus colaboradores que también lo hagan. No solo piden a sus proveedores que cumplan esos estándares, sino que los han convertido en un criterio para seleccionarlos", detallan.