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El PNV aplica el rodillo de poder municipal y deja al PP sin sus dos alcaldías relevantes
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GOBERNARÁ EN LAGUARDIA Y LABASTIDA CON BILDU

El PNV aplica el rodillo de poder municipal y deja al PP sin sus dos alcaldías relevantes

La formación 'jeltzale' va a llegar al poder en una decena de localidades donde no fue la fuerza más votada gracias a los acuerdos alcanzados con el PSE en algunos casos y EH Bildu en otros

Foto: Alfonso Alonso e Iñigo Urkullu en un reciente pleno en el Parlamento Vasco. (EFE)
Alfonso Alonso e Iñigo Urkullu en un reciente pleno en el Parlamento Vasco. (EFE)

La célebre frase de Gary Linekerde que "el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania" se podría exportar, salvando las distancias, al terreno de juego institucional en el País Vasco, donde el PNV va a sumar a su elevado poder institucional unas alcaldías relevantes. El partido que se inició el 26-M con las elecciones municipales y finaliza este sábado con la constitución de los ayuntamientos va a concluir con el holgado triunfo de la formación 'jeltzale'. Pero, en esta ocasión, a diferencia de la máxima del futbolista inglés, el triunfo del PNV no solo se cimienta en sus habilidades sobre el césped, ya que algunos goles importantes se producen gracias al 'árbitro'.

La formación de Andoni Ortuzar va a hacerse con el poder en cerca de una decena de municipios en los que no fue la fuerza más votada, lo que le va a permitir ampliar su poder municipal. Y lo va a lograr con el respaldo, en unos casos, del PSE y, en otros, de EH Bildu. El acuerdo global alcanzado con los socialistas para "formar gobiernos estables" en las instituciones locales y forales, y que continúa la senda abierta con el pacto suscrito en 2015, permitirá al PNV a priori arrebatar a la coalición 'abertzale' las alcaldías de seis municipios: los guipuzcoanos de Soraluce, Mendaro y Lezo, los vizcaínos de Alonsotegi —el pueblo natal del lendakari Iñigo Urkullu— y Zaldibar, y el alavés de Zigoitia.

El poder institucional del PP vasco se limita a las pequeñas localidades de Baños de Ebro y Navaridas tras no lograr las alcaldías de Laguardia y Labastida

Por su parte, la antigua Batasuna va a posibilitar que el PNV se sitúe al frente de los ayuntamientos alaveses de Laguardia y Labastida para desalojar del poder al PP, que ganó en ambos municipios el pasado 26 de mayo. Los populares perderán la Alcaldía de Laguardia, donde gobernaban, y se quedarán sin la de Labastida, donde se impusieron al PNV, que ostentaba el poder. El apoyo de EH Bildu al candidato de la formación 'jeltzale' en ambos municipios, donde van a gobernar en coalición con mayoría, va a hacer que el poder institucional de los populares en el País Vasco se limite a las pequeñas localidades alavesas de Baños de Ebro y Navaridas, de apenas 300 y 200 habitantes respectivamente —y gracias a que lograron mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales—.

Por 'H' o por 'B', con unos u otros argumentos de por medio, lo cierto es que el PNV va a tener aliados en todos los campos. Incluido el PP, que, a pesar del duro varapalo que supone que la formación de Ortuzar les birle Laguardia y Labastida, va a apoyar este sábado al candidato 'jeltzale' en el municipio alavés de Cuartango para evitar un posible gobierno de EH Bildu. Este enclave de unos 400 habitantes, en el que el PNV ha gobernado con mayoría absoluta esta pasada legislatura —con cinco de siete concejales—, representa un caso peculiar. El 26-M deparó un empate a 106 votos entre el PNV y EH Bildu, que poseen tres escaños cada uno, y la llave de la gobernabilidad la tiene la edil popular, Ana Salazar, que va a posibilitar la alcaldía a quien le ha desalojado de sus dos grandes feudos, los más importantes de Rioja Alavesa.

"Lo único que le importa al PNV es acaparar las instituciones", censura Alfonso Alonso: "Tiene una obsesión enfermiza por el poder", critica Oyarzabal

Lo va a hacer, según señala en declaraciones a El Confidencial, por "responsabilidad" y no por gusto. El cabreo por la maniobra del PNV, en especial en Laguardia, el histórico bastión del PP, es muy fuerte, pero el voto a la formación 'jeltzale', que llega tras una decisión "muy meditada" hasta este mismo viernes, representa "la opción menos mala” ante una agrupación local de EH Bildu "muy radical". "Yo me preocupo realmente por mis vecinos, a quien no podemos castigar, y no por los cambios de cromos", asevera en un ejercicio de "coherencia" y "sensatez" que encierra una dura crítica al PNV.

Hay mucha indignación en las filas del PP vasco con la formación de Ortuzar. "Lo único que le importa es el poder y acaparar las instituciones", censura a 24 horas de la constitución de los ayuntamientos el presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso. "Tienen una obsesión enfermiza por el poder, lo que les lleva a no respetar la voluntad de los ciudadanos", denuncia el responsable del partido en Álava, Iñaki Oyarzabal.

Foto: Un cartel a la entrada del casco histórico de Laguardia da la bienvenida a uno de los pueblos más bonitos de España. (J. M. A.)

