Afectados por el gran proyecto de Óscar Gil Marín: "Miente a la cara. Aunque tenga hoy la casa, demando"

El lugar para desconectar que publicitaba Óscar Gil Marín en la Sierra de Guadarrama se ha tornado una pesadilla para muchos de los que buscaban allí su primera o segunda residencia. El consejero del Atlético de Madrid, hijo del difunto Jesús Gil y Gil y hermano de Miguel Ángel y Jesús, ha realizado numerosos proyectos inmobiliarios, sobre todo en Los Ángeles de San Rafael (Segovia) y localidades aledañas. No obstante, la situación se ha vuelto compleja en uno de los últimos que levantó tras proyectar una urbanización con la que pretendía cimentar una smart city de 5.000 viviendas de obra nueva, un centro comercial y un centro médico.

Una de las últimas fases ha hecho saltar todo por los aires y ha dejado multitud de afectados en Air Homes Club, que buscaba ofrecer viviendas con todo tipo de servicios deportivos y de ocio en plena naturaleza. No solo porque una de las constructoras (Tekdom) de varias viviendas se fuese a concurso de acreedores, sino porque también se suman los enormes retrasos para las entregas de las casas, que en algunos casos aún persisten. Y las enormes diferencias con el fondo Roundshield, prestatario de 50 millones de euros, han provocado que otras tengan cargas y dificulten la operación a la hora de escriturar la compra, pese a que varios compradores fueron citados en el notario, sin concluir con éxito la operación.

Los retrasos podrían tener cierta lógica al haberse levantado las viviendas durante la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus, pero son muy superiores al año, en algunos casos, y se agudizan al ir a concurso la constructora que levantaba algunas de las viviendas. Una afectada, que ha pedido a El Confidencial mantener su anonimato, ha señalado que la vivienda la compró hace tiempo "y cada vez [había] más pegas para todo. Era para entregar en marzo de 2023, luego nos dicen que julio, más tarde que octubre y, posteriormente, diciembre. Ahora es para junio de 2024 y ya han empezado, pero dudo que sea en junio porque deberían terminarla en unos dos meses, por cuestión de las licencias".

Así, muestra su malestar y enfado con Óscar Gil, al destacar: "Nos miente a la cara. Vendimos nuestra casa, ahora estamos de alquiler y no sabemos ni dónde coger colegio para nuestros hijos, pagando mucho más de alquiler que de hipoteca. Es un horror todo y no lo esperaba. A todo esto, se unen el estrés, los nervios, la medicación... Vamos a poner una demanda, aunque nos dieran hoy mismo la casa". En concreto, Aster District ha escriturado en torno a 40 viviendas en 2023 y tiene pendientes para entregar otras 80 este curso.

El malestar con Óscar Gil, que visita frecuentemente la zona los sábados y domingos al volante de su Land Rover negro, es casi generalizado. Otro de los afectados, que prefiere no hacer público su nombre, señala a El Confidencial que la vivienda se entregó con algo de retraso, "pero lógico en este tipo de proyectos". No obstante, se encuentra ya viviendo allí, aunque la vivienda "tiene ciertos defectos o pequeños remates de obra que no sé si me arreglarán porque, de momento, no han hecho nada". Así, reconoce que en su zona "una decena de los vecinos tienen las casas ya entregadas [parcelas de la 15 a la 25], pero otros 14 están aún pendientes [de la uno a la 14]".

La peor situación es para, al menos, tres de los futuros residentes de la Fase IV de la Urbanización Los Ángeles de San Rafael, que al firmar las escrituras para la compra de la vivienda se han encontrado con cargas por parte del fondo que prestó dinero a Óscar Gil Marín: Roundshield. La firma británica, que demanda ahora al empresario 58 millones (el principal más intereses, comisiones...) tras prestarle 50 millones, pretende recuperar el montante y ha decidido presionar al empresario al gravar dichas viviendas. Algo totalmente inesperado y de lo que se enteraron al pedir la nota simple, como admite otro afectado, que reconoce la sorpresa con esta situación. "Compré una vivienda que tenían piloto a finales del año pasado y no he logrado escriturar, pese al tiempo transcurrido". Así, habrían entregado, como mínimo, el 20% del valor de la casa.

En este caso, evitaron firmar las escrituras en un acto al que no se presentó el fondo, pero sí representantes de Aster District, la sociedad de Óscar Gil Marín. No obstante, y ante la existencia de las cargas, no se formalizó la operación y tanto los interesados en la compra como la compañía levantaron dos actas de lo sucedido, por lo que ya han contratado los servicios de un abogado con el fin de demandar a la compañía si no hay avances en las próximas semanas. El empresario, no obstante, recalca a El Confidencial que "la firma de escrituras para estos inmuebles está previsto para finales de mes y esta semana serán citados". Lo afirma en una llamada de este medio el miércoles, 14 de febrero, aunque al cierre de esta edición los compradores no habían recibido de manera oficial la citación para dicha firma y uno de ellos pidió, sin éxito, que le mandaran por escrito las distintas promesas que hizo el más pequeño de los tres hijos varones del difunto Jesús Gil.

La situación es delicada y, a medida que avance el tiempo, será peor para los intereses de los compradores, que en algunos casos han vendido su vivienda para poder acceder a su nuevo hogar. Tal y como reflejan las notas simples pedidas en las distintas viviendas, sobre las mismas pesan unas cargas que, como es lógico, van generando unos intereses de demora que hacen que el montante adeudado sea más alto. Por ejemplo, en una de ellas la cuantía asciende a unos 70.000 euros. Además, reconocen que los contratos de compra los tiene "muy bien atados, porque las cláusulas permiten que dilate todo este proceso, pero nosotros estamos casi a su merced, puesto que si no respondemos con rapidez a sus requerimientos podemos perder la cantidad que hemos aportado. Por ejemplo, podrían citarme mañana mismo y si no me presento incumplir el contrato".

El alcalde de Vegas de Matutes, Jesús Sanz, reconoce a El Confidencial que desconoce esta situación en su localidad. "Nosotros hemos dado permiso para las construcciones de las viviendas en varias parcelas. Nos pasan la documentación y nos pagan las cuotas", señala. No obstante, sí reconoce que hay ciertos problemas que dilatarán los planes de Óscar Gil en la localidad, puesto que "no hemos dado concesiones para más por el tema del agua, aunque nos hemos juntado varios ayuntamientos para abordar esta problemática de suministros con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD)". De hecho, tal y como reconocen otros interesados en construir viviendas sobre parcelas, la parálisis de las licencias es generalizada.

La situación de Óscar Gil Marín no es nueva en la zona de Los Ángeles de San Rafael y los veteranos del lugar recuerdan algunas de sus dificultades económicas. Por ejemplo, a mediados del año pasado era la Agencia Tributaria la que subastaba una de sus megafincas embargadas tras reclamarle el pago de unos 6,8 millones; mientras que en abril de 2021 fue la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) la que hacía lo mismo con 17 chalés a subasta desde 240.000 euros por una deuda de 3,8 millones de euros.