Histórico ajuste a la baja del Gobierno para vender un edificio en el barrio de Salamanca

A la tercera tiene que ir la vencida. Este es el mensaje que impera en el Ministerio de Hacienda, que, por tercera vez, ha decidido sacar a la venta el edificio situado en el número 50 de la madrileña calle María de Molina, en pleno barrio del cotizado barrio de Salamanca y a escasos metros del paseo de la Castellana.

A pesar de esta envidiable ubicación, el Estado ha fracasado por dos veces en su intento de traspasar el inmueble, un edificio que ofrece multitud de opciones, tanto para residencial como para oficinas, pero que también tiene dos importantes inconvenientes: necesita una profunda obra de rehabilitación y llegar a un acuerdo con el resto de miembros del complejo para poder llevar a cabo la ambiciosa obra que precisa.

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Para evitar chocar con la misma piedra, Hacienda ha aceptado una importante rebaja tanto de precio como de las condiciones que deberán cumplir los interesados para concurrir a la subasta, que se espera para el próximo mes de septiembre, al haber recibido ya el visto bueno del Consejo de Ministros y estar ya solo a la espera de que Hacienda publique los detalles en el BOE (Boletín Oficial del Estado).

El nuevo precio de partida que marcará el Estado serán 156 millones, lo que significa un ajuste superior al 20% respecto a los 196 millones que pidió hace tres años, y del 15,5% si se toman como referencia los 185 millones que pidió en las Navidades de 2020. Pero, además, para intentar que se presente el mayor número posible de interesados, el Estado ha eliminado las onerosas garantías que exigía.

En los dos anteriores intentos, para poder pujar era necesario depositar una fianza superior a los nueve millones de euros —el 5% del valor—, marca que ahora se espera que se rebaje al 0,5%. Además, aunque las ofertas que se presenten en septiembre serán vinculantes, Hacienda concederá al ganador un amplio margen de plazo, antes de escriturar, para poder negociar con la comunidad de vecinos y convencerles de llevar a cabo la ambiciosa obra que necesita el inmueble.

El activo que vende Hacienda forma parte del complejo bautizado como Eurocis y está formado por una torre de oficinas de algo más de 40.000 metros cuadrados, con casi 400 plazas de garaje, un local de casi 1.500 metros cuadrados y siete trasteros. Está delimitado por las calles María de Molina, Núñez de Balboa, General Oráa y Castelló, una de las zonas más demandadas por las empresas.

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El Estado es propietario del 51% del complejo y el resto está en manos de numerosos propietarios particulares. El ganador de la subasta deberá llegar a un acuerdo con ellos para poder llevar a cabo la obra que necesita el inmueble. A diferencia de las dos anteriores subastas, ahora, el potencial comprador cuenta con la ventaja de los fondos Next Generation, todo un caramelo para convencer al resto de vecinos y una oportunidad también para ajustar las ofertas.

En este tipo de inversiones, los compradores suman el coste que les va a suponer tanto la compra como la rehabilitación del inmueble, trabajos millonarios, en numerosas ocasiones, sobre todo cuando se trata de edificios como María de Molina 50, que necesita una profunda intervención para adaptarse a los nuevos requisitos de sostenibilidad, accesibilidad y eficiencia energética. De ahí que las ayudas europeas sean vistas como la llave que puede terminar de abrir esta compleja operación.

Además, para septiembre se espera que estén ya aprobadas las nuevas ordenanzas del Ayuntamiento de Madrid, que regularán nuevos usos como el coliving, lo que multiplica las opciones que se pueden llevar a cabo en este inmueble.