No todos los pactos electorales tras el 26-M van a beneficiar a la formación 'jeltzale', que también va a sufrir en sus carnes la situación a la inversa, con la alianza entre EH Bildu y Podemos, si bien se trata de casos contados. El PNV, salvo sorpresa, va a perder Durango y esta situación podría repetirse en Galdakao, donde las dos fuerzas de izquierda necesitan el apoyo de una candidatura independiente local para desplazar a la formación 'jeltzale' del poder. Las agrupaciones independientes locales pueden marcar el devenir de la gobernabilidad en otros municipios como Sopelana, Dima, Orio, Gorliz o Sopuerta. También hay acuerdos entre EH Bildu y Podemos en Errenteria, Ordizia y Elorrio, si bien en estos casos las elecciones municipales las ganó la antigua Batasuna y el pacto con la formación de Pablo Iglesias les garantiza la mayoría absoluta. Son excepciones al triunfo del PNV en este juego de los pactos postelectorales.

De este modo, este sábado el PNV va a seguir aplicando el rodillo del poder institucional después de que en unos municipios haya alcanzado pactos con el PSE para echar a EH Bildu dentro del acuerdo de gobernabilidad global alcanzado por las Ejecutivas de los dos partidos, en otros se haya apoyado en la antigua Batasuna para desalojar del poder al PP, y también haya recibido el respaldo de los populares ante la amenaza del que fuera brazo político de ETA. "Le da igual con quién pactar", denuncia Alonso. En su conjunto, el PNV gobernará esta legislatura municipal en más de un centenar de localidades, mientras que EH Bildu tendrá el control de cerca de 80 ayuntamientos. El color del soberanismo dibujará gran parte del mapa de poder local, que dispondrá del color rojo del PSE en nueve puntos y el azul del PP en dos.

Foto: Andoni Ortuzar e idoia Mendia. (EFE)

Fructífero va a ser para la nómina de alcaldías del PNV el acuerdo global de gobernabilidad alcanzado con el PSE, que garantiza el apoyo mutuo en los municipios en los que una de las dos fuerzas haya ganado las elecciones para que el candidato más votado sea alcalde, y abre la puerta a llegar a acuerdos en aquellas localidades donde no hayan sido la lista más votada pero sumen mayoría para acceder al poder. Esta última disposición se traducirá en el acceso del PNV a seis ayuntamientos donde ha sido la segunda fuerza detrás de EH Bildu. Por su parte, el PSE llegará a las alcaldías de Andoain y Pasaia, donde superó a la formación 'jeltzale', tras llegar a sendos acuerdos de gobierno.

En este partido por los ayuntamientos ha habido protagonistas inesperados. El aspirante del PP al ayuntamiento de Labastida, el joven de 22 años Daniel García, no se resignó a perder la alcaldía y buscó un acuerdo con EH Bildu ante la amenaza de un previsible pacto de esta fuerza con el PNV que le impidiera gobernar en esta localidad de unos 1.450 habitantes. García se impuso contra pronóstico al PNV, pero los cuatro concejales logrados van a ser insuficientes para llegar al poder ante los tres de la formación 'jeltzale' y los dos de EH Bildu. En su pretensión de alcanzar la alcaldía, llegó a ofrecer a la antigua Batasuna dos concejalías, la de Euskera y Deportes, pero esta maniobra fue vetada por la dirección vasca del partido.

El mapa de las alcaldías va a marcar la negociación de los presupuestos: el PP advierte de que "no se puede permanecer al margen de esta realidad"

Finaliza el partido electoral del 26-M y ahora se inicia el de los presupuestos, donde las expectativas para el PNV son bien distintas. A la vista de este nuevo y difícil partido, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha querido desvincular ambos 'matchs' al defender que los acuerdos de cara a las alcaldías "no deberían perjudicar ni condicionar" la futura negociación sobre las cuentas vascas de 2020. Pero el PP, su único aliado presupuestario en la actual legislatura —ha permitido que salgan adelante dos de los tres proyectos económicos de Urkullu—, ya ha dejado constancia de que se está ante el partido de vuelta, con "la seña hostil" de las alcaldías de Laguardia y Labastida en el marcador. "No se puede permanecer al margen de esta realidad", advierte Alonso, que acusa al lendakari de convertir el Parlamento Vasco en "un mercadillo".

El mapa de las alcaldías va a marcar la negociación de los presupuestos, como bien deja constancia el PP. Pero, a pesar del portazo que va a recibir este sábado por parte de la "fuerza acaparadora de poder", los populares mantienen la puerta abierta. Mientras tanto, y con las elecciones autonómicas vascas en el cercano horizonte de 2020, la formación de Alonso tiene ante sí un partido con todo en contra: recuperar peso institucional en el País Vasco, donde apenas tiene ya presencia tras la prolongada pérdida de respaldo social de los últimos años. En las pasadas elecciones municipales apenas obtuvo 55 de los 2.651 concejales en juego, lo que supone el 2,07% del total, frente a los 79 obtenidos hace cuatro años. Sin olvidar que en los comicios generales del 28 de abril sufrió una histórica debacle al quedarse por primera vez sin representación en el Congreso de los Diputados tras perder los dos escaños logrados en 2016, con Javier Maroto como gran derrotado al perder el asiento por Álava en beneficio de EH Bildu.

La célebre frase de Gary Linekerde que "el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania" se podría exportar, salvando las distancias, al terreno de juego institucional en el País Vasco, donde el PNV va a sumar a su elevado poder institucional unas alcaldías relevantes. El partido que se inició el 26-M con las elecciones municipales y finaliza este sábado con la constitución de los ayuntamientos va a concluir con el holgado triunfo de la formación 'jeltzale'. Pero, en esta ocasión, a diferencia de la máxima del futbolista inglés, el triunfo del PNV no solo se cimienta en sus habilidades sobre el césped, ya que algunos goles importantes se producen gracias al 'árbitro'.

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