Diario de una vida sin plástico: ¿se puede vivir sin residuos en Madrid?

Evitar los plásticos en la compra semanal. Parece una misión imposible, pero no lo es. Victoria reside en Madrid y lleva años intentando acabar con los plásticos de un solo uso en su casa. A través de su cuenta de Instagram (@mividasinplastico) muestra a sus seguidores cómo llena su despensa y su nevera.

Bajo su punto de vista, Madrid es una ciudad que "facilita" el residuo cero. ¿La organización? Es fácil, en su caso le funciona dividir sus compras alimentarias en 4 bloques y cada día se centra en uno de ellos.

El primero de ellos lo componen las frutas y las verduras. "Sin bolsa y en el supermercado se compran con mayor facilidad", explica. Sin embargo, asegura que hay veces que tiene que visitar varios establecimientos para localizar ciertos productos sin plástico, como los ajos. "Para encontrarlos sin rejilla, supone que una compra de cinco minutos pase a ser de media hora. La compra de fruta y verdura la hago todas las semanas, a veces dos días por semana", narra.

El segundo bloque son las proteínas, como el pollo o el pescado, que las compra en el mercado de Las Ventas o en el de Barceló, situado en el centro de Madrid. ¿Y qué hace para comprar estos productos sin que haya plástico de por medio? Utilizar sus propios táper y bolsas de silicona. "Además, aprovecho el viaje y compro todo lo del mes. Después, congelo en porciones en unos recipientes plegables y así solo consumo aquello que necesito", cuenta Victoria.

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Cuando ya ha cubierto los dos primeros bloques, continúa con el granel. "Ahí compro avena, legumbres, especias, soja texturizada y harinas. Es una compra mensual, me gusta porque así pruebo nuevos ingredientes. Gracias a las tiendas granel he podido incorporar nuevos alimentos en mi dieta que antes no conocía. Además, procuro visitar diferentes tiendas, así se fomenta el consumo en los barrios", comenta.

Terminando con la limpieza del hogar, también compra los productos a granel. Tan solo le hace falta visitar su comercio de confianza, 4eco, dos veces al año. Lo hace con botellas que tienen hasta 5 años de uso.

Inconvenientes

Pese a que Victoria ha elegido hacer la compra de esta manera, admite que a veces no es lo más cómodo. "Necesito desplazarme más de dos kilómetros de mi ciudad y, para hacerlo más sostenible, utilizo el metro. Sería contradictorio evitar los envases y generar CO2. Por lo tanto, requiere más tiempo de lo habitual, pero con organización todo es posible. Hay productos, como los yogures o las bebidas vegetales, que ya hago en casa y siento que cargo con menos peso cuando voy a la compra", manifiesta.

La realidad es que apenas el 9% del plástico mundial se recicla con éxito. Los residuos que se producen hoy, han multiplicado por dos a los de hace dos décadas. Así lo refleja el informe más reciente sobre la materia (publicado en 2022), Perspectivas Globales del Plástico de la OCDE. "La importancia de apostar por una vida con menos residuos reside en nuestro sistema de consumo. Y es que generamos más de lo que el reciclaje es capaz de abarcar, somos capaces de generar una bolsa de residuos plásticos cada semana. Envases cuya finalidad es transportar el alimento de la estantería del supermercado a nuestras casas", finaliza Victoria.

Reutilización anecdótica

Sin embargo, Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace, asegura que es muy difícil vivir sin plásticos en Madrid. Lo achaca a dos motivos, el primero que las empresas y corporaciones "no hacen el camino fácil", y el segundo, que la empresa gestora de residuos, Ecoembes, lleva años "intentando boicotear las medidas que permitan la reutilización de residuos".

"Nos ha costado mucho que los supermercados acepten que tú lleves tu propio envase para que te pongan ahí los productos frescos. Tenemos que reducir al máximo posible la compra de productos de usar y tirar. Es verdad que en los últimos años cada vez hay más tiendas que venden a granel, incluso la cosmética, hemos ido mejorando, pero demasiado lento. Tenemos una pandemia silenciosa mundial de plásticos que nos está pasando ya factura. Ingerimos unos 5 gramos de plástico a la semana y eso es una locura, no sabemos cómo van a interactuar en el organismo de cara al futuro", explica.

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Además, Barea insiste en la responsabilidad que tenemos como consumidores. "Si compras en comercios locales será más fácil que en una gran superficie pensada en que hagas la compra rápido y cojas todo envasado. Yo mismo voy a hacer la compra de verdura y fruta con una caja que reutilizo varias veces". También recuerda que el 40% del plástico que se fabrica va destinado a envases de usar y tirar: "se utiliza más plástico para envases que en la industria de la construcción y la automoción juntas".

Como respuesta a las personas que no reciclan argumentando que "luego va todo al mismo sitio", Barea lo tiene claro: "envase a envase se vacía un contenedor". "No se está haciendo lo suficiente por parte de las administraciones. Esto tiene que ser una colaboración a todos los niveles. Si nos concienciamos y dejamos de comprar los productos envasados en el supermercado, las marcas cambiarían de formato porque dejarían de vender", concluye.