Merlin estudia pedir una compensación a BBVA por quitarle su derecho preferente en Chamartín

Tras conocerse ayer el resultado del arbitraje que enfrentaba a BBVA con Merlin y San José por Operación Chamartín, y que ha dado la razón a la entidad, los servicios legales de las tres compañías están analizando al detalle el centenar de folios del laudo.

En el caso de la socimi y la constructora, con la vista puesta en pedir a la entidad una compensación económica por haber impuesto unilateralmente su mayoría accionarial en Distrito Castellana Norte (DCN), entidad promotora de este megadesarrollo urbanístico, y, en consecuencia, haberles arrebatado su derecho de tanteo o preferencia de compra.

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Ruth Ugalde

Según afirman las fuentes jurídicas consultadas, en función de cómo esté argumentado el laudo, Merlin y San José podrían tener allanada esta vía. La cual, además, es compatible con el pacto entre caballeros al que llegaron hace semanas con la entidad, cuando todavía se desconocía hacia dónde iba a inclinarse la balanza, de acatar el fallo y no presentar más recursos.

En este arbitraje se han encontrado importantes nombres propios de algunos de los bufetes más importantes del país, como Fernando Irurzun, Fernando Giménez-Alvear y Javier García de Enterría, de Clifford Chance, que han trabajado para DCN; Javier Mendieta, Emma Morales y Fernando Torrente, de Allen & Overy, que han estado del lado de BBVA, y el decano del Colegio de Abogados, José María Alonso, junto a José Antonio Caínzos, con Merlin. El árbitro ha sido Miguel Virgos.

Hace tres años, Merlin entró en Operación Chamartín con la compra de un 14,46% a San José, que conservó otro 10%. Entonces, la socimi puso sobre la mesa 168,9 millones de euros en metálico y un préstamo de 130 millones, cifras que incluían en su valoración el derecho preferente que tenían estas acciones.

Los estatutos de DCN, compañía ahora bautizada como CREA Madrid Nuevo Norte, concedían a todos los accionistas la ventaja de igualar la oferta de cualquier potencial comprador y, por el mismo precio, ser ellos quienes se quedaban los títulos.

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Para Merlin, este privilegio era la llave que le garantizaba terminar siendo el socio mayoritario de Operación Chamartín, ya que el banco hacía tiempo que había activado la operación de venta de su participación.

Pero, en la primavera del año pasado, el banco incluyó entre los puntos del orden del día de la junta general de DCN un cambio de estatutos para eliminar este derecho, que sacó adelante gracias a su mayoría accionarial del 75,5% y que ha sido bendecido por el laudo.

Pendientes de los recursos

Tras la resolución del laudo, el próximo hito para que Operación Chamartín pueda seguir avanzando está en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, donde el próximo 15 de diciembre se espera que se resuelvan todos los recursos presentados por diferentes entidades contra este desarrollo.

Se trata de nueve impugnaciones a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid que aprobó Madrid Nuevo Norte, nombre actual de Operación Chamartín. Las fuentes jurídicas consultadas aseguran que, si alguno de ellos sale adelante, el desarrollo podría volver a quedar paralizado otros dos años.