Blueground, el unicornio de los alquileres que blinda contra la ley de Vivienda

Alberto lleva casi diez años viviendo fuera de España. Nunca llegó a estrenar su casa, porque su empresa le ofreció un puesto al otro lado del Atlántico justo cuando iban a entregársela, así que siempre la ha tenido alquilada.

Al principio, su principal temor era que los inquilinos cuidasen la vivienda y fueran estables en el tiempo, pero las pasadas Navidades, cuando los inquilinos que tenía le comunicaron que se mudaban, su miedo fue saber qué riesgo tenía de que le entrara un okupa.

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R. Ugalde

La espiral de noticias de los últimos años, con las polémicas normativas catalanas, los vaivenes de la Ley de Vivienda, el tope a la subida del IPC o las medidas extraordinarias aprobadas en pandemia que tres años después siguen vigentes, son el caldo de cultivo perfecto para que muchos propietarios se planteen retirar del mercado sus viviendas.

De hecho, según los datos que maneja el portal Idealista, en el último trimestre del pasado ejercicio, la oferta de vivienda en alquiler en España se redujo un 17% en comparación con el mismo periodo del año anterior; mientras que en el tercer trimestre, el recorte fue del 25%.

Poco antes, en enero de 2022, la proptech Blueground aterrizó en España, con el arranque de sus operaciones en Madrid y Barcelona. Esta empresa, fundada en 2013 en Estados Unidos, tiene un modelo de negocio que promete ser una garantía para los propietarios contra todas estas amenazas, ya que garantiza el cobro de la renta durante los cinco o siete años de contrato y la actualización conforme al IPC.

"Nosotros somos el arrendatario, con un derecho de subarriendo, somos quienes pagamos la renta al propietario de la vivienda, que se desentiendo de todo, y gestionamos el subarriendo, que es una figura que, siempre que se pacte, está reconocida en la ley", explica Mariano Silveyra, director general de Blueground España.

La proptech cuenta ya con más de 200 pisos en España (Madrid y Barcelona) y su objetivo es llegar a 3.000 en 2025

A finales de 2021, el ejecutivo dejó la vicepresidencia de asuntos públicos de Cabify para pilotar el desembarco y expansión de la proptech en nuestro país. Desde entonces, ha incorporado a la plataforma 130 pisos en Madrid y 80 en Barcelona, con el objetivo de sumar entre 400 y 500 inmuebles para final de año.

Suma y sigue, porque su hoja de ruta va dirigida a hacerse con una cartera de entre 2.000 y 3.000 viviendas para 2025, y para conseguirlo, Silveyra está mirando ya abrirse a otras ciudades como Málaga, Valencia o Sevilla. "Estamos a medio camino entre un alquiler tradicional y el turístico. Nuestras estancias medias se mueven entre cuatro y seis meses", explica el directivo.

La máxima de Blueground es que el mundo está cambiando, la gente cada vez busca más flexibilidad, también en la vivienda. En un mundo global, donde cada vez hay más nómadas digitales, estudiantes internacionales, equipos de grandes compañías que son asignados a proyectos concretos en un país por un tiempo definido o profesionales que temporalmente deciden cambiar de destino, su propuesta va dirigida a ser la plataforma que les pone la vivienda en cualquier rincón del planeta.

"Es un mercado con crecimientos del 10% en todo el mundo", explica Silveyra. "No somos gestores, somos una proptech que asume el riesgo del alquiler, porque tenemos una demanda muy alta de vivienda por parte de nuestros clientes. Tenemos acuerdos globales con gigantes como Apple, Google o Tesla", añade.

Tiene acuerdos con gigantes como Apple, Google o Tesla, que se apoyan en sus viviendas cuando desplazan equipos por el mundo

En total, Blueground cuenta con más de 500 empresas clientes que se apoyan en la plataforma para tener garantizada la vivienda de sus equipos cuando se desplazan temporalmente a otra ciudad del planeta. Actualmente, blueground está presente en una treintena de ciudades: 15 en Estados Unidos y 13 en Europa, además de Dubái y Singapur.

En nuestro país, además de estar construyendo una cartera de viviendas, la proptech también está desarrollando el mercado corporativo, tratando de sellar acuerdos con compañías que quieran aprovechar su plataforma de más de 12.000 pisos bajo gestión para alojar a sus profesionales cuando viajan a otra parte el mundo.

Viviendas elegidas

El perfil de clientes determina también el tipo de vivienda que eligen para formar parte de su plataforma, ya que estas deben estar bien ubicadas y cumplir una serie de requisitos de calidad para alcanzar los estándares de Blueground. Por ejemplo, actualmente, en Madrid solo tienen viviendas dentro de la M-30, aunque en zonas que van desde Madrid Río a Salamanca, desde centro a Chamartín.

El tipo de vivienda más habitual son pisos de entre 70 y 110 metros cuadrados, con entre una y dos habitaciones, aunque la oferta va desde estudios de 40 metros hasta casas de tres dormitorios con 180 metros. Para tener un sello común, la proptech invierte en amueblar y poner su sello a todos los hogares que alquila, que siempre cuentan con detalles como wifi, cápsulas de café, kit de limpieza, textil y servicios de comida y bebida a domicilio.

"También damos al propietario la posibilidad de que ellos hagan la inversión en el mobiliario y, entonces, les subimos sustancialmente la renta", explica Silveyra, quien asegura firmar siempre los contratos a precio de mercado, como cualquier otro inquilino, ya que su margen lo obtiene después con el subarriendo por estancias temporales, que son más lucrativas."Blueground maximiza la rentabilidad al propietario, porque no solo garantiza la renta, sino que sabe cuando devuelva el piso, lo voy a devolver bien, porque he invertido en él y mis inquilinos son buenos".