Es noticia
Decreto 'perruno' en Astigarraga: tres paseos al día durante 15 minutos y áreas acotadas
  1. España
  2. País Vasco
PARA FRENAR EL AUMENTO DE INCIDENTES

Decreto 'perruno' en Astigarraga: tres paseos al día durante 15 minutos y áreas acotadas

El ayuntamiento impone una serie de normas a raíz de la "gran cantidad" de percances entre dueños de canes y otros vecinos: los propietarios deberán limpiar la orina con agua con detergente

Foto: Un hombre pasea a su perro ante un furgón de la Policía Nacional durante el estado de alarma. (EFE)
Un hombre pasea a su perro ante un furgón de la Policía Nacional durante el estado de alarma. (EFE)

¿Dónde está el límite entre las necesidades fisiológicas de los perros y la picaresca de sus dueños para poder burlar el confinamiento que implica el estado de alarma por la expansión del coronavirus? Las fronteras son muy difusas. Y esta circunstancia, unida al peso de la acumulación de días de reclusión domiciliaria, lo que está poniendo a prueba la paciencia y la convivencia de muchos ciudadanos, está propagando las confrontaciones. Tanto es así que el Ayuntamiento de Astigarraga (Guipúzcoa) ha decidido cortar por lo sano e imponer una serie de 'normas perrunas', entre ellas acotar el tiempo de los paseos, a la vista de la “gran cantidad de incidentes” que se están produciendo en los últimos días entre los dueños de los canes y otros vecinos de este municipio de unos 6.200 habitantes situado a las puertas de San Sebastián.

Lo ha hecho a través de un decreto aprobado este miércoles 1 de abril que concreta las pautas a seguir en los paseos con perros. Así, los animales podrán pisar la calle un máximo de tres veces al día durante un tiempo no superior a los 15 minutos y en las "inmediaciones de la vivienda" de su propietario durante el tiempo que perdure el estado de alarma. Las mascotas, además, deberán ir siempre atadas, no podrán “tener contacto entre sí ni con otras personas” y sus dueños deberán limpiar la orina en el asfalto con agua con detergente, según marcan las nuevas normas.

Foto: Una persona pasea a su perro por una calle desierta del casco histórico de Pamplona. (EFE)

El decreto, que llega transcurridos 18 días desde que entraron en vigor las medidas derivadas del estado de alarma, busca cerrar las puertas a la polémica. No obstante, una de sus medidas abre de par en par la puerta a la controversia por su indefinición, ya que establece que “las salidas se realizarán en momentos de poca afluencia”. Una inconcreción que puede ser esgrimida por quienes estos días están estrechando el cerco sobre los dueños de los perros en este municipio para vigilar si su actuación se corresponde con lo permitido en la actual emergencia sanitaria por la pandemia.

Los roces entre unos y otros, según admite el alcalde Xabier Urdangarin en el propio decreto, se han intensificado en los últimos días, en especial en el ámbito del parque fluvial, donde se han producido “una gran cantidad de incidentes”. Se trata de una zona de gran superficie –y, por tanto, más difícil de controlar por los agentes policiales– que ha servido de pista libre a algunos propietarios de perros para burlar la reclusión domiciliaria y “realizar largos paseos con la excusa” de la mascota. Este incumplimiento de las normas en un escenario de “severas medidas de encierro impuestas al resto de ciudadanos, especialmente a los niños”, ha generado “malestar” en “muchos” vecinos, según señala el primer edil.

Se busca cerrar la polémica pero una medida abre la puerta a la controversia por su indefinición: "Las salidas se harán en momentos de poca afluencia"

La polémica, con discusiones en plena calle o regañinas subidas de tono a los dueños de los perros desde los balcones, ha forzado al Gobierno municipal a aprobar un decreto que busca conjugar la posibilidad de “satisfacer las necesidades fisiológicas de los perros” y “evitar cualquier tipo de contacto con otros animales y personas” en aras a impedir posibles contagios entre los propietarios de los canes.

Sobre el terreno, el decreto supone la delimitación del parque fluvial con la habilitación de una zona específica para el paseo de los perros que podrá ser utilizada únicamente por los vecinos de tres calles concretas –Aiotzategi, Kontxa Etxeberria y Urumea– por ser colindantes a este espacio. La acotación a esta área obedece a la “dificultad de controlar la totalidad del parque” y al quedar constatado que “hasta la fecha las infracciones se han cometido en las zonas más alejadas” a las casas.

Astigarraga acota una zona del parque fluvial, difícil de controlar por su gran extensión, que solo podrá ser utilizada por vecinos de tres calles cercanas

Los dueños de los perros también estarán obligados a limpiar la orina de los perros en caso de que las necesidades se realicen en el asfalto, según determina el ayuntamiento, que les obliga a “llevar y utilizar botella de agua con detergente” para proceder a esta tarea, así como bolsas para las heces. El decreto firmado este miércoles por el alcalde “ordena” a la Policía local “velar por el cumplimiento por parte de la ciudadanía de las instrucciones establecidas” y a acometer de “forma inmediata” el cierre del parque fluvial con los límites establecidos en un plano que acompaña al mismo, los cuales estarán habilitados “únicamente” para los vecinos de las tres citadas calles.

Foto: Una persona pasea a su perro en Barcelona. (EFE)

La actuación municipal está dirigida a acabar con los enfrentamientos entre los dueños de los perros y otros vecinos en un municipio donde los canes forman parte de la realidad urbana, con varios centenares de perros censados. Los propietarios de los animales han denunciado que conforme avanza el confinamiento se sienten más vigilados por sus propios vecinos a la hora de salir a pasear a las mascotas, con actitudes que en ocasiones llegan al acoso y al insulto. En el otro lado de la barrera, vecinos critican que los dueños de perros están ensanchando el periodo al que les habilita el estado de alarma para burlar una reclusión que está haciendo mella en algunos hogares. Este convencimiento se plasma en el incremento de las denuncias ante la Guardia Municipal a propietarios de canes por supuestos incumplimientos del estado de alarma.

¿Dónde está el límite entre las necesidades fisiológicas de los perros y la picaresca de sus dueños para poder burlar el confinamiento que implica el estado de alarma por la expansión del coronavirus? Las fronteras son muy difusas. Y esta circunstancia, unida al peso de la acumulación de días de reclusión domiciliaria, lo que está poniendo a prueba la paciencia y la convivencia de muchos ciudadanos, está propagando las confrontaciones. Tanto es así que el Ayuntamiento de Astigarraga (Guipúzcoa) ha decidido cortar por lo sano e imponer una serie de 'normas perrunas', entre ellas acotar el tiempo de los paseos, a la vista de la “gran cantidad de incidentes” que se están produciendo en los últimos días entre los dueños de los canes y otros vecinos de este municipio de unos 6.200 habitantes situado a las puertas de San Sebastián.

El redactor recomienda