Ni con descuento: Hacienda no consigue vender su torre de oficinas en Madrid

Ni una sola oferta. Hacienda ha vuelto a fracasar, por segunda vez consecutiva en la subasta de uno de sus activos más preciados en el centro de Madrid. Una torre de oficinas de algo más de 40.000 metros cuadrados, casi 400 plazas de garaje, un local de casi 1.500 metros cuadrados y siete trasteros El Gobierno ya intentó el año pasado, también mediante un procedimiento de subasta pública, la enajenación de este activo, pero tampoco recibió ni una sola oferta.

La historia se repite de nuevo a pesar de que en esta ocasión el inmueble salió a subasta a un precio rebajado: 185 millones frente a los 196 millones de euros que esperaba conseguir con esta venta hace un año. Es decir, una rebaja de apenas el 5% que no ha convencido a potenciales postores, ya que la rebaja que suelen experimentar los públicos activos que salen en segunda subasta es del 15%. No obstante, según explican fuentes del mercado, no se trataría de una segunda subasta, sino de una nueva subasta con una revisión del valor de tasación.

Los activos salieron a subasta en un solo lote y se encuentran ubicados en la manzana delimitada por las calles María de Molina, Núñez de Balboa, General Oraà y Castelló, en pleno centro de Madrid y a escasos metros del Paseo de la Castellana, una de las zonas más demandadas por las empresas. Las oficinas se agrupan en una torre de oficinas de las cuales solamente una estaría actualmente ocupada por Hacienda, encontrándose el resto vacías.

Según explican diferentes fuentes del mercado, la complejidad del edificio y la reforma que necesita son dos de los principales obstáculos con los que se encuentran potenciales inversores interesados, quienes estarían a la espera de una rebaja sustancial en el precio para acometer una posible compra. Esa rebaja del 5%, sin embargo, no ha sido suficiente para atraer el apetito de los inversores. Asimismo, para poder pujar, era necesario depositar una fianza de 9,25 millones de euros —el 5% del valor del tipo—. El plazo para la presentación de ofertas ha sido de dos meses, a contar desde el día siguiente al de la publicación del BOE.

La torre de oficinas acoge, además, decenas de viviendas de particulares y locales comerciales, mientras que la planta baja está repleta de recovecos que dificultan aún más la rehabilitación del activo, dos factores que, según esos mismos expertos, complican su venta.

Los activos a la venta suman una superficie total sobre rasante de 45.937,20 metros cuadrados, de los que 44.409,42 corresponden a superficie de oficinas, elementos comunes y accesos, y 1.527,78 metros a la planta de cubierta del núcleo central, más 396 plazas de garaje, un local de 1.431,22 metros y siete trasteros bajo rasante. Y, tal y como recoge el BOE, "la Administración General del Estado se reserva sobre la finca 68.030, que se corresponde con la cubierta del núcleo central, el derecho de mantener los equipos de refrigeración que dan servicio a locales sitos en planta baja y primera que no son objeto de enajenación, así como una servidumbre de paso para acceder a dichos equipos a efectos de su mantenimiento y eventual sustitución".

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E. Sanz

Al igual que sucedió en 2013 y 2014, en el final de la crisis inmobiliaria, están siendo las administraciones públicas las más activas en el mercado con la puesta en marcha de varios procedimientos de enajenación de inmuebles y activos inmobiliarios. Uno de los más activos está siendo el Ministerio de Defensa que en el último mes ha celebrado dos subastas con resultados muy dispares.

En la subasta del pasado 17 de septiembre conseguía vender por 12 millones de euros un solar ubicado en la confluencia de las calles Julián Camarilllo y Avenida de Canillejas a Vicálvaro en Madrid —Premier se impuso a Aedas en la oferta por este solar—, si bien 14 de los 18 lotes subastados quedaron desiertos. Además, la semana pasada, la cartera que dirige Margarita Robles no recibió ni una sola subasta por 15 suelos finalistas para la construcción de viviendas en Alcalá de Henares, tal y como apuntan los expertos, porque sus precios eran un 10% más caros que los de la última subasta, celebrada en septiembre de 2019.