Los estadios donde nació el fútbol en Madrid: desde Ciudad Lineal al del Racing de Chamberí

El fútbol todavía era football y los equipos de Madrid apostaban por nombres como Racing, Athletic y Sporting. Este deporte, todavía considerado algo inglés, permeaba así una capital que a principios del siglo XX vio florecer varios campos y estadios dedicados al que, años después, se convertiría en el deporte rey. Desde el Hipódromo de la Castellana hasta el Chamartín del Real Madrid, pasando por el estadio de Ciudad Lineal, el del Athletic, el del Racing de Chamberí y el de la Unión Sporting, no fueron pocos los enclaves de este tipo que fructificaron por la capital en aquel tiempo.

El deporte más antiguo localizado en Madrid estaba relacionado con los juegos de pelota. Circunscrito al ámbito cortesano, fueron los nobles quienes empezaron a practicarlo en espacios como el Alcázar y el Buen Retiro. Más tarde llegarían las carreras de caballos: "No eran nada populares porque eran carísimas. Las primeras están documentadas en la Casa de Campo, donde se construye una pista de carreras en torno a 1850, con Isabel II", apunta Alberto Tellería, vocal de la junta directiva de Madrid, Ciudadanía Y Patrimonio (MCyP).

La popularidad de estas carreras fue en aumento, por lo que Madrid construyó el hipódromo de la Castellana todavía en el siglo XIX, un enclave que estuvo en pie hasta la llegada de la Segunda República, cuando su derribo permitió la prolongación de esta arteria de la capital. Y es ahí, en ese hipódromo, donde se disputó el campeonato de España de fútbol en 1907, “en una explanada interior enorme, gigantesca”, remarca el experto.

Un estadio para una ciudad nueva

Poco después llegaría el estadio de Ciudad Lineal, que Tellería ubica en 1910, y que albergaría todo tipo de deportes, incluso más tarde llegaría a utilizarse como aeropuerto. De hecho, se inauguró con una carrera ciclista, otra pedestre, otra de motos y un partido de fútbol que pudieron disfrutar las 8.000 personas que tuvo de capacidad de aforo hasta su demolición en la década de 1960. "Lo compró el Real Madrid en 1922, estadio que utilizó hasta construir el suyo propio en Chamartín", apunta el integrante de MCyP.

El estadio, por aquel tiempo, fue un enclave protagonista de la dinamización que se pretendía para esa gran urbanización de reciente construcción, Ciudad Lineal. "Era algo extraño porque quería atraer público hacia esa zona en la que se desarrolla un nuevo concepto de urbanización, en la que diferentes clases sociales vivían unas con otras", explica el mismo Tellería. Además, en este lugar se pudo ver uno de los trucos utilizados por la arquitectura griega: aprovechar el peralte en los laterales para que la gente pudiera ver desde ahí el partido.

No sería hasta por lo menos 1917 cuando se levantara el siguiente estadio, el del Athletic de Madrid, sucursal entonces del Athletic de Bilbao, donde hoy está la Casa de la Moneda. "Lo hicieron ahí, yo creo, porque cerca estaba la plaza de toros. Poco después el equipo se trasladó. Imagino que esos solares en la ciudad eran muy golosos y lo mejor era venderlos e irse a otro sitio", relata Tellería. Poco después, el Atlético jugaría en el Metropolitano, estadio construido por la compañía de Metro, como su propio nombre indica. "Tenía una capacidad para 50.000 personas que, supongo, estarían como piojos en costura, porque en aquel tiempo no existían las sillas, la gente estaba de pie todo el partido", añade.

El equipo de los militares enviados a África

El Racing de Chamberí inauguró su estadio en 1918, situado en la calle Fernández de la Hoz, hasta que pasó a Vallecas en 1929. "Este equipo quedó diezmado por las campañas militares de la guerra de África porque muchos de sus jugadores murieron", explica el especialista. No fue raro ver, en esta época, diversos encuentros disputados entre el Racing de Chamberí y la Sociedad Gimnástica Española. "Yo no sé si tendrá que ver algo con el Rayo Vallecano, porque es curioso que también terminara cerca de la plaza de toros de Vallecas", apunta.

El estadio de Chamartín ya es más conocido, sobre todo por su actual nombre, el Santiago Bernabéu. Erigido para albergar los partidos del Real Madrid desde 1925, al principio esos terrenos ni siquiera se enmarcaban dentro del perímetro urbano de la capital. "Al estadio se llegaba por el paseo de La Habana, no estaba en la Castellana, que se crea en 1929. Como su solar estaba ahí, en 1944 decidieron reformarlo y construir uno diferente, ya en paralelo a la Castellana. Durante un tiempo pudieron seguir haciendo uso del antiguo hasta que se levantó el nuevo", explicita el propio Tellería.

Por otra parte, la "Guía general de espectáculos" de Madrid de 1928 también documenta el estadio de la Unión Sporting, en la calle Ayala. Sin apenas información sobre el estadio, originalmente el club se llamaba Unión Foot-ball Club, y en 1915 se fusionó con el Sporting Foot-ball Club, adoptando así el nombre de Unión Sporting Club de Madrid.

El ejemplo de la Sociedad Gimnástica Española

Especial mención se merece la Sociedad Gimnástica Española. Antonio Rivero, doctor en Historia y especialista sobre esta entidad, enuncia que la Sociedad se creó para promocionar la actividad física, sobre todo entre la gente del pueblo, la más humilde. "Hasta entonces, los clubes eran algo muy restringido a los aristócratas. En 1887, por primera vez cuatro jóvenes trabajadores de una empresa francesa de petróleos tuvieron la iniciativa", expresa.

Más allá del espíritu competitivo que acompaña a todo deporte, la Sociedad Gimnástica buscaba introducir el ejercicio físico como uno de los factores que mejorara la salud de las personas. Estaban muy imbuidos en el espíritu regeneracionista de la época tras el desasosiego creado tras la pérdida de las colonias en 1898. "Poco a poco fueron creando secciones, y de ahí pasaron a competir en muchos deportes", añade el experto.

Del gimnasio en la calle Prado número 10 pasaron a lo que se llamó La Cueva, un semisótano en la calle Marqués de Leganés número 5. En 1913 llegaría su campo de deportes, ubicado en la calle Rodríguez San Pedro con Hilarión Eslava y Gaztambide. “Fue el primer campo de deportes vallado de Madrid y entraban hasta 500 personas”, incide Rivero.

Su historia no terminó ahí. En junio de 1922, la Sociedad inauguró su nuevo campo de deportes, en la calle Diego de León junto a General Porlier y Maldonado, donde ahora se ubica el Hospital de La Princesa. “Lo inauguraron con un partido contra el Real Madrid”, recalca el historiador.

La Sociedad Gimnástica Española, que tuvo el título de Real otorgado por Alfonso XIII en 1916 hasta la llegada de la Segunda República, llegó a ganar la Copa de Madrid en la liga regional, incluso disputó una final de la Copa de España en 1912, donde perdió por 2-0 contra el Barça.

Después, con la casi universalización del fútbol profesional, la Sociedad decidió retirarse: “Se dieron cuenta de que ellos no quería eso, porque su misión era la promoción del deporte entre la gente humilde, no la competición al más alto nivel, así que continúan jugando, pero en las ligas de aficionados”. El triunfo franquista tras la guerra civil hizo que la Sociedad Gimnástica no encontrara su lugar en la nueva organización de los deportes bajo la tutela de Falange. “Ellos tenían una ideología liberal, muy diferente, y ya no tiene cabida en esta nueva fórmula en la que el deporte está controlado por el Estado”, finaliza Rivero.