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El ladrillo sale del letargo y obtiene los mejores resultados en 15 años
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MEJORA EL CLIMA ECONÓMICO DEL SECTOR

El ladrillo sale del letargo y obtiene los mejores resultados en 15 años

La construcción continúa a años luz de lo que fue antes de 2008, pero ya ha recuperado los niveles de su media histórica en los últimos 30 años. Mientras la construcción de viviendas cae, se reactiva la obra civil

Foto: Foto: Europa Press/Eduardo Parra
Foto: Europa Press/Eduardo Parra
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La larga travesía del desierto de la construcción toca a su fin. No es que haya recuperado los niveles estratosféricos alcanzados antes de 2008, cuando se pinchó la burbuja inmobiliaria, pero el dinamismo del sector le ha llevado a alcanzar sus mejores resultados de los últimos 15 años, ya ligeramente por encima de la media histórica en tres décadas. El Indicador del Clima de la Construcción (ICC), de hecho, ha vuelto a situarse en valores positivos, algo que no ocurría desde el periodo 1999-2007. La importancia de este dato viene dada porque refleja que el sector se sitúa ya en su media histórica. Ni tan arriba como en tiempo del boom ni tan abajo como cuando se desplomó.

Los datos proceden de la última Encuesta de Coyuntura del Sector de la Construcción, que recoge el saldo de respuestas, negativas y positivas, que hacen las empresas del sector, tanto sobre su cartera de pedidos como sus perspectivas de empleo. Y lo que avanza la encuesta es que en septiembre el Indicador del Clima de la Construcción se sitúa en 6,6 puntos, lo que supone un incremento de 8,2 puntos respecto del mes anterior, y, lo que es más significativo, vuelve a situarse en terreno positivo.

Foto: Los costes de construcción echan el freno y dan un respiro a promotores y constructores. (Foto: iStock)

Como sostienen los técnicos del Ministerio de Industria, "siguen sin apreciarse signos de agotamiento en la tendencia creciente que el sector de la construcción viene mostrando desde 2020, y se encadenan ya más de dos años con valores superiores a su media a largo plazo".

El sector de la construcción, tradicionalmente, ha tenido una elevada volatilidad, y de ahí que para entender su evolución haya que mirar los datos históricos y no solo los más recientes. Y lo que muestran es que, tras la recesión de 1993 y el posterior declive del sector, solo interrumpido por los ajustes derivados de la reducción del gasto público que se produjo en 1996 y 1997 en aras de lograr que España accediera a la unión monetaria, durante la era Aznar, el sector alcanzó su punto álgido durante los primeros años de la década de los 2000.

La mitad de ocupados

Como es conocido, aquella burbuja se pinchó, lo que llevó al índice a mínimos históricos durante el trienio 2012-2014 como consecuencia de los recortes en el gasto público y por la menor renta disponible de las familias debido a la fuerte destrucción de empleo. Para hacerse una idea de lo que supuso el ajuste, solo hay que tener en cuenta que en 2007, máximo histórico, el sector de la construcción llegó a tener 2,47 millones de ocupados, prácticamente el doble que en septiembre de este año, cuando se han alcanzado los 1,38 millones. Posteriormente, y tras el crash del sector, comenzó una senda alcista con muchos altibajos en función de la coyuntura económica.

Esa fase expansiva es la que se mantiene hoy, aunque sin la espectacularidad de los años del boom. No hay que olvidar que en 2006, poco antes del fin de la burbuja, la construcción llegó a representar el 10,8% del PIB, mientras que el año pasado apenas alcanzó el 4,8%, lo que da idea de su desplome.

Como recuerdan los técnicos de Industria, la recuperación actual es fruto de los valores positivos tanto en la cartera de pedidos (cinco puntos positivos) como en las expectativas de empleo (8,2 puntos), si bien ya se observan algunas señales de ralentización en coherencia con el menor crecimiento económico. En particular, por el aumento de los tipos de interés, que está penalizando de forma intensa la adquisición de viviendas, y, por lo tanto, su construcción.

Menos viviendas

Esto explica que en septiembre el comportamiento de los diferentes sectores que conforman el sector de la construcción haya sido muy desigual. Mientras que la construcción de edificios, literalmente, se ha desplomado hasta los -14,7 puntos, la obra civil (carreteras o infraestructuras) se recupera hasta alcanzar los 29,9 puntos, su nivel más alto en lo que va de año. Finalmente, las actividades especializadas mejoran con respecto al mes pasado y alcanzan un nivel de 7,1 puntos.

Hay que tener en cuenta que tan solo la obra civil, al margen de la construcción de viviendas públicas, supone el 15,7% de la producción nacional en construcción, mientras que la edificación no residencial representa otro 29,1% del PIB, de ahí la importancia de las decisiones que adopten las distintas administraciones públicas.

Hasta el pasado mes agosto, la licitación pública —incluyendo la Administración central, las comunidades autónomas y las corporaciones locales—, asciende a 19.100 millones de euros, lo que representa un incremento del 7,5% respecto del mismo periodo del año anterior. Algo menos de la tercera parte corresponde a los ayuntamientos y cabildos.

El resultado es que la cartera de pedidos, medida por el trabajo que ya se han asegurado las empresas, se situó en septiembre en 542 días, lo que supone 12 más que el mes anterior. Esa cifra ya es muy superior al mínimo alcanzado en agosto de 2020, en medio de la pandemia, cuando el trabajo asegurado apenas alcanzó los 423 días. A finales de 2021, este indicador comenzó a cambiar de tendencia, y desde entonces se ha estabilizado en torno a los 540 días.

Foto: Joe Biden, junto a trabajadores de Wolfspeed. (Getty/Melissa Sue Gerrits)
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La importancia de la construcción en la economía española es muy relevante. En particular, para las empresas del sector, que crecieron de forma intensa durante los años del boom, pero que posteriormente se vieron obligadas a buscar negocio en el extranjero, lo que explica su elevado nivel de internacionalización.

Según un ranking elaborado por la consultora Deloitte, ACS encabeza la clasificación y se sitúa en el puesto 12 a nivel mundial, repitiendo puesto respecto a 2021. Acciona mejora posiciones, hasta el 33, mientras que FCC se sitúa en el lugar 43. Ferrovial, por su parte, pasa de la posición 40 a la 46, mientras que Sacyr asciende hasta el puesto 53. OHLA, por último, pasa del número 74 al 79, mientras que Grupo San José pasa del 96 al 98.

La larga travesía del desierto de la construcción toca a su fin. No es que haya recuperado los niveles estratosféricos alcanzados antes de 2008, cuando se pinchó la burbuja inmobiliaria, pero el dinamismo del sector le ha llevado a alcanzar sus mejores resultados de los últimos 15 años, ya ligeramente por encima de la media histórica en tres décadas. El Indicador del Clima de la Construcción (ICC), de hecho, ha vuelto a situarse en valores positivos, algo que no ocurría desde el periodo 1999-2007. La importancia de este dato viene dada porque refleja que el sector se sitúa ya en su media histórica. Ni tan arriba como en tiempo del boom ni tan abajo como cuando se desplomó.

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