Las fiestas 'light' de Hortaleza y el conflicto por el alcohol: "Así no podremos pagar costes"

La venta de cerveza a pie de calle ha sido la puntilla de un conflicto que ha estallado antes de las fiestas de Hortaleza. En este distrito a las afueras de Madrid, que entre enero y marzo aprobó el nuevo calendario de eventos patronales, las asociaciones vecinales se han levantado: de 25 propuestos por vecinos, solo seis fueron considerados festejos populares. Esto, en otras palabras, implica que otros 19 no quedan sujetos a las mismas condiciones y, por lo tanto, que no se podrá consumir alcohol como en las verbenas. Pero, ¿por qué el asunto ha enfurecido tanto a las que sí fueron aceptadas como a las que no?

Fuentes de la Junta Municipal de Distrito en Hortaleza, el órgano político-vecinal donde se tomó la decisión, explican que entre las denegadas había iniciativas como "calçotadas, arte callejero, cine o música" que no ven con "entidad" como para convertirlas en fiesta patronal. Aun así, podrán realizarse, aunque bajo otra categoría y sin estas bebidas, pues también argumentan que es una forma de contrarrestar el consumo de alcohol.

¿Qué ha pasado?

Los vecinos se mostraron sorprendidos desde el principio: las iniciativas que este año no entraron en esa categoría sí lo hicieron el anterior y, por lo tanto, pudieron vender bebidas alcohólicas. "Da la sensación de que quieren limitar la participación del barrio o que tienen algo en contra del asociacionismo, porque hasta la fecha nadie nos ha explicado claramente por qué ahora sí y antes no", manifiesta Javier Díaz, el portavoz de Danos Tiempo, una de las 19 agrupaciones que este año no verán incluidas sus propuestas en la lista oficial.

Ellos son los que organizan, por ejemplo, las calçotadas y una muestra anual de arte en la calle y aseguran haberlo hecho "sin restricciones de este tipo en los últimos 15 años". No obstante, en esta última ocasión el concejal del distrito y exconsejero de Transportes e Infraestructuras en la Comunidad de Madrid, David Pérez, remarcó que "solo se estaba siguiendo la normativa vigente", que prohíbe barras en las calles, salvo en festejos populares.

Desde la Junta de Distrito refuerzan esta idea e insisten en que esto "no es un negocio" y sugieren que la venta de alcohol "parece lo único que importa a las asociaciones". En contraposición, Díaz recuerda que todas estas entidades son sin ánimo de lucro y los ingresos por las bebidas "son una forma de pagar los costes" de la jornada y, en caso de haber beneficios, irían a pagar a la propia organización.

"Así es como hemos mantenido siempre otras actividades gratuitas que realizamos. Y eso que esto no es la Gran Vía", zanja, aludiendo a que son este tipo de iniciativas las que "atraen a más visitantes" hacia una zona de la periferia. He ahí, para ellos, el quid de la cuestión: "El alcohol es la anécdota, no el problema en sí mismo. Lo que está pasando es no reconocer el trabajo que siempre hemos hecho, y eso me parece vergonzoso". Algo en lo que coinciden desde una de las seis entidades que sí han logrado pasar el filtro para vender bebidas a pie de calle.

"El alcohol es la anécdota, no el problema en sí mismo. No se nos está reconociendo el trabajo"

David Álvarez, vecino de Hortaleza y portavoz de la Asociación Vecinal de San Lorenzo –un barrio del distrito– está entre los elegidos para servir alcohol en sus actividades, entre las que menciona comidas, paelladas o acciones lúdicas. Sin embargo, se une a la protesta por las "trabas burocráticas que gota a gota van llegando a las asociaciones"; entre las que menciona una reducción de subvenciones.

Para las Fiestas de Primavera (del 30 de mayo al 9 de junio) se ha decidido eliminar uno de los días de celebraciones o retirar parte del presupuesto asignado a las propuestas vecinales. "Aunque nos hayan permitido ir, estamos muy enfadados con esta forma de hacer las cosas", resume Álvarez, que resalta el fuerte tejido asociativo en Hortaleza, uno de los distritos más poblados de Madrid. "Aquí notamos muchas carencias culturales y de ocio, pero nosotros nos hemos volcado siempre en nuestras fiestas. Esto que ocurre no es justo".