CaixaBank rompe el monopolio de Lone Star y divide en tres lotes sus 3.500 M de ladrillo tóxico

Arranca una de las operaciones inmobiliarias más importantes de este recién estrenado año 2023: el concurso para hacerse con la gestión de todo el ladrillo tóxico de CaixaBank, actualmente en manos de Servihabitat.

Tras analizar durante varios meses qué modelo resultaría mejor para sus intereses, la entidad ha terminado inclinándose por sacar a concurso un perímetro de activos valorado en 3.500 millones en activos inmobiliarios y dividirlo en tres lotes: uno de gestión de alquileres, otro de mantenimiento y un tercero de marketing y comercialización.

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Esta división es un tiro a la línea de flotación de Servihabitat, compañía controlada por el fondo estadounidense Lone Star, que ahora deberá redoblar esfuerzos si aspira a retener toda la cartera.

CaixaBank, que tiene agrupados en su filial inmobiliaria, BuildingCenter, los activos que ahora saca a concurso, aspira a conseguir un importante ahorro con este nuevo contrato, en línea con el logrado por Sareb con el proyecto SMO.

Los interesados en convertirse en proveedores de la entidad catalana deberán presentar sus ofertas este mismo febrero. Se espera que todos los grandes jugadores del sector, como Anticipa/Aliseda (Blackstone), Haya (Cerberus), Altamira (Dobank), Solvia (Intrum) o Hipoges (KKR), concurran a la puja.

Pero, además, gracias a esa segmentación por tipo de servicio que CaixaBank aspira a conseguir con la división que ha hecho, podrían entrar jugadores más pequeños, pero más especializados.

En el sector financiero, se sigue con especial interés este concurso, ya que, en función del resultado que termine consiguiendo CaixaBank, podría convertirse en un ejemplo para los contratos de servicing del resto de entidades.

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Se espera que la entidad logre ahorros de cerca del 20% frente al modelo en vigor, un sistema que reporta a Servihabitat ingresos anuales de 60 millones de euros. El contrato actual de la filial de Lone Star se remonta a 2018 y está vigente hasta finales de año, cuando deberán tomar las riendas los ganadores de las nuevas licitaciones.

Los tres nuevos contratos se espera que también sean por un plazo de cinco años. La cartera de activos que salen a concurso está compuesta por un mix de residencial, industrial, suelo y alquiler, con especial peso de este último.

Disputa con Lone Star

El concurso lanzado por CaixaBank llega en un momento especialmente sensible en su relaciones con Lone Star. Hace tres años, el fondo presentó una reclamación de hasta 330 millones de euros a BuildingCenter, disputa que ha terminado en un arbitraje.

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El origen de este enfrentamiento es una reclamación de inscripción de títulos de activos por parte de Coral Homes, sociedad a través de la cual Lone Star controla el 80% de Servihabitat, mientras que el otro 20% está en manos del banco. En caso de que tenga razón el fondo, los activos volverán a CaixaBank con una valoración pactada.

En 2018, Lone Star compró gran parte de los activos adjudicados de CaixaBank y su filial Servihabitat, valorados en 7.000 millones de euros. Pagó 4.000 millones por un 80% de la sociedad creada con la entidad, Coral Homes.